Abril y Kassandra deciden continuar el juego en un escenario aún más provocador: Se ponen a prueba con un reto de exhibicionismo frente a desconocidos:
quien reciba la propuesta más sucia de un extraño, gana. La perdedora deberá cumplir la fantasía del ganador.
Sin excusas. Sin reglas suaves. Solo dos mujeres desnudas, de pie, dándose golpes en las tetas como verdaderas putas guerreras. Cuatro golpes por turno. La última, una doble patada en el pecho. Gana quien no se rinda. Y cuando Kassandra cae de rodillas, Abril cobra su trono con la verga adentro… y l
En el primer capítulo, la pareja se atreve a revelar sus fantasías más ocultas. Entre risas nerviosas y miradas cómplices, surge la primera confesión: verla mostrarse ante otros. Es el inicio de un juego íntimo que cambiará todo.
La llegada de un extraño correo electrónico deja a Eva pensativa y muy caliente.
Me acerqué a la ventana, estabas de pie, impoluta y brillante, tu sombra sensual me llamaba, sentía tu olor en mi cara, deseaba estar cerca de ti… pero te vi de lejos
Juana siempre reclamaba, ella ya tenía once años y yo solo nueve, ella había tenido su primer ciclo menstrual y yo todavía no lograba eyacular, a ella le estaban creciendo sus tetitas y a mí todavía no se me asomaba ni siquiera un pendejo, me miraba en menos y yo me sentía menospreciado, pero yo tenía algo a mi favor
Cuando él se montó en mi auto me pregunto que para donde íbamos y le dije que no se preocupara que solo íbamos a dar una vuelta y luego lo llevaría de regreso a recoger su auto, pero el ajeno a mi plan se quedó tranquilo y no dijo más nada.
Mi camisón era un estorbo así que colabore en los movimientos para despojarme de él. Ahora estaba boca abajo en mi cama solo cubierta por la tanga cola les que era mi única prenda y siendo recorrida por unas manos fuertes pero que sabían tratar a una mujer
Su verga esta totalmente untada de los flujos de mi último orgasmo. Camino con una pierna de cada lado de la banqueta hasta quedar justo sobre ella. Lo miro a los ojos, le regalo una sonrisa de triunfo, ahora voy a comer lo que más quiero.