relatos eróticos puta

74 relatos

Algo mas que sexo I

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Pues si allí estaba Carmen su mujer con su mejor amigo Ricardo fallando como posesos en el sofá de su propia casa y aun teniendo tantas soluciones pensadas no le vino ninguna a la mente, solo se quedo perplejo, agacho la cabeza y se marcho llorando, ninguno de los dos le siguió para darle alguna explicación, todos se quedaron mucho y Fernando salió por la puerta tal y como había venido.

Lo inesperado

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Como tuve un día complicado olvide que a las 18:30hs. Había quedado con una amiga para tomar unos mates en casa, ella era de bajo perfil muy tranquila y a simple vista una chica del montón. A la hora acordada ella llego, me sorprendía ya que no la esperaba, y baje a abrirle la puerta.

Algo más que secretaria

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Como el expreso, no es momento de dejar ningún trabajo, a los 26 años me encontraba en otra ciudad, trabajando con compañeros nuevos, jefe nuevo y una actitud personal que me intrigaba, mis hormonas estaban lo más parecida que en esa edad donde todo es sexo, tema tabú para muchos considero que por suerte que siempre pensé en el sexo como un entretenimiento en espera de esa química esperada pero siempre ausente.

Follando sin parar en una orgía en Madrid

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Esto paso hace varios años, estábamos en un albergue y yo me escape por la noche para ir a follar, fui preguntando cuanto valía el completo y a la puta mas barata la pille, era una puta fea, pero tenia unas buenas tetonas, pero en ese momento tenia la regla y la tuve que dar por el culo sin parar, ella se corría de gusto como un puta zorra.

Las pequeñas explosiones en el clítoris que tenemos las mujeres cuando nos calentamos

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En ese entonces, trabajaba en una conocida empresa. Ahí conocí a Rodrigo, un compañero que, desde siempre, había querido llevarme a su cama, pero yo lo rechazaba, por mi situación de mujer casada y porque me parecía un tanto impertinente, ya que directamente me decía: "Como estás buena mamacita", "esas nalgas que tienes están apetecibles para una buena cogida", "me encantaría follarte hasta por la cola", "te propongo que le pongas los cuernos a tu marido", y cosas por el estilo.

Mi fea compañera de trabajo

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Más tarde fui bajando por su cuello mientras con mis manos intentaba agarrar sus pezones a través de la camiseta. Dios que pezones tan duros tenía. No quise esperar más y con las dos manos le rompí la camiseta dejando al descubierto sus mínimas tetas superblancas pero con sus dos pezones bien erectos.

Obligué a una chica de 18 años a aflorar su verdadera personalidad

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Poco a poco fui acercando el bulto de mi tranca a su trasero, obvio, en un momento ella se echó para atrás, prendida a los ademanes que hacía al hablar, como queriendo ilustrar algo de lo que decía a través del teléfono. Al sentir el piquete de verga que le di en las nalgas, de inmediato recompuso su figura y me volteó a ver con una mirada que quería pulverizarme.

Mi primera verga

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Yo estaba revolcándome en las sabanas, entonces él me dijo: " tienes que estar quietecita, amor" .Traté de tranquilizarme y dejar de gemir, mordiéndome los labios. "¿¿Te gusta??" Me preguntaba. Yo solo asentía moviendo la cabeza. " Sabía que eras una putita. Esto te va a gustar más..."

Mi hijo, mi chulo

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No paró de empujarme con fuerza hasta que se corrió dentro de mí. Pero cuando terminó, su polla seguía dura como si no hubiera vaciado, al verla de esta forma, se la chupé con pasión hasta dejarla bien limpia, y él volvió a follarme.

Teléfono erótico II

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Su jefe también se sentó y la miraba con intención incluso de perturbarla, de que pasara vergüenza; lascivamente su mirada se centraba en sus senos y en su sexo, incluso en sus ojos se reflejaba cierto desprecio que pretendía mostrar hacia ella, desprecio a su cuerpo provocador y a sus ganas de follar.

Mi hermana, su hija, nuestra puta

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El me dijo que él estaba solo, y que yo tendría que hacerle compañía. Yo le dije que era lógico que pensase así y que lo haría. Entonces empezó a sobarme, yo le dije que qué estaba haciendo, y él me dijo que yo era la mujer y el el hombre. Me dió muchisimo asco. Pero el me razonó la situación.

La puta y su cornudo II

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Y también me pongo ahora a cuatro patas al lado de mi mujer, mientras folla con él, porque así consigo que vea mi culito respingón y locuaz de puta, que yo muevo sinuosamente en círculos para atraer al macho y que se sienta tentando de follárselo y follarme, y ya de paso conseguir con esta argucia que mi mujer me permita lamerle su hermoso coño, que tanto amo y me cautiva. Porque la amo con toda mi alma y sólo quiero lo mejor para ella.

La puta y su cornudo I

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Y nos casamos, porque ella insistió en ello porque así no tendría que esconderse tanto para sus viajes a la capital, tendría coartada porque al único que se suponía que tendría que darle explicaciones, a mí, no se las iba a dar obviamente.

Esta historia no es lo que parece

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Me corría y allí se quedaba, fláccida hasta que otra vez, y otra…. Mientras gritaba presa de un orgasmo anal, la recomendé que se dedicara a la prostitución, que tenia futuro… Aunque no creo que me oyera con los gritos que pegaba.

La santafesina I

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Cuando en la ducha los dos se entregaron totalmente, pero las caricias recibidas la hicieron arrodillar y mamarlo desde sus testículos, lambiendo su pene con el gusto que eso le daba, succionarlo una y otra vez, entrar en trance y despertar pidiéndole más y más.

Puta y esclava familiar I

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El cornudo no pudo soportar más el morbo y frotando la polla se acerco a ella, la tumbó con las tetas sobre la mesa y le insertó la herramienta en el ano de un empellón, menos mal que estaba lubricado de cuando alojó la de Juanito, si no se hubiera dejado la piel del capullo.

Confesiones de Malena

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Ese domingo salimos hacia Mar del Plata, la primer sorpresa fue que me pasaron a buscar a casa mis tíos y mi primo, yo creía que íbamos a ir solos, como mis padres, mi tía se quedo en su casa puesto que ella rendía una tesis, la sonrisa irónica de mi tío me preocupo.

Sumisión e infidelidad morbosa I

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Estaba enamoradísima de Daniel y jamás le sería infiel, pero si él me lo ordenaba, por que no disfrutarlo. Parece que la niña pensaba igual, pues ella misma era la que pretextando inclinarse para ver si se habían bebido los whiskys, dejaba las tetas a su alcance muchas veces. !Cuan similar a su madre había salido la muy zorra¡

De amiga a puta

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Tras un rato mas de esto me dijo que me subiera a la cama; para continuar con el juego yo le dije que no que ya era suficiente, y el me tomo por la muñeca y me haló sin ningún esfuerzo al lecho. Entonces me ordenó que me pusiera de cuatro patas que así me quería coger y yo obedecí.

La aprendiz de puta

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Así que me marche con Paco en el avión sin decirle nada, sabiendo que mi cara y mi actitud eran de sobra elocuentes, y que cuando ella hablara con Jenny esta entendería lo que pasaba por mi mente.

Una puta para toda la vida

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Tu lengua penetraba en mi culo y yo sentía mucho placer. Tu decías: "me encanta limpiar culos con mi lengua, soy una zorra". "me gusta mas la polla de tu amigo que la tuya hijo de puta, como se mueve en mi culo el cabrón este" me dijiste.

Como culie con la mas puta del liceo

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Ella se levantó de su silla y se inclinó hacia mi, el grado de excitación que en esos momentos me dominaba es difícil de explicar, pero os puedo asegurar que cuando saco mi polla y se la introdujo en su boca llegue a pensar que iba a correrme en el acto.

Madurita calentona

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Ya estando allí me encontré con una amiga de mi barrio la cual me presentó a su tía que había venido de Neuquén, grande fue mi sorpresa cuando la vi, era una mujer de unos 39 años, tez blanca, pelo castaño corto, de 1,60 de altura aproximadamente, con una cola espectacular y unas tetas el doble de mejor, pero lo que mas me impactó fue su mirada (de seguro se reirán por esto) ya que tenía una mirada de "come-hombres" que mataba.

Despidiendo a mi marido en el aeropuerto

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Mientras me bombeaba yo seguía lamiéndole la verga al otro, logrando con esto sentir un orgasmo que me provocó risa y llanto a la vez. Daba gracias por el tipo de trabajo que tenía mi marido, ya que así yo podía gozar de cuanto macho supiera cómo lograr que le abriese las piernas.

Ximena, soy puta

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Mi amiga me pregunto como me encontraba, le respondí que nerviosa pero excitada, luego pregunto y tu coño como esta, le dije que mojada, solo dijo: eso me gusta, viste que eres tan putita como cualquiera.

Silvia

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No hay dudas, todos saben lo que ella es, estuvo pensando si aprovechar o negar la situación, no pudo con su nueva vida, el goce se apodero de ella, esa misma tarde anocheció en otra quinta con otros participantes.