Se la empezó a meter despacio y cuando el negro sitió que entró la cabeza le dio un empujón que le metió casi la mitad. Mónica gritó en señal de dolor y yo le dije al negro que no la lastimara. Después ella sola se empezó a mover poco a poco. Cuando le entró más o menos la mitad, llamó al otro, para que la penetrara por la vagina. En ese momento empezó a gritar como nunca.
El marido pone un anuncio en internet buscando voluntarios para cepillarse a su esposa, tendiéndola una trampa, de todos los que contestan elige a un negrazo jamaicano y le concierta una cita a ciegas a su mujer.
Nos dirigimos al dormitorio. Habíamos convenido poner un vídeo porno para ayudarme a ponerme en condiciones. Nos echamos sobre la cama; yo me había quitado los pantalones y la camisa, pero no los calzoncillos. Sólo era capaz de mirar la televisión: una rubia y una morena se tiraban a un negro bien dotado en la playa, sobre una toalla.
Un joven que asiste regularmente a un gimnasio se siente atraído por uno de sus compañeros de ejercicios. Se pretende quitar la calentura yendo de putas pero termina siendo dervirgado por el culo por un enorme negro.
Una mujer tiene tres fantasías y, en parte gracias a su marido, puede cumplirlas las tres: en un burdel y con un negrazo que maneja un instrumento impresionante. Al día siguiente su primer encuentro ella decide que quiere a ese negro y su instrumento siempre cerca.