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Un viaje con retención

Fueron momentos de desinhibición, de placer conjunto, hasta que no pude aguantar más. Mi compañera presintiendo el momento, colocó su mano para que mi semen, no se alejase ni se desperdiciase. Lo que consiguió es que las manos de ambas, quedasen embadurnadas del precioso líquido.

Perra guerra

Aprovechando la confusión y la cortina de humo subí rápidamente al vehículo y me introduje en él por la escotilla, dentro se encontraban tres soldados de artillería, me informaron de que la ciudad estaba prácticamente asegurada y que los núcleos de resistencia habían sido asfixiados, la victoria estaba solo a unos pocos minutos de distancia.

Todo cambia al volver IV

Ahora yo disfrutaba plenamente mi relato, de modo que con placer casi morboso le conté el momento en que montada sobre Pipo había metido la cabeza de su miembro en mi haciéndolo avanzar hasta mis profundidades hirvientes mientras el se quejaba invadido   de ese placer tanto tiempo esperado.