Cuando empezó a meterla sentí como si estuviera entrando un puño y no se como, pero entró hasta la base y empezó a meter y sacar repetidas veces hasta que la saco y un río de leche cayo sobre mi vientre, acompañado de un prolongado orgasmo de mi parte.
Y me chupaba la otra teta y de mi concha bajaban ríos por mis piernas, y él estaba como enloquecido, parecía que no había chupado unas tetas en años, desesperado me mamaba y apretaba mis pechos llevándome al borde del orgasmo, mientras yo apretaba aún más su cabeza contra mis tetas...
Era tal el gozo recibido que Lina que no se percató de mi presencia, Pedro me guiño un ojo, mientras se movía para ocultarme de la vista de Lina y permitir que ella saliera de debajo quedando ella de costado, de espaldas a la puerta y él de frente mirándome sonriente. Yo me retiré rápidamente hacía el dormitorio totalmente excitada y con las imágenes frescas en mi memoria, y desnudándome completamente me metí a la ducha, esperando calmar esa ansiedad que me invadía.
En eso soy un poco lanzada, como dice algunas de mis amigas, parezco un auténtico zorrón de lujo siempre dispuesta a cazar una buena pieza, aunque no me vale cualquier cosa. Cuando algo levanta mi curiosidad, suelo ser bastante directa. Tengo 29 años por lo que cada vez tengo las cosas más claras.
Estábamos como siempre tomando algo toda la pandilla, y llevábamos muchas copas de más, y a mi novio le dio llorona porque ese día habíamos discutido por una tontería. Total que le lleve a su casa y yo me volví con ellos a tomar la última. Me encanta hablar con Marcos y nos sentamos juntos en una terraza. Yo siempre le tomo el pelo con sus escarceos sentimentales que nunca llegan a nada...
Uno de los días vinieron dos amigas suyas y disfrute como una perra comiéndome sus coños negros, y bebiendo su meada, las dos se mearon en un vaso de plástico y me bebí un vaso de litro de plástico con toda su meada. Si también me van las chicas, también disfruto comiendo coños, y bebiéndome la meada de chicas de mi edad, y porque no decirlo también las maduritas me vuelven loca.
Se encontraba sola y decidió alquilar unas películas porno, muy perversas. Se excitó muchísimo pensando en su caballito y sin dudarlo se dirigió al cobertizo con las más libidinosas intenciones.
Una muchachita va de vacaciones a la hacienda de su tío que le tiene preparado un soberbio caballo. La chica se queda encandilada con el pene del caballo y una noche en que baja a mamárselo tiene que hacerle el mismo servicio a su tío.
Después de una buena mamada a la polla de su sobrino, tragando todo su semen, el tío despierta siendo felado y contempla el carrousel que toda la familia forma reunida y como su sobrino le rompe el culo a su mujer, su tía.