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Verónica III

Esa noche hice un análisis de cómo era, físicamente no se puede negar que me encantaba sin embargo había detalles que no me agradaban demasiado, no se rasuraba las piernas y el bello púbico estaba descuidado. Además la ropa que usaba no era precisamente sexi, ambas cosas podían ser arregladas fácilmente y me servirían de prueba de su buena disposición.

Mi mamá

Aprovechábamos cualquier momento, con mi madre ausente, para que él me acariciara, y yo respondía profundamente llevándome, y llevándolo siempre al goce feliz, a la cúspide del placer sexual sin dejar fuera ninguna de las caricias nacidas el primer día y otra más inventadas sobre la marcha del placer. Cientos de sublimes orgasmo me conmovieron, y me hicieron convulsionar no pocas veces de tanto placer; lo mismo a él.

La limpiadora

Vivo con mi madre de 70 años que además esta un poco imposibilitada, por esto todos los sábados recibimos la visita de una limpiadora que nos arregla la casa, ella tendrá unos cuarenta años como yo pero he de admitir que es un poco gordita pero también es verdad que esas son las mujeres que me ponen a cien y siempre que tengo dinero fresco busco en el periódico algún contacto sexual con este tipo de mujeres.

Mis experiencias con R III

Se subió a la moto y todos los trayectos que hicimos durante esa mañana eran con ella desabrochándome la camisa y sobándome pecho y pezones y desabrochándome la bragueta sobándome mi erguida polla que con pérdidas de semen ella me los enseñaba como trofeo antes de tragárselos, yo, aún con las dificultades propias de ir en la parte delantera de la moto, le sobaba las tetas y le metía los dedos en la boca que ella succionaba lascivamente.

Elsa y Juan V

Elsa estaba muy feliz. Había podido ofrecer su virginidad a su amor, le había encantado y deseaba poder repetir la experiencia para disfrutarla en pleno. Eran las doce. Puso el despertador para las 13:45. Se abrazaron, Juan le dio suaves y tiernos besitos hasta que ella se quedó dormida.

Ampliando la familia: Una historia con mi madre

Mi madre era maestra en un cuarto grado de una escuela, y muy querida. Volviendo una tarde de la universidad donde yo estudiaba, la encontré llorando, pese a que trató de disimularlo. Acortando, me dijo que un profesor, al cual yo no conocía, trataba infructuosamente de seducirla, alentado por algunas concesiones de ella, pero que no había querido proseguir por no amarlo.

Mi hijo, el amante de su madre

Al contarle de que el bestia de nuestro hijo se podía echar 6 polvos en menos de 3 horas, no me lo quiso creer, hasta que un día Mario muy compungido, le preguntó a su madre si debía ir al médico pues no estaba rindiendo sexualmente como siempre, y al preguntarle mi mujer porque pensaba que era así, este le respondió que le estaba costando llegar a la cuarta eyaculación.

Verónica I

La suerte me sonrió un día que conteste el teléfono y era para ella, según me entere mas tarde era de la escuela de su hijo para avisarle que había roto una cosas y que era necesario pagarlas para que no la expulsaran, después de un rato de bla bla bla, de que pasa, porque esa cara, conseguí que hablara, y entre llanto me lo explico, además de decirme que entre lo que ganaban su esposo y ella a penas les alcanzaba

Madre de adolescentes V

Yasna cayo hacía atrás y plegando sus piernas, abrió sus muslos de terciopelo, su conchita era como un platillo rosado que presentaba a mis ojos un manjar celestial, como si fuese una sopa deliciosa, de origen divino, ella con sus dos manitos se abrió sus rosados labiecitos hinchados y gemía ...

Entregada a mi madre

Todo empezó un día que hacia calor, mi madre estaba solo con una playera, que le quedaba muy pegada, y resaltaba su 95 de senos, y un calzoncito blanco liso muy lindo, yo estaba en un pequeño short y un top, desde unos días antes estaba algo inquieta porque me sorprendí a mi misa viendo a mi madre, apreciando su trasero, sus cintura y todo, yo no lo podía creer, en la noche no podía dormir pensando en su cuerpo, y me ponía peor lo cariñosa que es con migo, pero me lo negaba a mi mismo, no podía tener fantasías con mi madre!!!

Elsa y Juan II

A partir de ese día no volvieron a dormir separados. A las amigas de Elsa les extrañaba que un chico tan guapo siguiera sin tener novia. Alguna que otra hasta admitía que pudiera ser gay. Elsa, cuando le preguntaban si ya tenía novia, siempre contestaba – Hija, no lo sé, me imagino que no, pero vete tú a saber... de todas formas la universidad no le deja mucho tiempo. Ya llegará el tiempo... - ¿Y tu, Elsa, no piensas rehacer tu vida, con lo joven y guapa que eres? – Pues no. Un día quise a un hombre que me engañó miserablemente... no me interesa nada de eso.

Elsa y Juan I

Cuando empezó a masturbarse era siempre ella el objeto de su pensamiento. La amaba, la deseaba y curiosamente no se sentía culpable. Era un sentimiento tan puro y tan sincero que no podía ser pecaminoso. Cuando llegaba a casa la cubría de besos, acercándose progresivamente a la comisura de sus labios, hasta que ella prudentemente se separaba.

Un joven que sueña en follarse a su profesora de la academia desde que la conoció

Saqué mis libros y los puse sobre la mesa, la mire y ella me miraba de vez en cuando sonriéndome, la verdad es que era preciosa, perdonad pero aun no os la he descrito físicamente, tenia el pelo negro largo y algo ondulado, ojos castaños, bastante grandes, su figura estaba muy bien cuidada para sus 37 años, la verdad es que estaba muy buena, unos pechos impresionantes, bastante paraditos para su edad, una cintura estrecha, y una cintura y un culo bien puestos.

Madre de adolescentes IV

No podía creer que estaba magreando el delicioso culito de mi hermana, ella estaba con su shorts de lycra y tanto su almejita como su trasero se delineaban muy bien, levanté la banda elástica de la prenda y metí mis manos para sentir su suave piel, Yasna se separó de mis labios con ojos vidriosos, estaba excitada – soy virgen – me dijo manteniendo sus ojos en los míos, no sé si me pedía que hiciera algo al respecto o me estaba implorando de que la dejara ir

Madre de adolescentes III

Estábamos vientre con vientre y mi pene descansaba en su estómago, mamá apretaba mi miembro con su pancita − ¡ay! hijo … pero tu pene jamás descansa … está siempre durito ¿verdad? … como le gusta a mami ¿verdad? … − mamá me besaba y hablaba, mi juventud hacía que mi pene conservara casi en toda su plenitud su erección y ella se regocijaba de esta particularidad mía

Descubriendo a Helena

Comenzó a besar mi cuello. Buscó mis pezones con leves mordiscos, recorrió con su lengua todo mi cuerpo, mientras yo intentaba con el desorden propio del desenfreno, guiar su boca hasta mi cáliz de pasión. Bebió de él y luego me enseño su propio rumbo.

Mi hermano me convirtió en niña I

He de decir que siempre fui una persona solitaria y los antecedentes de mi primer contacto con mi lado femenino comienzan cuando tenia 3 o 4 años mi madre nos llevaba a mis hermanos y a mi a bañar juntos (mis dos hermanas y mi hermano) generalmente llevaba ropa limpia para todos pero en una ocasión no lo hizo, llevaba las cuatro mudas de ropa

La primera vez con el placer anal

El viajo a Argentina cuándo yo tenia 15 años y un poco mas y desafortunadamente murió en un asalto haya eso destrozo a mi familia durante mucho tiempo el balance de mi familia quedo roto y cada uno siguió su camino durante meses mi madre se lanzo a la bebida y yo salía a paliar a la calle y vagaba todo el día y llegaba solo de noche a la casa muchas veces para encontrar a mi madre tomando borracha y llorando mirando un álbum fotográfico.