Siempre comentábamos como le iba en la facultad, si estaba contenta, lo mucho que la echaban de menos... y de vez en cuando subía a su casa si es que se habían citado en Internet para charlar.
Empezó a lamer mi oído, mi cuello, bajo los tirantes y empezó a chupar mis senos, estaba súper caliente y me deje llevar, apretaba mis nalgas, su dedo ya buscaba desesperadamente la abertura de mi ano, mi vestido callo al suelo, me acostó en el sillón y empezó su exquisita mamada en mi vagina.
Esa tarde de verano al llegar desde la pileta de Claudia, encontré a mi madre preparando la valija con ojos llorosos, mis quince años me decían que algo no andaba bien, pero el mutismo de ella y de mi padre
Yo le aseguré a mi madre que no creía poder cumplir con mi hermana, pero ella lo dio por bueno asegurándome que así aguantaría mas; que no tenía importancia, pues estaba en plena forma y mi edad lo aguanta todo.
Estaba sobándome la polla que volvía a tenerla fuera del tanga imaginaros yo sentado en la hamaca con la polla al aire, las piernas en los hombros de mi madre que con las tetorras fuera y el tanga bajado hasta medio culo estaba con su cabeza entre mis piernas, frotándome la polla gorda y dura y masajeándome los huevos y el culo.
Lentamente me fuí sentando sobre la verga erecta, al hacer contacto con mi ano me pasó un temblor por todo el cuerpo, pero mi excitación era más.
Empecé por la espalda y me entretuve un buen rato en los costados de sus tetas y ella decia, que gusto la crema en mis pechos, los tengo tan grandes que me duelen, sobre todo los pezones y se moví o para dejarme darle crema en los pezones dentro del bikini.
Un hijo arregla todo para seguir viendo como se lo monta su ninfómana madre, esta vez con un mecánico.
Tú eres tan fogoso y tan abierto, que tenemos que aprovechar todo lo que podamos, claro, siempre respetando los deseos de ambos.
Nada mas natural que en tu propia casa. Mi madre se ocupó de todo. Mi madre, mi mejor amante; y es que madre, no hay mas que una.
La medio empujé hasta su cuarto para que recapacitara durante los 10 minutos de ultimátum que le había dado, y de camino que yo pudiera tener esos mismos minutos para saber lo que estaba haciendo.
Me metió la mano bajo mi braga y comenzó a tocar mi sexo que, al instante, se preparó para una penetración segregando su flujo natural en abundancia.
Me abrió la puerta la madre de socio y amigo, es una mujer, viuda desde hace casi 10 años, de unos 50 años aunque no lo se seguro que se conserva muy bien.
No tenía suerte con las mujeres hasta que nos tocó la lotería. Pero lo más increíble de todo fue lo que hizo mi madre.
Historia de una joven que tuvo sexo con su hermano por dinero, después fue por voluntad propia.
Me iba a ir de acampada con mi novia pero no me esperaba que también fuese mi madre ¡Vaya chasco!.
Mi padre me siguió cogiendo en varias ocasiones, creo que por el embarazo no gocé como debía, lo único que me satisfacía por momentos eran las exquisitas mamadas que le daba a mi vagina.
Mi madre se empujaba hacia atrás para comerse por completo la verga del tipo, parecía que estaban en una batalla, a pesar de que mi madre era la que recibía los vergazos, ella también arremetía contra él con su enorme trasero, mi madre ya debía tener experiencia en esas prácticas porque si no, no comprendo cómo es que se aguantaba semejante pedazo de carne.
De pronto saca un preservativo y me dice que me lo ponga, que quiere ver si sé usarlo, y a la vez me destapa y noto que se asombra al tamaño de mi pene, unos 22 cm, bastante grueso. Lo coge y me lo pone, yo muy cortado, y comienza a masturbarme, lento, rápido, lento, en un momento me corrí y quede exhausto. Mi madre reía. ¡poco aguante ¡ me dice.
En este relato contare como me fui dando cuenta de que yo debía de ser Julieta y no el niño que me habían impuesto, desde pequeño siempre desee ser diferente de lo que realmente era, no gustaba mucho de los juegos bruscos ni de coleccionar cosas raras como bichos o piedras, yo prefería ver cosas hermosas como los vestidos de mi hermana y de las demás niñas que lucían tan coquetas.