La raza es muy cabrona, y es obvio que tengo algo que ver con las tres, pero de la que más se rumora es de "F", ya que la mayoría del salón le ha visto los calzones y al parecer eso le gusta a ella. De "E" también se rumora, sobre todo desde aquel día que abrió las piernas cuando estaban tres compañeros dando clase, luego se notó porque no dejaban de mirarla y ella al parecer lo gozo mucho, pues nunca cerro las piernas y por el contrario las abrió más.
Retomando el tema, nos pusimos frente a frente y manteniendo fijas nuestras miradas y sin emitir palabra alguna, iniciamos el recorrido de nuestros mojados cuerpos; tomando Mirella la iniciativa de ir descendiendo por mi cuello, hombros y llegando a mis salientes pezones que fueron absorbidos y mimados por su mágica lengua; mientras yo tocaba el cielo por el placer que me estaba dando.
Arranco el ordenador y voy a chatear, se me ocurre que si quiero saber cómo masturbarme nada mejor que un chat de sexo, aunque no tengo la edad, entro y pido a alguna chica que quiera hablar conmigo en privado, al poco se me conecta una chica que quiere hablar conmigo, ahí me pongo un poco nerviosa
Una de las veces que miré para el sofá, vi cómo mi prima Pepi, tenía las piernas abiertas y dejaba ver sus muslos y sus bragas, sentí un leve cosquilleo en mis piernas y los pezones se pusieron duros.
La llegada de un nuevo alumno al centro, un colegio de curas, provoca una rebelión, que desemboca en la iniciación sexual de todos los alumnos con su profesora, una mujer que al final les sorprende a todos.
El inicio de las clases en la Universidad representa cada año el fin de mis diversiones veraniegas y casi indefectiblemente me sume en un letargo intelectual que en nada ayuda al éxito de mi futura carrera. No hay en el ambiente universitario nada que pudiera ,de algún modo ,conmover mis percepciones.
Dos compañeros de facultad se reúnen para preparar un examen de matemáticas. Y así salen a veces las cuentas en la vida, que terminan por experimentar el amor y el sexo unidos en gozosa armonía.
La ausencia de un profesor en una clase nocturna y la juventud y calentura de los estudiantes hacen que el aula se transforme como por arte de magia en un picadero.