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La prima de frenillos

Su pelo lacio, su ropa entallada a una cintura perfecta, esos senos sensuales, toda su encarnación , perfecta, también su espíritu jovial, sería seguro un adorno perfecto a la ciudad como siempre alegre, bulliciosa, al encontrarme con los tíos, no puede evitar de preguntar por ella.

Bruno

El único sonido que se escuchaba era el de unos tímidos gemidos que emitía Sara coincidiendo con los cambios que sufría en mi erección, yo sólo notaba un placer cada vez más intenso, no por el simple medio del placer físico, sino por mi sensación de plenitud y fortaleza, mucho más intensa que ninguna erección anterior.

Mi esposa I: El inicio

Lo que comenzó a levantar mis sospechas, de que algo estaba cambiando en ella, fue un día que estábamos en una cala de Cadaqués, ella se puso a tomar el sol desnuda y como a mí no me gusta tomar el sol me fui de excursión por las rocas del cabo de Creus.

Vacaciones en Mallorca II – Final

Al llegar a nuestro bloque yo me despedí de ellas, pero Ainhoa empezó a decir que yo me podía quedar un rato en su apartamento mirando la tele, o que podía dormir esa noche en su apartamento. Yo por supuesto que dice que si, era lo que desde, que me había quedado solo con ellas en bar quería más en el mundo.

Deseo y pasión en Madrid

Me tumbe sobre la cama bocarriba ella se coloco sobre mi encima mía pero con una pierna sobre el suelo, cogió mi pene con sus dedos y llevó hasta su vulva frotándolo contra ella yo le coloqué mis manos sobre su cintura y la obligue a que fuera bajando, hasta quedarse por completo penetrada.

Gypsy power

Era la primera boca que bebía en el coño de esta diosa gitana y me empleé a fondo en que no lo olvidara en su vida, lamiendo primero lentamente, rozando el clítoris con los labios y dándole suaves chupaditas para acabar abriendo los labios del coño y comiendoselo a toda velocidad, sintiendo en mi barbilla como su coño se desbordaba con todos su juguitos.

Vacaciones en las islas Cíes I

La Isla en su zona Noreste tiene una serie de pequeñas calas con unas playitas preciosas totalmente rodeadas de espesa vegetación, es necesario ser un buen conocedor del terreno para poder acceder a ellas y ese era yo, desde luego mi sana intención era pasar el día en una de ellas puesto que mi compañera lo merecía sobradamente.