Yo era el empleado de atención al cliente, en esos días estaban buscando una jefe para la oficina. Entraban y salían muchas aspirantes.
El 15 de diciembre de 1999 se presentó una chica muy atractiva a entrevista, ella me dejó impactado un buen rato, cuando salió el gerente de la empresa nos la presento así: «Señores y señoritas les presento a Andrea, ella será la jefe de esta oficina, colabórenle para su adaptación y el manejo de este departamento».
De inmediato empezamos a brindarle la información sobre cada uno de nuestros cargos.
Yo fui el último en presentar informe, empecé a eso de las cinco de la tarde y terminé pasada las ocho de la noche, durante este tiempo aproveché para hablar con ella y podernos conocer mejor.
Al finalizar me pidió el favor que la acompañara a tomar transporte para su casa, nos fuimos hablando y le dije que ella me gustaba mucho y ella respondió que yo le atraía bastante.
Al día siguiente seguimos conversando, en la hora del almuerzo salimos al restaurante chino a la vuelta de la oficina.
En un momento inesperado yo me le acerqué y le di un beso en la boca, el cual ella correspondió, esto fue el inicio de un bello noviazgo.
Días después, en que una tarde quedamos solos cerramos la oficina a la hora normal pero nos quedamos adentro.
La empecé a besar y acariciar, ella tenía una minifalda suelta, una blusa negra de seda y medias veladas.
La empecé a acariciar y a besar en las piernas y me encontré con que tenía medias veladas para usar con liguero.
Lo solté suavemente y se lo quité junto con una tanguita brasilera y la blusa.
Le acaricié la vulva y me deslicé y le chupe los senos, seguí bajando y empecé a lamerle el cuerpo. La subí a un escritorio y seguí chupándola, ella dijo que quería chuparme la verga.
Me subí encima de ella y le puse mi verga en la boca.
Ella empezó a lamerla como si fuera una paleta, lo mismo hizo con las huevas, después empezó a mamarme la verga con tal ansia y ritmo que me entusiasmaba a chuparle la cuca a un ritmo sostenido, hasta llegar al punto de que los dos estábamos en orgasmo y derrame.
En su rostro mi semen espeso y blanco el cual ella chupaba de mi verga, después me baja del escritorio me puse en posición para penetrarla y lo hice con tal fuerza que el escritorio pegaba contra la pared sonando como si estuvieran clavando una puntilla.
Tuvimos un orgasmo simultáneo,
ella gemía de una forma muy suave y sensual.
De un momento a otro oímos la vos del guardia de seguridad que se acercaba, vimos su sombra intentando abrir la puerta, pero nosotros no podíamos parar hasta no finalizar.
Cuando el guardia entró cada uno de nosotros estaba sentado en una silla a cada lado del escritorio, miré al piso y vi el liguero de Andrea a un lado del escritorio, con el pie lo corrí hasta ocultarlo sin que el guardia se diera cuenta.
Decidimos no tomar más riesgos y cuadramos un viaje para el fin de semana en Anapoima.