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Soledad y cuatro personajes I – Introducción

Soledad y cuatro personajes I – Introducción

Los personajes van surgiendo en mi mente, sin un lugar a dudas la actuación de Soledad, va a ser la principal, no hace un año que está casada con Claudio, el ya sabe de sus propios labios, creo todo de su vida, desde el incesto con su padre, al cual le debe saber gozar con el acto sexual sin importar cual es el hombre dentro de ella, de su cuñado al cual excitó hasta poseerlo por meses en su cama como amante.

Su cuerpo llegando casi a lo voluptuoso, pero quedando en la perfección soñada por todo hombre, senos prominentes pero no burdos, alta pero no en forma exagerada, el pelo largo en juego con su cara y su aura angelical, movimientos gráciles, la hacen perfecta, hermosa pero para nada inocente.

Ya ha dejado claro entre varios su manera de amar libre de ataduras morales, llena de goce, que han cedido al amor de Claudio, transformándola en esposa fiel, que a la perfección del amor en pareja agrega su entrega total, sumisa, diosa que responde a su Dios mayor con pruebas irrefutables día a día, esa sumisión que nunca imaginé ver en ella, pero probada en la renuncia de los grandes proveedores de placer que en años satisficieron sus ganas, sus deseos, que no eran pocos.

Esa tarde solos en el departamento, se entregaron al sexo como amantes recientes cumpliendo en la oportunidad de gozar, jineteando sobre su falo ella recordaba sus inicios con su padre, pero pegada a él quería hacerlo sentir el único, puesto que para ella lo es.

Se encontraba totalmente imbuida de amor por ese hombre, quizás era mucho para una mujer como ella que no había desperdiciado oportunidades de gozar , ya cambiados se dispusieron a cenar, no puso la mesa, solamente calentaron en el microondas, unas pastas que tenían frisadas, un buen vino, la cara de él, decía que tenia que decir algo, fue tomando fuerzas y frente a mi tengo al que comparte la cartelera, ese su marido, comerciante fracasado, jugador, universitario eterno, amante perfecto, lleno de amigos fáciles, pero buen mozo, alto como ella, con un físico acorde a su pareja y enseñado en las lides amatorias desde muy chico.

Sus pensamientos “en verdad las deudas de juego de las mesas en la quinta de Jorge, Oscar y Aníbal es lo más terrible ” no encontraban palabras para comunicarlos, el desastre que llegaba ya a salir, ella ayudó para que pudiera darme cuenta en verdad que es lo que quería decir y yo poder, ubicarme en este relato.

Mis amigos me apuran, quieren cobrar, las deudas sagradas del juego, hay que cancelarlas, debo hacer algo, como pagar, como poder nivelar este problema, dicho con las palabras a borbotones, casi inteligible para mi.

Poco le costó a mi Soledad entender lo que Claudio decía, pero tuvo que hacer que eso sucediera, lo de las deudas de juego no solo hay que pensarlo, tenía que decirlo, el importe, como él veía la solución, algo una pista que yo no podía entender, una explicación más clara, más certera de la verdadera situación.

Las nuevas fuerzas llegaron, Claudio, esta vez sí dijo de la deuda de juego con sus amigos, eran tres mil dólares, importe imposible de pagar, importe imposible solucionar con los ingresos del trabajo de ella y menos liquidando lo que quedaba del comercio del cual vivían, hasta que el pensamiento de el sobre “podía ofrecerles los servicios sexuales de ella”, basado en la insinuaciones de los “amigos” estaba a punto de decirlo cuando ella lo intuyo.

Verdaderamente se hace difícil el hombre al cual le entregó su ser, decir lo que piensa, decir lo inevitable , la única solución en su mente, con sus pensamientos liberados podría encontrarse con sus amigos.

La reunión los encontró a los cuatro en la quinta, esa misma que el años anterior reunió a todos para el casamiento, esta vez se sentaron en la mesa redonda del living y Claudio tuvo que hablar , era hora de que dijera lo que había pensado.

La cara de los nuevos personajes no coincidía con mi idea de este cuento, Jorge, abogado, tiene novia desde hace tres años, físicamente no es bello pero tampoco un esperpento, su pensamiento en lo que se refería a Claudio y Soledad se basaba “desde que este imbécil la fornica, cada día está mejor, nunca pude estar con ella, pese a que se la pasaron varios, la verdad que está divina, pagaría mil dólares por una noche ” acostumbrado a negociar, inexpresivo, era quien sin decir, llevaba a la solución al canal deseado, al saludarlo le pidió con un rictus en la sonrisa, que por favor le trajera una solución.

Oscar , es contador, a los dieciséis años, mantuvo su primera relación , fue con Soledad, su falso machismo, le dijo decir que eso no era así, que él ya había tenido varias veces, Soledad está convencida que es un tonto, que no sabe qué hacer con una mujer, verdaderamente, es un ser normal, un poco más bajo que ella, fornido, jugador de rugby, con virtudes y defectos, él no piensa en Claudio, piensa en ella y no lo dice ” Es tan sensual, tan cariñosa, tan verdaderamente mujer que más que gozarla quisiera que me cuidara como a él”

Aníbal, es compañero de la secundaria de Claudio, el bruto del grupo, hijo del comerciante de materiales de construcción, sus pensamientos son para ella “Es una yegua la cual penetraría tantas veces, haciéndola mamar y tragar toda mi leche”.

La amistad no estaba en la mesa estaban los deseos carnales, el dinero de la deuda, el amor de Claudio seguro era menor que el de Oscar, puesto que si bien ella se entregaría por el, era por su culpa , no había pensado en vender la quinta, el auto, pensó en entregar a su mujer, su honra, su amor tantas veces jurado.

Todos escucharon la oferta de Claudio, Jorge y su máscara de desinterés de que solo le importaba el dinero por fin dejó un resquicio, en una sonrisa de satisfacción, un poco más de mil dólares, más que a los otros, igual le puso el suspenso necesario de una reunión entre los “amigos”, tres días con cada uno era la oferta en firme.

Jorge luego de reunir a los acreedores y dejar en las manos del negociador profesional contra oferto, una semana con cada uno y puede unirse hasta dos más, sin limites de nada.

Claudio pidió hablar con ella, sabía que accedería pero, no estaba en los cálculos de el, semejante oferta, la cara de Claudio portadora de una sonrisa nerviosa, era la máscara de la falacia del amor del hombre, no dudo en decirle tienes que hacer esto , podremos decir algo menos, nada más.

Ella, llamó a Jorge su voz sensual y melosa, transmitieron el guión del próximo capítulo, estaré con ustedes tres, tres semanas, en la quinta.

La entrega estaba aceptada, las deudas de juego serán canceladas y más de uno podrá cumplir con sus fantasías con Soledad.

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