Capítulo 1
Vacaciones diferentes I
Después de un año arduo de trabajo, uno necesita vacaciones, descansar y despejar la mente es primordial para recomenzar luego de las mismas, con los trajines diarios de la cotidiana vida.
Es por eso que uno elige cuidadosamente su lugar de descanso para tener en el mismo, una oportunidad de recuperarse y para realizar las cosas que viene postergando durante todo el año, como por ejemplo leer un buen libro, comer en un buen restaurante, y por que no, tener con mi novia largas horas de sexo, sin estar preocupado de otros menesteres y problemas que a veces no te dejan desplazar y realizar todo lo que uno desea.
Pero el destino me tenía destinado algo mucho mas que eso, y es esta la historia que les voy a contar.
Faltando un día para partiéramos hacia una playa distante 350 kilómetros desde donde vivimos, Lili, mi novia, me anuncia que deberíamos llevar a una amiga y compañera de trabajo que justamente también tomaba en esos días sus licencia anual y como a su esposo le habían dado sus vacaciones unos días antes, éste decidió irse primero para acondicionar el lugar donde pasarían sus días, y que justamente era en la misma ciudad donde mi novia y yo tomaríamos nuestro esperado descanso.
Ese día, Lili me ayudo a cargar nuestros bolsos y salimos en busca de su compañera de trabajo Ruth.
Ella es una mujer tan interesante como su nombre, de una cultura general amplísima, dado que a pesar de no ejercer, es docente y con un físico que hace que al mirarla por primera vez, haga que el habla se te corte.
El viaje comenzó de la mejor manera, la charla fue alegre y divertida, tomamos café, comimos algo y tanto Lili como Ruth dejaron entrever lo liberales que eran, tanto como el escote de la blusa de Ruth que dejaba observar sus enormes pechos que en pocas horas estarían abrasándose bajo el sol de la playa.
Ella se dio cuenta que mis ojos de vez en cuando se quedaban fijos ahí en su escote, por lo que no hizo nada para ocultarlos, casi diría que al contrario, porque en alguna oportunidad, pude ver como con sus manos se abría aun mas la blusa insinuando bastante, y Lili parecía aceptar eso, quizás porque los suyos son muchísimos mas pequeños que los de ella, pero tan apetitosos como los de cualquier mujer y después de todo en la playa cada vez muestran mas, dado que los trajes de baño son cada vez mas diminutos, por lo que no debería preocuparse por ello.
Al cabo de un rato, mas precisamente a la mitad del viaje un inconveniente con el auto obligó a que nos detuviéramos al costado de la ruta, por lo que con la llegada del auxilio, éste nos informo que debería llevarnos al pueblo mas cercano para su reparación.
Cuando llegamos a ese pequeño pero pintoresco pueblo, el mecánico nos anotició que nuestro auto necesitaba de una reparación importante y que le llevaría todo el día poder repararlo, por lo que nos sugirió y nos llevo hasta el hotel del pueblo en pleno centro.
Ahí en el hotel, solicitamos una habitación para mi novia y yo y otra para Ruth, pero «lamentablemente» éste tenia solamente una habitación familiar que consta de una pieza con la cama matrimonial y otra con dos camas para los niños con un baño en el medio por lo que no dudamos en alojarnos ahí.
Lili y yo nos alojamos como es lógico en la habitación matrimonial en tanto Ruth en la otra.
El calor era intenso y todos aprovechamos para darnos una ducha, y ahí pude ver aunque sea fugazmente la figura de Ruth que debo reconocer era muy buena, de caderas un poco grandes y un trasero imponente, mas allá de que sus pechos era lo que mas sobresalía en ella, todo lo contrario a Lili que lo que mas se destaca es su redondo y hermoso trasero que tiene una forma perfecta e ideal como para comérselo (cosa que he hecho en varias oportunidades).
Salimos a caminar por el pueblo y también para avisar al marido de Ruth que llegaríamos al otro día y una vez concretado eso caminamos por la plaza principal.
Era evidente que Lili ya estaba de vacaciones y se vistió acorde a la ocasión con ajustado jeans y una blusa imitación leopardo que llamaba mucho la atención a la gente que por ahí circulaba, por lo contrario, Ruth hacía uso y abuso de sus inmejorables pechos y se puso una remera ajustada con un gran escote que era muy difícil pasar delante de ella sin dejar de mirar esos imponentes y robustos senos, junto con esa remera, Ruth la acompañó con una pollera suelta, y yo solamente puedo decir que tenía ropa normal como cualquier hombre y a decir verdad era el único que no llamaba la atención ni estaba acorde con la situación.
Luego de tomar algo en un bar del centro, y ya algo entonado por las bebidas que habíamos ingerido nos fuimos a cenar al hotel ya que el lugar nos pareció muy acogedor y tranquilo, y ahí entre comida y comida, entre vinos, empezamos a hablar de todos los temas que unos amigos se animan a hablar en estos momentos íntimos, hasta las de las fantasías sexuales.
Lili entre sus confesiones, se animo a decir que a ella le gustaría tener en alguna oportunidad una experiencia distinta, sin especificar cual seria esa experiencia, mientras que Ruth confesó que le gustaría salir de la monotonía de su matrimonio, no pudiendo precisar cual seria la salida, pero confesando que con su marido solo tenia relaciones normales (así se expresó).
El único que pudo expresar lo que le gustaría fui yo, que aproveche la oportunidad para confesar que la fantasía de todo hombre es hacer un trío con dos mujeres, pero no encontré eco, por lo menos ninguna propuso nada para cumplirme mi fantasía, aunque Lili parecía estar bastante excitada ya que de vez en cuando por debajo de la mesa acariciaba mi pene por sobre mi pantalón haciéndome poner a mil, cosa que creo que también Ruth se daba cuenta y exponía cada vez mas sus senos sobre la mesa.
La noche fue pasando lentamente y el clima de conversación erótica fue creciendo sin que ninguno de los tres se animara a proponer nada concreto, por lo que nos decidimos irnos a nuestra habitación y cada uno a su cama, pero Lili estaba bastante excitada, como para dormirse por lo que al rato de habernos acostado ella empezó a besarme el pecho anunciando que muy pronto bajaría a besar mi erecto pene, cosa que así sucedió.
Quiero poner énfasis en este momento ya que ella tiene una virtud, que es de lamer con una profesionalidad cada centímetro de mi falo de tal manera que los ojos te dan un giro de 360 grados en cada arremetida, y a no ser que de seguir ella lamiendo, es inevitable que la eyaculación brota casi sin avisar, es uno de los momentos que quisiera repetir cada instante del día, para así seguir gozando indefinidamente.
Evidentemente al rato de que Lili comenzara su espectacular lamida, y como corresponde, fui yo quien quiso devolver ese placer, suministrando el mismo o quizás mas a mi amada, por lo que suavemente comencé a besar sus pequeños y finos labios para luego seguir por su cuello y llegar a sus pechos para detenerme ahí por un instante ya que se veía que Lili estaba tremendamente excitada y de ellos emanaba un calor intenso con lo que con mi saliva traté de apaciguarlos y enfriarlos.
Luego seguí bajando y me dispuse a lamer cada centímetro de su pubis y como un niño sediento comencé a lamer y beber todos los jugos que de su vagina fluían, eso fue como el postre de una hermosa y caliente cena.
Mis dedos acompañaban en un mete y saca, tratando de lograr que Lili estallara en un orgasmo y cuando esto sucedió, eran tan fuertes los gemidos de ella que con mi otra mano traté de taparle la boca metiendo dos dedos dentro de ella y así lamiendo mis dedos y todo no pude frenar la potencia de sus gemidos que casi seguro se escuchaban de las habitaciones contiguas a las nuestras.
Lili, no perdió tiempo en reponerse y como en una actuación de lucha libre, pronto estaba yo boca arriba y ella subiéndome para comenzar una cabalgata de esas que me tenía acostumbrado.
Sin cesar comenzó su movimiento, sus cabellos se desplazaban de un lado a otro y sus orgasmos comenzaron a suceder casi en repetición y con cada uno de ellos mi pubis se mojaba cada vez mas produciendo un pequeño hilo de jugos que corrían por los costados de mis testículos produciéndome una sensación especial que culminó con una eyaculación que jamás había tenido.
Era evidente que todos lo hablado en la cena y en la sobremesa igualmente a mi me habían excitado muchísimo y también estaba claro que yo había comenzado mis vacaciones tal cual las esperaba.
Una vez que ambos hubiéramos estado satisfecho y que juntamente habíamos llegado a el orgasmo, nos detuvimos un instante para recuperar el aliento y sucedió ahí lo que nunca nos hubiéramos esperado, de la habitación contigua o sea la de Ruth, se oían unos gemidos muy suaves de placer, fue ahí donde nos dimos cuenta que nos habíamos olvidado la puerta abierta y que seguramente Ruth, estuvo mirando nuestro acto sexual (cosa que confesó posteriormente).
«Según nos contó ella la curiosidad pudo mas que la razón y se arrimó a la puerta para espiar lo que estábamos haciendo, por lo que cuando nos vió, sus manos no respondieron mas a sus ordenes y comenzaron a fluir solas tocando todo su cuerpo, sus pechos , para luego seguir en su bajo vientre comenzando así su propia satisfacción»
Pero volviendo a la escena, también nuestra curiosidad pudo mas que toda razón humana, por lo que con Lili, nos acercamos a la puerta de su habitación y comprobamos que Ruth estaba masturbándose con ambas manos arrancándose los mas extraños placeres.
Los dedos de su mano derecha se introducían dentro de su vagina como tratando de encontrar el placer que tanto deseaba en ese momento, mientras los de su mano izquierda frotaban su clítoris desesperadamente para calmar y acallar esa pequeña protuberancia que seguramente se endurecía cada vez mas.
Un instante, bastó solo ese instante para que ambos mi novia y yo nos diéramos cuenta lo que en ese momento deseábamos, por lo que me arrimé sigilosamente hacia la cama de Ruth y espere que ella terminara su orgasmo que tanto había trabajado, para luego estirar mi mano invitándola a compartir entre todos una fantástica experiencia.
Su mano aún húmeda se aferró a la mía produciéndome como una especie de solicitud a que la ayudara a levantarse y me pareció a mi, que con su mirada me pedía disculpas por lo que estaba sucediendo, pero que ella necesitaba participar de nuestra fiesta, por lo que la mire y le di a entender con la misma, que nosotros también necesitábamos participar de una experiencia que sería de muchísima ayuda para nuestra pareja.
Lentamente fuimos caminando hacia la puerta donde Lili la esperaba también con las manos extendidas.
Al llegar ambas se confundieron en un abrazo y en un beso que haría estremecer a cualquier humano, y que presagiaba que lo que sucedería a continuación sería la mas inmensa experiencia que jamás hallamos vivido.
Y obviamente no me equivoque, Ruth, no solo era una mujer interesante por donde se la mirara, sino que también, sabía desenvolverse muy bien en las artes del amor y mi novia Lili no sé quedaba atrás en esto tampoco, por algo yo la había elegido.
Lo que vivimos esa noche fue tan interesante y espectacular al punto que, lo que ante mis ojos se desarrollaba me dejo con la boca abierta y por un momento me limite a ser mero espectador de lo que iba sucediendo y que relataré a continuación.
El punto de excitación que ambas mujeres tenían y que no solo llevó a confundirse en un intenso beso sino que este termino en un mar de caricias inconfundible, las manos de Ruth, recorrieron lentamente el cuerpo de Lili, con suavidad pero con desesperación, caricias que mi novia respondía de igual modo.
Ruth bajó lentamente su cara, para pasarle la lengua por todo el cuello e ir bajando lentamente hasta llegar a su senos que ya se encontraban siendo masajeado por las manos de ésta, hasta que los pezones duros de Lili, se encontraron con la lengua de Ruth, ella los lamía con intensidad dándoles pequeños mordiscos a la aureola rosada que coronaban sus pechos, pasaba desesperadamente de uno a otro, mientras Lili apretaba con sus manos los dos pechos de Ruth.
Yo miraba la escena absorto, de repente siento la voz de Lili que me preguntaba, si lo que veía me estaba gustando??, si me estaba calentando??, pregunta que no era necesario contestar ya que de solo verlas mi pene comenzó a pararse de nuevo, si bien éste no necesitaba mucha ayuda para erectarse, decidí contribuir a que se parará más masajeándolo lentamente con mi mano.
Lili, me miraba acariciarme el miembro y sonreía, mientras yo observaba como Ruth, acariciaba con sus dedos el retoño que guarda en su entrepierna mi novia, (hecho que me calentó aún más todavía), después de unos suaves jugueteos de sus dedos en la cuevita de mi novia, la tomo de la mano y la acerco hasta la orilla de la cama, le abrió las piernas con suaves movimientos y hundió su cabeza entre ellas.
Ruth movía su lengua alrededor del clítoris de mi novia, le pasaba la lengua por los labios vaginales y le daba suaves mordiscos, mientras metía sus dedos en la entrada de su cuevita, Lili estaba siendo penetrada por los dedos de Ruth que entraban y salían de la vagina sin ningún tipo de inconveniente, mientras ella con su otra mano cada tanto metía sus dedos en su propia cuevita.
Ante semejante panorama como se imaginarán no podía quedarme como mero espectador, veía a Lili estremecerse con los favores que le estaba propinando su amiguita y a ésta tocándose cada tanto, hecho por el cual me decidí actuar e inmediatamente ya que mi pene se encontraba erecto y esperando acción.
Sin darle tiempo a Ruth de reacción alguna, la tome por la cadera y la levante un poco, ella se dio cuenta inmediatamente de mi intención y separo sus piernas, para que yo pudiera meterme entre ellas y comenzar así a lamerla, despacio, acariciándole lentamente su clítoris, que tenía un sabor dulcísimo mientras le daba suaves mordidas en su vagina.
Para ayudar a mi lengua en este acto, le introduje mis dedos de su cuevita que a esta altura estaba súper húmeda, y esa humedad mas mi lengua me sirvieron para recorrer y humedecer fácilmente la entrada de otro orificio que me estaba enloqueciendo, el de su ano, pasaba mi lengua por ambos agujeros deteniéndome en cada uno de ellos un buen rato, hasta que Ruth se encontró penetrada por mis dedos desde la vagina por el dedo índice y en el ano por el pulgar hecho que la hizo desconcentrar de la tarea que le venía realizando muy bien a mi novia, y que ya estaba a punto de arrancarle el primer orgasmo de esta relación triangular.
Acto seguido me salí de entre sus piernas y una vez parado, pude observar como ella seguía lamiéndola, mientras ésta se acariciaba y pellizcaba los pechos, los gritos de placer de Lili, se comenzaban a escuchar en toda la habitación.
Yo a esta altura, era tanta la excitación que tenía, por lo que me decidí arremeter con todo en ese culito que se encontraba dispuesto y bien lubricado, y no me fue difícil penetrar en él, primero entró lentamente la cabeza, Ruth reaccionó de inmediato moviéndose, como pidiendo que se la sacara, dicha acción llevo a que el tronco penetrara mas fácilmente en su interior, arrancándole suspiros de placer, hasta que entro de lleno todo mi miembro.
Después de unos segundos, en que ambos nos relajamos y nos habituamos a esta situación, ella a tener mi pene totalmente adentro (aclaro que si bien no es muy larga, posee un buen grosor) y en ese agujerito divino que tenia Ruth y que era bien apretadito, comencé a moverme primero lentamente y después con mas fuerza y ganas y mas y mas hasta sentir como mis testículos cargados golpeaban contra las nalgas de Ruth, y ésta comenzaba a decirme con voz entrecortada «que se la metiera mas adentro», » que linda pija tenes papito», «cogéeme si…dale cojéeme así». Ya Lili repuesta de su segundo orgasmo de la noche, le contestaba «¿viste Ruth, como coje mi novio?», «¿te gusta como te coje?», para meterse atrás de mi, y comenzar a lamerme los testículos, mientras con su mano derecha acariciaba la vagina de Ruth, que otra vez se encontraba penetrada doblemente, pero esta vez con mi pene en su ano y con los dedos de mi novia en su vagina, mientras que ella acariciaba su propia vagina con la mano que le quedaba libre o bien sobaba mis testículos.
De esta manera, tanto Ruth como yo nos vinimos en un orgasmo maravilloso, con gritos incluidos de parte de ella que mi novia se encargo de acallar con un beso espectacular.
Lentamente saqué mi miembro de su interior, que se encontraba lleno de mi leche, y para sorpresa mía y de mis compañeras este no se encontraba flácido, sino que todo lo contrario, estaba otra vez duro y firme, Lili al darse cuenta de ello, decidió lamerlo (ya comente lo bien que lo hace) con lo cual consiguió una buena erección de nuevo, pero mayor fue mi sorpresa cuando Ruth, recién repuesta del estupendo orgasmo que habíamos tenido, decidió sumársele a Lili para colaborar en la mamada de mi pene, y ese entrecruzamiento de lenguas por mi tronco y glande, sumado a roces y caricias propiciados por ellas dos, mientras me lo lamían, el acariciarme y lamerme los testículos, por partida doble, llevo a que supiera que prontamente me vendría en una acabada terrible que inundaría de semen toda la cara de las chicas, cosa que no quería que sucediera, por lo que retire muy gentilmente de mi miembro.
Ellas bajo mi mirada ,comenzaron a acariciarse de nuevo y esta vez fue Lili, quien comenzó a lamerle los pechos a Ruth, pasaba la lengua por su aureola amarronada y mordía su punta, y en cada mordisco Ruth contorsionaba su cuerpo.
En ese instante se me ocurrió una idea, como dije Ruth es dueña de unas muy buenas delanteras, y porque no usarlas para masturbarme.
Lentamente me trepe a la cama donde las dos mujeres se propiciaban los mas lindos y dulces cariños, y me arrodille cerca de la cara de Ruth, al ver mi pene bien erecto, comenzó a masturbarme con su mano, mientras en ese momento Lili se encontraba en la vagina de Ruth, lamiéndola como quien se devora una almeja, y esta se contorsionaba y suspiraba largamente, al verme dejo por unos segundo su tarea, y comenzó a lamerme el pene, de a poco se lo fue tragando, mientras jugaba con él, lamiéndolo desde los huevos, pasando por el tronco, deteniéndose en la cabeza, hasta quedarse un buen rato en la hendidura que todos los hombres tenemos en la punta del glande, cosa que Lili sabe, me excita sobremanera.
Ruth todavía se encontraba tirada al lado nuestro observando como Lili me la chupaba mientras ella, se masturbaba.
Mi novia me pidió que la penetrara, cosa que hice de buen agrado, pero con la condición de no acabar en su interior sino que lo haría masturbándome sobre los pechos de Ruth, condición que ambas aceptaron.
Recosté a Lili en la cama, donde Ruth le hizo un lugar al lado de ella, y la penetre con furia y fuerza, como queriendo meterme en su interior, mientras Ruth le acariciaba los pechos, para que luego de un momento, ésta decidiera montarse sobre la cara de Lili, para que le lamiera la vagina mientras era penetrada por mi, de esta manera tenia mas cerca mío, sus pezones que podía pellizcar y de vez en cuando lengüetear, para humedecerlos.
Esto hizo que Lili tuviera un orgasmo profundo y a la vez estremecedor, por lo que prontamente yo sintiera que venia el mío.
Retire mi miembro del interior de Lili, y acomode a Ruth en la cama, me subí sobre ella, mientras mi novia ya había comenzado a humedecer los pechos de Ruth, para que los movimientos de embestida de mi falo entre sus pechos, resultaran mas fáciles, me acomode alrededor de su cintura, un poco mas arriba y coloque mi pene entre sus enormes senos los cuales obvio yo acariciaba y pellizcaba, lentamente comencé a moverme, y una sensación inmejorable empecé a sentir, la suavidad de esos senos parecía acariciar mi pene con la delicadeza que antes había tenido tanto de su boca como de su hermoso ano.
Mientras tanto, Lili, tomaba posición para lamer tanto los magníficos senos de Ruth como así también mi miembro y de esta manera, una extraña pero placentera sensación comenzó a sentir mi cuerpo, parecía que una pequeña pero persistente electricidad se apoderaba de mí y así tuve un orgasmo mucho mejor de lo que me imaginaba, derramando mi semen por sobre los pechos de mi nueva amiga, y mientras ella con sus manos refregaba mis jugos por sobre ello, Lili lamía mi pene dejándolo sin una gota de esperma en su interior.
Acto seguido terminamos los tres rendidos en la cama, no sin antes seguir por largo rato acariciándonos y mirándonos sin siquiera esgrimir palabra alguna, hasta que el sueño nos abatió.
A la mañana siguiente en el desayuno, y ya con el auto reparado, comentamos lo bien que la habíamos pasado la noche anterior, y como al pasar Lili y yo dejamos entrever las ganas de realizar una cama de cuatro, obviamente con el marido de Ruth como participante.
Esta sonrió y nos dijo que seguramente después que ella le contara lo sucedido, el marido aceptaría de buena manera compartir una cama con las personas que tan buena noche le hicieron pasar a su Sra.
Pero esta es otro historia que contare en otro momento…