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Vacaciones diferentes II

Vacaciones diferentes II

Se recomienda leer la parte I, para entender esta parte del relato.

Después de un viaje ameno, matizado, con charlas sobre lo sucedido la noche anterior, llegamos a la playa que habíamos elegido como lugar de veraneo.

Dejamos a Ruth, en la puerta de la casa que ella y su marido habían alquilado y Lili y yo nos fuimos directo al hotel.

Por la tarde, nos fuimos a la playa, viendo los cuerpos casi desnudos de las bellas mujeres que se paseaban por la playa, comencé a excitarme pero solo cabía una imagen en mi mente y era los cuerpos desnudos de Lili y Ruth que la noche anterior se retorcían de placer en una misma cama junto a mí.

Sabía que en algún momento esta reunión se iba a consumar nuevamente, lo que no sabía era cuando se produciría ésta.

Al anochecer, nos avisan en la habitación que unas personas nos esperaban en el hall del hotel y para sorpresa nuestra eran nuestros amigos que nos venían a invitar a cenar a su casa. Y por supuesto, nosotros aceptamos.

Pasadas las 21:30hs estábamos golpeando la puerta de la casa.

Nos abrió la puerta Ruth, totalmente espléndida, con una camisa rosada ajustada y una minifalda que dejaba ver una piernas maravillosas, piernas que yo ya conocía a la perfección como así también todo su sorprendente cuerpo.

El marido, llamado Manuel, era un morocho interesante, delgado, alto de pelo negro, al igual que sus ojos y con lentes.

La mesa ya estaba preparada, nos sentamos en ella, Lili al lado de Ruth, yo quede al lado de Manuel, enfrentados en forma contraria con nuestras respectivas parejas.

Manuel nos agradeció por haberla alcanzado a Ruth hasta la playa y por la muy buena noche que le habíamos hecho pasar a su mujer.

La cena transcurrió sin sobresaltos, comimos unas pastas riquísimas, hasta que llegamos al momento del postre, unas frutillas con crema que al verlas comer a estas dos mujeres no hacían mas que encender mis mas hermosas fantasías, dado que Ruth tomó una frutilla y sumergiéndola sobre la crema, le dio a comer a Lili, ésta la recibió con mirada lasciva lo que indico que ese era el comienzo de otra noche inolvidable.

Ruth comenzó a acariciar a Lili, y esta ni lerda ni perezosa le devolvió el favor con mas caricias y un gran beso.

Acto seguido Ruth acercó a Lili hasta Manuel, y estos comenzaron a besarse y acariciarse como locos.

El ver a mi novia, besándose con Manuel y manoseándole el pene, provoco en mí, una excitación tremenda.

Ruth en ese instante también se había prendido entre ellos, acariciaba y besaba tanto a Lili como a Manuel.

Luego se acerco a mí, y me comió la boca con un beso desenfrenado, rápidamente deslizó sus manos por mi pantalón acariciando mi bulto y con un certero movimiento de su mano desabrochó mi cierre y saco mi pene erecto a través de la bragueta de mi pantalón, y comenzó a masturbarla con suaves movimientos.

Yo respondí de igual modo a sus caricias, comenzando por sus pechos que ya se encontraban duros, mis manos se adueñaron de ellos como si fueran frágiles palomas en las manos de un niño, mientras desabotonaba la camisa descubriendo que se encontraba con uno de esos corpiños que no poseen taza, esto hacía que la suave piel de sus pechos entrara en seguida en contacto con la mía, hasta que alcance con mi lengua sus pezones.

Este contacto provocó en ella que se arqueara hacia atrás dejándolos a mi merced, para que con mi boca hiciese con ellos lo que quisiese.

Se los lamí y mordí hasta que quedaron rojos de placer, mientras con una de mis manos, logre acercarme a su entrepierna, de un tirón arranque su tanga y comencé masturbarla con movimientos circulares en su clítoris.

Su vagina rápidamente se humedeció como era de imaginar.

Después de un buen rato, con suaves movimientos la hice bajar hasta que quedo de rodillas y su cara frente a mi pene, la tomo entre sus manos y se la fue metiendo poco a poco en su boca.

La verdad que sabía lamerla muy bien, comenzó con la cabeza, luego el tronco, volvía sobre la cabeza de mi miembro, el tronco de nuevo, hasta que llego a mis testículos, los cuales acaricio con la mano, saboreo con la lengua y mordisqueo tiernamente.

Ya me estaba poniendo loco de calentura ante semejante mamada.

La interrumpí en su labor, porque había decidido penetrarla con pasión y para eso debería hacer lugar en la mesa, en ese mismo instante y sin pensarlo, platos, vasos, cubiertos y botellas cayeron al piso, la puse de espalda sobre la mesa y me coloque entre sus piernas para devolverle el placer que ella me había dado, lamí su vagina húmeda, sus carnosos labios ardían por placer, mordisque todo su pubis, mientras metía mis dedos en su cuevita y en su ano.

En ese instante ella comenzó a convulsionarse de placer anunciando que se venia en su primer orgasmo de la noche y con gusto me decidí a beber sus jugos, en ese momento ella tomaba mi cabeza y me la hundía más dentro de su vagina, mientras sus humedades recorrían mi boca.

Después de eso me pidió a gritos que la penetrara, saque mi cabeza de su entrepierna y me aferré a ese par de pechos con fuerzas y ganas, mientras hundía mi pene, que entraba y salía sin inconveniente y soportaba mis movimientos en forma circular y de embestida.

Retire mi pene y le solicite que se diera vuelta, ella yacía de boca abajo sobre la mesa, volví a penetrarla por su vagina un rato mas, mientras con mis dedos preparaba la entrada a su lindo ano, tratando de dilatarlo para que luego me recibiera con el mejor de los placeres.

Saque mi miembro de su vagina, y apoye mi glande en la entrada de su ano, lentamente comenzó a entrar sintiendo a Ruth que daba un pequeño gemido como de dolor y placer a la vez, por lo que comencé a moverme, lento pero firme, aferrándome con fuerza a su cadera, mientras ella seguía dando gritos de placer.

Mis movimientos cada vez eran mas rápidos y continuos, mis huevos pegaban en su nalga, y mis manos golpeaban su cola con firmeza, ella estaba descontrolaba gemía y gritaba como loca.

Mientras me decía, “mira como goza la trolita de tu novia con mi marido”, y efectivamente así era, Lili sentada en el sillón sobre Manuel cabalgaba desenfrenadamente y verlos hacer el amor así salvajemente, me hacia calentar mas y por supuesto que a Ruth también.

Lili se sentó sobre Manuel, pero esta vez dándole la espalda y aunque yo estaba un poco lejos, ví que estaba siendo penetrada por atrás y con sus manos refregaba con ansiedad su clítoris teniendo ahí un fabuloso orgasmo que ya a esa altura no podría precisar cuantos llevaba.

Cuando estuve a punto de tener mi propio orgasmo, saque la pene del ano de Ruth, que hasta ese momento alternaba entre éste y su húmeda vagina, le solicité que se arrodillara y al estar éste al alcance de su boca, comenzó a lamérmelo de nuevo, mis venas comenzaron a hincharse y sentí que me venia, ella me pidió que terminara en su boca, y así lo hice, un agridulce y abundante esperma salió, inundando toda la boca de Ruth.

Ella trago con placer todo mi semen, para después con su lengua limpiar mi pene, y dejarlo sin un rastro de esperma.

Manuel, a todo grito, anunciaba el final de su actuación, por lo que Lili comenzó a aumentar sus movimientos para extraer la mayor cantidad de sus jugos y que quedaran así dentro de sus entrañas, que seguramente consiguió, aunque Ruth ya se había sentado en el sillón al lado de éstos, para poder limpiar las últimas gotas que Manuel dejara escapar cuando éste terminara por completo su sección.

Lili, con paso lento, como a punto de desmayarse se acercó hacia mí para abrazarse fuertemente y pude sentir a través de su cuerpo como su corazón aun latía fuertemente.

Me miró y nos confundimos en un caluroso y frenético abrazo, ambos estábamos viviendo una experiencia difícil de olvidar mientras dure nuestras vidas y mas aún, sabiendo que esto nos serviría para afianzar nuestra relación con vísperas a proyectar una vida juntos.

Manuel extasiado, se dirigió a darse una reparadora ducha, mientras Ruth con una mirada difícil de explicar y con su dedo índice contrayéndolo hacia si, solicitaba a Lili que se acercara hasta el sofá.

Lili camino hacia allí mientras yo di vuelta la silla con el respaldar hacia mi pecho y me senté apoyando las manos en el mismo para a ver una de las secciones de lesbianismo que mas me han impactado en mi corta vida.

Ruth me miró como desafiándome, como diciéndome “yo soy capaz de hacer gozar a tu novia mucho mas que vos”, tomó de la mano a Lili, la sentó a lado suyo y comenzó a besarle los pómulos para luego fusionarse en un mágico beso, luego la recostó sobre el apoya brazos del sillón y comenzó a deleitar su cuerpo bajando lentamente por su cuello hasta sus senos, ahí se quedo un rato hasta que Lili vibraba de excitación, para seguir lentamente bajando hacia su monte de venus.

A esta altura, mi excitación llegaba a su mas amplia expresión, por lo que no pude mas y me acerque hacia mi novia para ver mas de cerca su cara de placer, ella recostada sobre el apoya brazos y con sus ojos cerrados mordía de vez en cuando sus labios expresando satisfacción plena.

Acaricié su frente sudorosa como quien cuida de un niño con fiebre y ella me miró como agradecida, cerró nuevamente sus ojos para luego comenzar a gemir anunciando un nuevo orgasmo, que fue de tal magnitud que creí que su cuerpo estallaría.

Luego de eso, no pude aguantar mas y acerqué mi pene hacia la boca de Lili, ésta lo recogió en su boca con mucha dulzura y quizás agradecida por todo lo que estaba viviendo me deleitó con suavidad y placer en una mamada que jamás olvidare.

Manuel ya bañado y repuesto de su actuación anterior permanecía inmóvil en medio de la sala masajeándose su miembro dispuesto a entrar en acción.

Y así lo hizo se acercó a su mujer, le tomó la cabeza y se la acercó a su miembro, ésta sin dejar de masajear a Lili comenzó a lamer el miembro de su esposo para prepararlo a que cumpliera su mejor función sexual desde que se habían casado.

Lili con mi pene en su boca tuvo el segundo orgasmo, por lo que tuve que contenerme para yo no tener el mío ya que la sensación que se siente en ese momento es muy difícil poder contenerse.

Ruth se sentó sobre su marido y comenzó una cabalgata que envidiaría cualquier vaquero experimentado, yo por lo pronto, llevé a Lili hacia la mesa, colocándola en el mismo lugar que había ocupado Ruth rato atrás y comencé a acomodar mi pene en su ya mojada vagina, por lo que no tuve ningún inconveniente en penetrar.

Con movimientos circulares y sacando suavemente para luego arremeter con mayor ímpetu, promoví en Lili, que tuviera los mas extraordinarios orgasmos, por lo que ella pedía mas y mas.

Ruth por lo pronto subida sobre las piernas de Manuel cabalgaba y gritaba con desesperación todas las sensaciones que sentía en cada embestida por lo que sus orgasmos eran estruendosos y plenos.

Lili apoyó sus manos en mi pechos, empujándome hacia atrás, cosa que hizo que mi pene saliera de su vagina. Mirándome fijamente me dijo: ” quiero que me hagas lo mismo que le hiciste a Ruth hace un rato”.

Hice que bajara de la mesa y parándose en el borde de la misma apoyando sus manos en ella dejó expuesto su esplendoroso cuerpo y su magnifico ano, que con tantos orgasmos ya concretados se encontraba totalmente lubricado por lo que no tuve ningún inconveniente en penetrarlo.

Manuel nuevamente comenzó a gritar anunciando que sus orgasmos tenían una gran magnitud, y Ruth seguía moviéndose hasta que éste depositara todo su esperma dentro de ella.

Con movimientos circulares yo intentaba sacarle los mas internos orgasmos que Lili guardaba para estos caso y pude con mucho trabajo arrebatárselos, mientras ya Ruth se había acercado a nosotros y de rodillas en el piso lamía el clítoris de Lili como así también mis testículos, pasando de vez en cuando por mi ano.

Esa sensación de que su lengua pasara por mi orificio, debo reconocer me ponía a mil, por lo que cuando Ruth se dio cuenta de ello comenzó a lamerlo con mas intensidad y también con su dedo índice empezó la difícil tarea de tratar de introducirlo.

Eso precipito las cosas y no pude aguantar mas estallando en un glamoroso orgasmo que luego de terminar, Ruth se encargo de limpiar tanto mi pene como los líquidos que de ano de Lili salían lo que produjo en ésta otro orgasmo, cosa que llamó mi atención porque nunca había visto a Lili con calentura semejante.

Tomamos algo refrescante todos nos fuimos bañando por separado y de vez en cuando las mujeres repartían besos y abrazos quizás tratando de comenzar alguna nueva escaramuza, cosa que no consiguieron, los hombres del equipo ya estaban extenuados.

Ruth nos acompaño hasta la puerta y ahí aprovecho para agradecernos, ya que su matrimonio no seria a partir de ahora tan monótono como estaban acostumbrados y prometiendo que ya terminada las vacaciones nos volveríamos a juntar en nuestra cuidad natal en alguna otra oportunidad.

Con Lili nos fuimos caminado por la playa tomados de la mano y completamente felices para proseguir con nuestras vacaciones diferentes a todas las que habíamos tenido hasta ese momento.

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