relatos eróticos voyeur

relatos eróticos voyeur

52 relatos

La apuesta

0,00 (0 votos)
El futbol y en especial mi equipo de platense es mi pasión, por él he conseguido las mejores y las peores cosas de mi vida. Por ejemplo, en mis visitas al estadio conocí a la otra pasión de mi vida, mi esposa Luciana, que a pesar de que no le gusta al futbol me supo robar el corazón.

Jorge

0,00 (0 votos)
Por una casualidad me empiezo a obsesionar con Jorge, mi compañero de piso.

Nuestros inicios en el nudismo

4,30 (4 votos)
Os voy a contar la historia de cómo comenzamos en el mundo del nudismo y las experiencias tan bonitas y excitantes que nos regalaron. Y uso el plural porque esta no es solo mi historia sino la historia de cómo una madre y una hija se inician en el apasionante mundo del nudismo y el placer.

Femdonia IV

4,50 (2 votos)
Azotes, madre-hijo, y también disciplina doméstica en general y sexo oral, y se insinúa hetero, voyeur, fetichismo.

Una anécdota actual

4,30 (4 votos)
A mi esposo lo adoro, estoy muy enamorada, pero el pobre siempre llega tan cansado del trabajo (es operador y trabaja en turnos, además tenemos un pequeño negocio de juegos electrónicos en casa) que me da poco sexo (una o dos veces a la semana pero siempre en fin de semana), así que entre semana estoy muy caliente. Pero como dije lo quiero mucho.

Una anécdota de mi infancia I

4,30 (4 votos)
Mi nombre es Martha y vivo en Monterrey, Nuevo León, México. Soy muy bonita y tengo un cuerpo envidiable (Eso me lo han dicho montonales de veces hombres y mujeres que me conocen) actualmente estoy casada y si tengo algún defecto ese sería que soy extremadamente caliente, jiji.

Pierdo la virginidad con mi empleada madura y caliente

5,00 (2 votos)
Gran sorpresa me lleve al ver que en el cuarto que estaba detrás de la casa, donde dormía esta señora, también se encontraba la ventana abierta y como una cortina tipo visillo, con la cual con la luz prendida en el interior se podía ver perfectamente.

Venancio el viejo tendero V

0,00 (0 votos)
En una de las ocasiones en las que fui al aseo, entró Marcos, y después de magrearme el culo, me dijo que esa noche no me fuera que íbamos tener fiesta. Ya había avisado al viejo Venancio y que este estaba de acuerdo.

Me vuelven romper el culo en el parque de Santa Cruz

0,00 (0 votos)
Me había cogido en sus brazos, y había terminado por meterme toda aquella polla dentro de mi culito. Y luego ver como miraban aquellos 2 jovencitos con aquella cara de asombro y lujuria, al ver como me daba por el culo aquella tremenda polla, que no me extraña que no pudieran aguantar las ganas de volver a pajearse.

Era la mejor calentando a los hombres

0,00 (0 votos)
Yo disfrutaba de veras con las historias que Linda me contó sobre cómo ella y Sarah se paraban en topless delante de su ventana del dormitorio y fingían que no veían a los tipos caminando por la acera, sólo un piso bajo su ventana.

El voyeur

0,00 (0 votos)
Y, aunque en alguna ocasión he podido observar, haciéndome el tonto distraído, como durante las fiestas más alocadas algún que otro invitado exaltado le daba algún que otro cariñoso apretón intencionado, en aquellas carnosas zonas que se supone que no debía tocar, aprovechándose del estado de euforia que le produce el alcohol a mi mujer aun en pequeñas dosis, la cosa no había pasado de ahí.

Estreno de la recamara de invitados

0,00 (0 votos)
Me penetro, mientras con la mano derecha yo jugueteaba con mi clítoris, hasta venirme una vez más, en eso siento en mi ano las típicas palpitaciones de un pene de un hombre que está a punto de venirse, se retira de mí que estaba acostada boca arriba con todos los cojines debajo de mis nalgas, y se viene litros de semen, por afuera de mi enrojecida vagina, y el recién abierto culo.

La mejor madre del mundo II

0,00 (0 votos)
Ellos jadeaban cada vez mas fuerte habíamos llegado al final , Hamed lanzo su liquido caliente en mi interior, notaba mi esfínter al rojo vivo, me corrí con él , Mohamed lo hizo unos segundos mas tarde llenando mi vagina .

El voyerismo

0,00 (0 votos)
Comenzó a bailar con mucha sensualidad, movía sus caderas, y sin ningún pudor dejó al descubierto su chochito rasurado, como a mí me gusta, metiendo sus deditos en su cuevita húmeda, mientras los muchachos sin el menor recato se pajeaban con fuerza, halándose las pijas como queriendo acabar con ese dolor que debían tener en los huevos.
WEBCAMS +18 CITAS PRIVADAS +18 Whatsapp, Telegram, Skype