No sabía si estaría ya en casa, pero entré sin hacer mucho ruido, como con mala conciencia y llegué a la cocina para prepararme algo de comer, cuando escuché ruidos en el piso de arriba, a la altura de nuestro dormitorio.
Al poco, apareció Alberto con un albornoz y me dijo que le siguiera. Me condujo a su habitación. Estaba a oscuras y cuando acostumbré mi vista a la penumbra, pude ver la silueta de ella recortada sobre la cama. Llevaba un pequeño jersey de angora y unas braguitas blancas. Él se quitó el albornoz, se acercó a la cama, empezaron a besarse y me indico que me desvistiera.
Todo empezó hace diez años cuando le confesé varias infidelidades, para ella fue un shock pues siempre pensó que teníamos una relación especial, pura, por encima de la media. Pero es muy inteligente, entendió rápidamente que somos una pareja más, con sus problemas y crisis.
Todo empezó hace como dos años atrás, cuando visitando a unos amigos mi esposa y yo, luego de haber tomado unos tragos y haber bailado y reído por un buen rato, la música y el ambiente se silenció dando un tono aunque imprevisto pero muy romántico, por el cual comenzamos a hacernos caricias leves en el cuerpo y besarnos muy suavemente terminando en apasionados besos.
Un joven se folla alternativamente y en trío a dos hermanas, compañeras suyas de la universidad. La belleza de sus cuerpos sólo rivaliza con su calentura.
Una mujer muy sensual, muy caliente, recibe la visita de un policía vecino al que acababa de conocer, justo después de pegarse un buen polvo con su compañero de piso. Y por qué no terminar enredados en un tórrido trío...
Un joven muy marchoso y con las ideas muy claras se lleva a un pub y luego a su casa a tres chicas muy a tono con sus gustos, dentro y fuera de la cama.
Una pareja viaja hasta la maravillosa ciudad de Acapulco para encontrarse con un amigo. Primero un paseo por la playa y después la deliciosa unión de los tres cuerpos deseosos de darse placer, con generosidad, sensualmente...
No solo controlan mentalmente su voluntad durante la boda, jugando con ella debajo de la mesa entre sus piernas abiertas sino que la poseen los tres en el dormitorio.