Todo comenzó cuando Valeria y yo teníamos 12 años, ya había pasado un mes de lo que me estaba pasando con ella, Valeria en ese entonces era una chica muy linda, rubia de ojos celestes, era mas bajita que yo.
Historia de la vida sexual entre una maestra madura y su aventajado alumno.
Una vez en la universidad, me percaté que me convertía en el blanco de las miradas de compañeros y amigos, me repetían una y otra vez lo despampanante que me veía con mi nuevo look. Julio, uno de mis compañeros más atrevidos, me comentó que tenía un cuerpo de modelo, pero no lo tomé muy en serio.
Ella esperaba que la suspendieran pero tal fue la sorpresa cuando su profesor le da unas pequeñas palmaditas bien dadas en sus nalgas, para que aprenda que no se debe copiar lo que le produce muchísimo placer.
Cuando yo me iba a mi casa ella se despidió muy calurosamente con un gran beso en mi boca y me dijo, ya tienes la mitad de tu calificación, te espero el sábado próximo, la verdad es que la semana fue algo larga para mi y todos los días pensaba en la imagen donde ella se comía toda mi vagina, de pensarlo me humedecía y no tenia otra que masturbarme, pero por fin llego el sábado y en la tarde me dirigí a su casa.
La madurez de Mariela hizo que se sintiera salvajemente atraído y aprovechando la soledad que ella sentía, se envolvieron en una de las mejores experiencias de sus vidas.
Pues bien, la maestra Belén, tendría unos 28 o 30 años divorciada, sin hijos y estaba bastante buena, razón que ha había convertido en una mujer creída y a la que muy pocos galanes le habían conocido.