Caroline se había sentido morbosamente atraída por él, un hombre maduro para la edad de la chiquilla, pero a la vez atractivo, de facciones vigorosas y varoniles, moreno, con el pelo muy negro, surcado por algunas canas, unos labios gruesos, carnosos y bien formados y aquellos ojos de mirada penetrante.
Dejo que su perro hiciese lo que su instinto le ordenaba.
Sacaba el consolador e introducía dos dedos hasta el fondo, Elena soltaba pequeños suspiros, gemía, gritaba cuando Mara hundía el consolador más de lo que su ano soportaba. Rosa me instó a entrar.
La sesión duró un buen rato hasta que Laura me suplicaba "por favor penétrame, no me dejes así", yo evite a toda costa hacerlo aunque mi rabo estaba casi rompiendo los pantalones que ya tenía mojados.
De nuevo repartí el dinero entre mis compañeras ya de trabajo, y al dar la vuelta vi que un coche súper elegante se estacionaba y me llamaba me acerque y le dije que quería, y me dijo tengo un amigo que le hace falta satisfacerse, cuanto me cobras, le di el precio y me dijo te doy lo doble por que mi amigo es muy especial, entonces me subí al coche y al llegar a lo que supongo era su casa, entramos y me dijo voy por mi amigo siéntate, yo me senté me puse cómoda
Comencé a besar y a chupar y a morder su jugosa conchita, olía a recién bañada, perfumada de mujer, ella se arqueaba, sentía los espasmos que le provocaba, gemía y dejaba de mamarme para disfrutar de mis caricias, cuando yo frenaba ella reiniciaba su deliciosa labor de darle lustre con su lengua a mi pene.
Entonces sentí una lengua aparte de la que estaba en mi raja, en mi ano, la verdad que cuando lo sentí casi tenia un orgasmo, por la lengua que me estaba lamiendo el ano, y solo cerré mis ojos y me deje que me lamieran todo lo que querían, no sabia quien era, pero no me importaba lo disfrutaba totalmente, era riquísimo