Yo esperaba que siguiéramos y ella me empujó suavemente para quedar tumbado sobre el banco y dijo... ahora yo, te follaré a ti, y de un solo golpe se montó en mi palo y comenzó a moverse y a cimbrear de manera espectacular, apretaba mi verga con fuerza en su interior y su calor era más de lo que podía soportar.
Ya son más de las siete y media. La piscina va a cerrar. Yo ya estoy vestido, con mi pantalón corto, esperando a mi novia que está en el vestuario. La chica no se ha movido de allí, pero de pronto se levanta y se vuelve a meter en el agua. No hay nadie.
En realidad yo me sentía como un chofer o un invitado que sobraba, puesto que yo no salía nunca con mi hermana, y todos los que subían eran amigos más bien de ellas, y no claro es lógico que no supiera qué pintaba yo allí, excepto que iba a ver un partido.
Te cogí, del brazo, te arranqué de la cama. Llevabas un pijamita verde que te conocía desde hacía años, de pantalón corto y chaquetita de manga corta. Debajo de él no llevabas más que las bragas.
Empezó por acariciar mi glande y después le propino tres grandes lametazos que me hicieron casi correr, en ese momento Nina cogió la batuta de la situación y le dijo seguro que de esta forma le gusta más. Se dio la vuelta, puso su culo en pompa, y metió mi nabo entre sus dos glúteos masturbándome así de esta manera.
Ella acompañaba con sus movimientos de pelvis, marcando el ritmo, por lo que yo no hacia apenas trabajo, entonces se paro y me dijo que sin sacarla bajara otro escalón mas, yo pensé, esta loca, con lo fría que esta el agua entonces baje y aunque ella me acompañaba se escapo la verga resbaladiza de se refugio.
Después días después lo pudimos hablar y ni ella ni yo supimos que había pasado, pero que pasó Sólo recuerdo que la conciencia de las dos rememora una canción de Caetano Veloso, unos bocados de pan y queso y la tarde que se marchaba lenta.
Una vez instalados la recordaba la obligación de mantener las piernas separadas y claro yo elegía los emplazamientos y siempre coincidían con grupos de parejas o incluso solo tíos, que sin cortarse un pelo se fijaban bien en ella y en su brillante sexo entre abierto.
Después de estas palabras abrió la boca y empezó a tragársela, cuando no pudo mas cerro sus labios sobre mi trozo de carne y comenzó a mamármela como nunca nadie lo ha hecho.
Mi polla se enriela y yergue justo detrás de vos, me encorvo un poco para hacerla coincidir con la cañada de tu culo perfecto y aplasto tus montañas redondas de carne con la proximidad de mi pelvis que tiembla de amor y se aposenta en la mujer que es el sabor de la vida, de mi vida.
De pronto, sin cambiar el gesto de su cara, hace un pequeño movimiento con la cintura e introduce la cabeza de su polla en mi conejito, que se abre paso como un cuchillo caliente con mantequilla.
Primero la recibí casi tímidamente con la puntita de la lengua, después tomé su pezón con los labios y finalmente me tragué gran parte de su teta mientras mi lengua recorría incansable su aureola.
Mi dedo se desplazaba en su interior con asombrosa facilidad, así que decidí utilizar un segundo dedo, lograrlo fue algo más difícil pero conseguí que se dilatara lo suficiente para conseguirlo, una vez superado esto mis dedos se desplazaban en su interior con suavidad y seguridad, horadando su interior a la vez que mi sexo penetraba su delicada vagina.
Vaya día... se merecía un buen descanso y relax.
Con las chicas hicimos una amistad que parece de toda la vida… los varones, salvo Emiliano, mi novio, son medio cuadrados, todo tiene que ser de una forma y hay alternativas…
Salimos del agua y tal cual estábamos nos pusimos a comer ¡Bueno! Mas que comer lo que hacíamos era jugar y el juego era divertido, Irina cogía con una mano mi pito y con la otra colocaba un trozo de salchicha, se agachaba y... ¡Zas! Se la comía, yo la colocaba haciendo equilibrios sobre uno de sus erectos pezones y procuraba tragarme la salchicha chupándoselo al mismo tiempo
Con el tiempo fuimos cogiendo mas y mas confianza, y los juegos empezaban a enseñar a la chica que tenia conmigo, yo empece a verla como lo que era, una tía que estaba muy buena y me propuse como objetivo verla desnuda, porque sabia que tenia novio, y con lo recatada que parecía seguro que no conseguiría nada con ella, pero la misión era muy difícil, y a pesar de espiarla un para de veces en las duchas
Ella metió sus manos debajo de mi traje de baño, lo desabrochó y sacó hábilmente mi guevo. La llevó a su boca y lo mamó de arriba abajo. Parecía que se trataba de una competencia con límite de tiempo. Estaba alborotada y disfrutaba cada lamida con cara de picardía. Yo estuve a punto de venirme (correrme) en varias ocasiones, pero me apretaba el pene fuertemente y respiraba hondo para bloquear la excitación.
Sus gemidos eran ya pequeños gritos de placer, cuando de repente ella aparto mi cabeza y se dio la vuelta. Yo me levante y nos dimos un apasionado beso tras el cual me dijo: - No puedo más, como sigas así me vas a volver loca. - Y eso es malo? - No, pero quiero sentirte dentro de mí ya! Como pudo cogió su bolso que estaba en el asiento delantero y saco un condón.