Capítulo 1

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Después de esa maravillosa noche juntos de sábado llegó el domingo, día que no podía mandarle mensaje porque estaría con su novio, yo no estaba para nada celoso pero no dejaba de pensar en ella, quería verla, besarla, abrazarla.

Estaba en mi casa, destrozado por la peda y la desvelada de la noche anterior, pensando en todo lo que hicimos y acariciando mi verga.

En eso sonó mi celular, era un mensaje de ella, me decía que había peleado con su novio otra vez, la noche anterior habían peleado y por eso ella fue sola al bar a festejar a nuestra amiga, su novio ni siquiera imaginaba el grave error que cometió.

Me decía en sus mensajes que iría con su familia de paseo, que moría por verme pero que no podría ser ese día, le dije que no había problema, que la pasara muy bien y si podíamos nos veríamos al día siguiente, el lunes.

Y así ocurrió, nos vimos temprano, ella trabajaba cerca de mi casa, en realidad vivía con mis padres, así que no era mía para ser exactos pero en ese horario ellos nunca estaban.

Me avisó que había ido rápido a la oficina pero tenía tiempo de salirse, así que fui por ella a su trabajo y fuimos a casa.

Nos besamos primero tierno y casi de inmediato ya estábamos otra vez comiéndonos y tocando nuestros cuerpos de manera intensa, subimos a mi recámara y por fin pude ver con luz de día ese cuerpo de diosa, llevaba puesto unos jeans ajustados, pegados, embarrados, una blusa de manga corta y unos tacones altos, se imaginaran como se veía ese culo perfecto, redondo, enorme, carnoso, lo más delicioso que había probado en mi vida, no podía dejar de admirarla, le pedí que diera vueltas, que caminara frente a mí, ella lo hacía sabiendo que tenía enfrente a la persona que la admiraba y deseaba más en el mundo, en ese momento.

Después de verla por unos minutos me acerqué y comencé a besarla suave, nuestras lenguas se entrelazaban y mis manos ya estaban estrujando sus enormes y perfectas nalgas, era una delicia, comencé a bajar a su cuello para besarlo, ahora le quité primero la blusa y le dediqué mucho tiempo a sus tetas, estábamos parados a un lado de la cama, mientras la besaba y acariciaba veía el reflejo de su espectacular trasero en un espejo que tenía en la habitación, ella ya sobaba mi verga encima del pants que llevaba puesto.

Le quité lentamente el pantalón, contemplando cada centímetro de sus nalgas, de su cadera, de sus piernas, conforme iba bajando besaba cada parte que descubría, la aventé a la cama para que quedara sentada y saqué sus jeans, quedó ante mí solamente en tanga y tacones altos, mi mayor fantasía, debo decir que las tangas que le gusta usar apenas se ven, son de hilo muy delgado y fino que solamente tapan su vagina, las nalgas se ven totalmente porque el hilo se pierde entre ellas.

La levanté de un jalón para poder admirar ese cuerpo perfecto y comencé a besarla con ansia nuevamente, la aventé nuevamente a la cama

Yo: te voy a mamar la panocha hasta hacerte terminar.

Ella: espero puedas lograr que termine, generalmente no acabó con sexo oral, es más fácil que termine con penetración.

Yo: pues vamos a ver si puedo.

Comencé lamiendo lentamente sus labios, después metí mi lengua mas adentro, ella estaba muy excitada pero aún no en su máximo, subí un poco y comencé a chupar su clítoris y fui ahí donde se volvió loca, tomó fuerte mi cabeza y la apretó más contra ella, yo estaba hincado en la orilla de la cama y la tenía con las piernas en mis hombros por lo que tenía su vagina a mi total disposición y también sus enormes nalgas, las cuales apretaba con mis manos, eché sus piernas más hacia atrás y su culo quedó a mi alcance, le escupí y después metí mi lengua en su ano, era la gloria, ella me pidió que no lo hiciera porque no le gustaba tanto el oral anal, sentía que olía sucio y estaba a punto de terminar cuando dejé de comerle el coño, puse mi mano en su boca para callarla.

Yo: cállate puta, viniste a mi casa a coger y te haré todo lo que yo quiera.

Ella: puedes hacerme todo menos chupar y cogerme por el culo.

Yo: tu culo es lo que más deseo.

Ella: todos desean mi culo pero pocos lo han podido tener, veremos si eres uno de los afortunados.

Le dí una bofetada fuerte y seguí lamiendo su culo, el olor a mierda y su negativa me excitaban más, metí mi lengua lo más que pude en su ano, ella me permitía pero notaba que no estaba tan cómoda así que regresé a su clítoris y chupé de la manera más deliciosa esa maravillosa parte de su anatomía hasta que terminó, en el Inter frotaba su ano con unos de mis dedos mientras le decía que le rompería ese culo de puta que seguramente muchos ya habían penetrado, en ese momento ella gritó muy fuerte que estaba acabando y comenzó a temblar, llenó mi boca, mi pecho, mis piernas y mi cama de sus riquísimos fluidos, sus músculos se contrajeron de manera tan intensa que me asusté un poco, pensé que le daría un infarto pero a pesar de eso yo estaba completamente excitado, fuera de mí, la seguí tocando pero me pidió que le diera un momento para recuperarse, que cuando terminaba por sexo oral en el clítoris era muy fuerte y necesitaba un poco de tiempo, así que me senté a su lado y solo la contemplé unos minutos.

Después de lo que me pareció una eternidad me dijo:

Ella: lograste hacerme terminar con la boca, quizá mi culo lo han tenido varios pero lo que hiciste con tu lengua es algo que casi nadie ha logrado, eres maravilloso con eso que me haces.

Yo: amo hacer sexo oral, he logrado que muchas terminen con mi lengua.

Ella: pues de ahora en adelante solamente podrás hacerme terminar a mí con tu boca, no quiero que lo hagas con nadie más.

Yo: ok, solamente lo haré contigo pero yo quiero ser el único que te trate como puta y te coja pero tienes novio, mientras sigas con él yo cogeré con quien quiera.

Ella: me parece justo, al final de cuentas solamente somos amantes por el momento.

Yo: eres una tremenda puta, tu novio pensando que estás trabajando y tú estás cogiendo con un cabrón que apenas conociste hace dos días.

Ella: nos conocemos desde hace muchos años aunque no te acuerdes de mí, eso me hace menos puta, esto lo decía con una cara de calentura

Yo: eres una pinche zorra infiel, una puta cualquiera que se deja coger por el primero que pasa por enfrente, así como lo hiciste conmigo el sábado seguramente lo has hecho mil veces con tipos afortunados como yo.

Ella: te voy a confesar que es la primera vez que hago eso, jamás me había siquiera besado con alguien en un bar o en un antro, obviamente muchos lo han intentado pero no es mi estilo.

Yo: y por qué conmigo sí lo hiciste?? No te creo, eres una puta, con ese cuerpo y esa cara puedes tener al que quieras de los tantos que están tras de tí, además chupas la verga, coges, te mueves y todo lo que haces en la cama es de una puta profesional experta.

Ella: soy una mujer que disfruta mucho el sexo y sí tengo mucha experiencia pero no han sido tantos con los que he cogido, para empezar porque tengo a mi novio desde hace 10 años.

Yo: quién te lo hace mejor?? Él o yo??.

Ella: definitivamente tú, por eso estoy aquí.

Yo: quién tiene la verga más rica.

Ella: tú, me encanta lo gruesa que la tienes y lo cabezona, eso me hace sentir mucho placer.

Yo: pues entonces deja de hablar y comienza a chuparme la verga puta de mierda.

Ella: lo que tú me digas, soy tu puta y haré lo que me pidas.

Yo: chúpame hasta tener la verga muy dura para cogerte por el culo.

Ella: eso no será hoy, tienes la verga muy gruesa y es muy doloroso.

Yo: no me digas que no te han cogido por el culo muchas veces con vergas grandes.

Ella: claro que sí, me han partido el culo muchas veces vergas grandes y gruesas pero yo elijo quién me coge por ahí y generalmente son hombres con los que ya tengo tiempo saliendo, cogiendo o que son mis novios formales.

Yo: pues no descansaré hasta estar dentro de tu culo perfecto, me tienes obsesionado con ese par de enormes nalgas, me encanta tu cara, todo tu cuerpo, pero tu culo es un tema aparte.

Ella: deja de hablar y cógeme por la boca.

Sin decir una palabra más metí mi verga flácida en su boca y comenzó a chuparla, primero lentamente porque estaba muy aguada, la pajeaba y se la metía, conforme fue creciendo y poniéndose dura la agarré de la cara y comencé a follarla con fuerza, ella intentaba detenerme con sus manos pero yo se las quitaba y apretaba su cabeza contra mi vientre, mi verga llegaba muy adentro y hacía el gesto de vómito, se la sacaba y veía sus ojos llenos de lágrimas, eso me excitaba mucho.

Yo: ves que sí eres una puta, eres la mujer perfecta.

Ella: soy lo que tú quieras, soy tu perra, tu puta, una zorra de mierda pero ya méteme la verga.

Le dí una bofetada muy fuerte y la jalé del cabello para que se pusiera de pie, con los tacones puestos estaba más alta que yo, me senté en la cama y le ordené que caminara frente a mí para verla completa, era perfecta, cada paso que daba hacia que sus nalgotas se movieran, la jalé hacia mí y la tiré en la cama, me puse sobre ella y la penetré, ahora lo hacía de manera lenta y romántica, la besaba tiernamente y nos veíamos a los ojos, le dije que era la mujer más hermosa que conocí en mi vida, que me encantaba decirle cosas muy sucias pero que era maravilloso hacerle el amor.

Yo: me encantan tus ojos y tus labios, eres muy bonita.

Ella: tú también me encantas, tu sonrisa fue lo primero que ví en el bar y ahora veo que es hermosa.

Yo: que rico es hacer el amor contigo, me estoy enamorando de ti.

Ella: yo también me estoy enamorando de ti Miguel.

Estuvimos así por varios minutos, primero muy lento y después rápido y fuerte porque ella me lo pidió, ambos terminamos al mismo tiempo, nos abrazamos y nos besamos, estábamos sudando mucho, exhaustos de tanto placer y tanto amor, definitivamente era la mujer de mis sueños a pesar de apenas conocerla, nos quedamos abrazados y nos dormimos un rato, despertamos preocupados de que pudieran llegar mis padres, nos vestimos y nos salimos a comer algo en un centro comercial de moda, compramos helados y todo tomados de la mano como si fuéramos novios, era la puta perfecta en privado y la mujer más maravillosa en público.

Esta fue apenas nuestra segunda cita o nuestro segundo día de sexo pero ya era nuestra mejor experiencia en la vida, no solo se trataba de coger, también de hacer el amor y así como podía tratarla como mi perra también podía tratarla como a la mujer más amada, este fue el inicio de una hermosa relación pero llena de morbo y sexo de todo tipo.

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