Relatos eroticos sadomaso

Dolor mezclado con sexo, cuero y cadenas.

87 relatos

Tortura en el poste engrasado

0,00 (0 votos)
Basado en un juego llamado ‘cucaña’, que consiste en trepar por un poste vertical o inclinado que suele estar embadurnado con alguna sustancia resbaladiza para dificultar alcanzar el premio.

La inconsciencia de Laura II

5,00 (1 votos)
Despertó tres días después, a mediodía, en su cama, en su casa, sola. No recordaba cómo había llegado hasta ahí. Despertó con dolores por todo el cuerpo, se asustó mucho y se dio cuenta que esa experiencia le iba a marcar toda su vida. Y vaya si lo iba a hacer.

La inconsciencia de Laura I

5,00 (1 votos)
Ella llevaba meses colgado de ese perfil, de sus fotos y de sus vídeos. No podía dejar de leer ese perfil que se anunciaba como Cabronazo y que había dejado muy, muy claro que no aceptaba nuevas esclavas.

Una rosa para mi mujer

0,00 (0 votos)
Las rosas les encantan a las mujeres. Ella me había pedido que traiga un jardinero para que le construya un rosal. Así lo hice. Por un mes el jardinero trabajó y mi esposa me decía al oído en la cama o en el sótano que era una sorpresa.

Mi tutora del internado

5,00 (2 votos)
Cuando tenía 18 me quedé huérfana de madre, así que mi padre tenía que decidir o llevarme con él de viaje y realizar una vida no muy conveniente para una chica, o la otra alternativa era ir a vivir con mi abuela paterna, que era igual de arisca que su hijo o la peor de todas ir a un colegio interno en Londres; al final eligió la última, ya que parecía la que más me convendría a futuro, eso pensó mi padre en ese momento, aunque no sabía lo que realmente experimentaría en aquel lugar y las consecuencias que acarrearía.

La travesti sumisa

5,00 (1 votos)
Cuando se harta de follarme, ayudado por su padre, me la mete hasta la garganta y allí eyacula. No me deja ni tirar ni tragar el semen, sino que con la boca llena, pasamos al salón y allí me folla él desesperadamente.

Sor Angustias de la Palma II

0,00 (0 votos)
Antes de comenzar a relatar el difícil y sacrificado camino hacia la santidad de Sor Angustias de la Palma, me detendré en referir a mis lectores la magna obra educativa que desde hace quinientos años viene desarrollando la orden de las Carmelitas Lacerantes de Las Llagas de Jesús.

Club privado

0,00 (0 votos)
Me piden que me desnude detrás del biombo, dejándome solo las braguitas blancas... Lo hago y al salir siempre mirando al suelo noto que me sonrojo no soy capaz de volver a mirar los negros y brillantes zapatos de los caballeros ni los de la chica miro sólo los míos.

Esclava puta-cerda609. Mi Historia IV

0,00 (0 votos)
Porque aunque de cara a la galería, éramos novios, y se suponía que dormíamos juntos en una hermosa cama de matrimonio que tenía en su piso, en la intimidad yo no era más que su puta, su fulana, y sobre todo su esclava, y por tanto me reservaba un cuarto, pequeño y oscuro para que durmiera.

Mi primera esclava II

0,00 (0 votos)
Entre al cuarto de baño donde llene un cubo con agua caliente, cogí dos toallas y de mi bolsa saque una navaja de afeitar y espuma, el primer paso para un buen afeitado es preparar el lugar.

Esclava puta-cerda609. Mi Historia II

0,00 (0 votos)
Nada que ver con lo que, por voluntad propia es ahora. Un sumiso "cornudo chupaleches", como le llaman mis Amos, obligado a presenciar y colaborar en la degradación y emputecimiento extremo de su esposa, que tiene que suplicar para poder cubrirme alguna vez, y cuando le permiten hacerlo es solo después de que otros hayan descargado sus fluidos sobre esta ramera. Siempre el último, y siempre debe limpiar a la puta con su lengua.

Amor de madre a hija

4,50 (2 votos)
Le acompañe y ayude acostarse, mientras sacaba su ropita, traje una crema y le pase por la zona castigada, sentía en mis manos el calor que su piel irradiaba en cada una de las marcas que su cuerpo tenia, surcos rojos que cruzaban su nalgas, algunos se perdían en su entrepierna, otros recorrían desde arriba hasta debajo de las pantorrilla, una maraña de marcas, surcos de color Rosado y rojo que se cruzaban sobre una piel blanca. cuya suavidad se había perdido por las magulladuras que la varilla le había provocado.

Mensaje en una botella

0,00 (0 votos)
Advierto que deseo someterla en mi isla, atraparla en ella, hacerla mi esclava, sin más compromiso que el de sentirse mía en el interior de su mente, en sus húmedos sueños liberados. Inexperta en el dolor y en la sumisión, posiblemente nunca atraída por estas sensaciones, pero que al leer mi mensaje, sienta deseos de descubrirlos.

El señor del mar V

0,00 (0 votos)
Luchó por desprenderse de la imagen de aquel cuerpo desnudo, envuelto en la sensualidad de los tonos rojizos. Y sintió en el pecho un fugaz e hiriente vacío, como el que dejan los celos cuando aparecen.

El señor del mar IV

0,00 (0 votos)
Con extrema suavidad, la verga fue penetrándola, hasta quedar atrapada por completo en la húmeda caverna de su ardiente sexo. Una oleada de placer sacudió a Miriam que, frenéticamente, cabalgó sobre el miembro de SeaLord, enloquecida, poseída por un deseo desmedido que aniquiló sus miedos y complejos.

Esclava puta-cerda609. Mi historia I

5,00 (1 votos)
Me llevaron a un ginecólogo chino clandestino, y en el sótano de un sucio restaurante me extirparon los ovarios, y con ello mi dignidad femenina. En pago a sus servicios, el "doctor" pudo despacharse a gusto conmigo antes de la operación. Pero esa historia la contaré más adelante.
WEBCAMS +18 CITAS PRIVADAS +18 Whatsapp, Telegram, Skype