Síguenos ahora en Telegram! y también en Twitter!

Club privado

Club privado

Estaba muy excitada, porque me habían admitido en el Club Privado SM.

Me enviaron una carta donde se me daban instrucciones y la llave del club que era la llave de una planta reservada en un famoso hotel de Barcelona.

Estaba realmente feliz de haber sido admitida pues mis medidas físicas y mi formación teórica como sumisa habían superado las expectativas de los Amos del club.

Me preparé a conciencia, dándome un largo baño en sales perfumadas, peinando mi cabello, maquillándome y depilándome a conciencia.

Se acercaba la hora de la cita.

Me vestí con las braguitas blancas y transparentes sin sujetador tal y como me indicaban en la carta y mis zapatos de 12 cms de tacón.

En el taxi mi corazón palpitaba a cien por hora, no tenía ni idea de lo que me iba a esperar en la recepción al club, donde admiten sólo la entrada de un socio/a cada mes; a punto estuve de echarme atrás.

La verdad es que tenía miedo porque era realmente una situación peligrosa ya que nadie de mi entorno de trabajo, familiar o amigos sabía de este tema, por lo que a mi ansiedad se unía el miedo a lo totalmente desconocido.

Llegué al hotel, y subiendo en el ascensor pensé que me desmayaba de ansiedad… El ascensor se para en la décima planta. Es aquí. Salgo y me encamino a la habitación 101 como se me ha indicado y como viene también indicado en la llave.

El ruido de mis tacones es totalmente amortiguado por la alfombra roja que tapiza el largo pasillo pero el ruido de mi corazón parece que retumba por toda la estancia haciendo moverse los cristales de las lámparas.

Llegó a la puerta, respiro hondo y meto la llave. Entro… dentro hay una especie de sala de estar con un sofá de piel negro, y una lámpara que pone en penumbra la estancia…

La calefacción esta alta así que me saco el abrigo… y me siento a esperar. No pasan tres minutos cuando una chica alta vestida con un traje de chaqueta azul me pide que la acompañe, le sigo y me conduce a un despacho donde hay una camilla ginecológica y dos hombres esperando.

Me piden que me desnude detrás del biombo, dejándome solo las braguitas blancas… Lo hago y al salir siempre mirando al suelo noto que me sonrojo no soy capaz de volver a mirar los negros y brillantes zapatos de los caballeros ni los de la chica miro sólo los míos.

La chica me coge por un brazo y me indica que apoye las manos en la camilla y me coloca para que mi trasero quede expuesto.

Uno de los hombres de acerca y me baja las braguitas hasta las rodillas, después otro se acerca y me pide que me prepare para los azotes de bienvenida van a ser sólo diez con una pala de madera…

Me pide que los cuente y así lo hago, me los va dando cada vez mas fuerte, por lo que llegado el décimo el rímel de mis ojos ha manchado mi carita…

Con el culito ardiendo la chica me indica que me suba a la camilla, coloca mis piernas en los estribos y quedo totalmente abierta y expuesta.

Acerca la lámpara a mi vulva y ata mis manos con una cuerda debajo de la camilla ; se va dejando paso a otro hombre con bata blanca que introduce un speculum en mi húmeda vagina y sin ningún miramiento comienza a abrirlo hasta que por mi agujerito entra ya un puño sin ninguna dificultad.

Con el foco de luz apuntando mi abierto sexo y en esa situación mi coñito comienza a palpitar de placer…

Me observan unos minutos, me sacan el aparato y me desatan al bajarme de la camilla me indican que debo caminar a cuatro patas… y caminando así me llevan a otra estancia que esta totalmente a oscuras… camino por la estancia enmoquetada hasta el centro donde agarrándome por el cabello me colocan en una pequeña mesa de madera y me dejan allí ordenándome que no me mueva.

Pasa aproximadamente un cuarto de hora en el que sólo siento cosquillear mis nalgas cuando encienden un foco que me ilumina muy de cerca encima mío y que me impide ver a mi alrededor… Alguien se acerca y noto unas manos masculinas que me pellizcan los pezones y me da fuertes azotes en las tetas mientras unas manos femeninas me vendan los ojos… Entonces noto como un cubito de hielo resbala por toda mi espalda hasta que se detiene en la entrada de mi ano y con decisión entra empujado por un dedo helando mi acalorado interior… En un par de minutos el hielo esta derretido y me introducen tres cubitos más seguidos… El hielo se funde en mi interior y comienza a salir resbalando por mis abiertas piernas….

Después de esta operación noto como posan bajo mi barriga un cesto y de donde cogen un huevo que me introducen por la vagina sobándome la entrada y dejándolo en mi interior mientras con una fusta comienzan a golpear mis pechos… Cuando terminan noto que el huevo resbala y se me escapa rompiéndose en el suelo al caer… Entonces la fusta comienza a golpear mis nalgas y mi vulva sin piedad y mis gemidos cada vez son mas fuertes junto con mis lágrimas…

Se detiene después de una buena tunda y me dejan unos minutos donde me parece que no puedo soportar más el ardor de mi piel en mis tetas, coñito y ano, por el que sigue resbalando el agua de los cubitos…

Noto que cogen otros objetos de la cesta… me colocan unas pinzas en los pezones con unas pequeñas pesas… y también algo suave pero muy ancho que quiere entrar en mi vagina… es un calabacín enorme… noto que no puedo abrirme más pero las manos empujan e intentan dilatarme más con un poco de aceite… al final logra entrar pese a mis gemidos y llantos lo tengo totalmente incrustado en mi interior… cada vez que me balanceo las pesas castigan mis tetas… noto que estoy a punto de llegar al orgasmo, entonces retiran las pesas y sacan de golpe el calabacín que tanto esfuerzo costó introducir..

Me levantan y me llevan a una cabina donde me duchan en agua totalmente helada, comienzo a gritar pero no puedo salir de allí ni quitarme la venda.

Después de unos minutos bajo el agua cierran el chorro y me sacan de allí envolviéndome en un caliente, suave y perfumado albornoz.

¿Qué te ha parecido el relato?


Descubre más desde relatos.cam

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo