Era increíble, con su saliva cubrió mi polla y lamía concentrada con la lengua en el capullo. Sin duda, lo hacía de forma automática, bien instruida por algún jovencito.
Hice que su bata cayera en el suelo pasando mis manos sobre sus hombros, hasta que solo se quedo vestida con una braguita blanca, bajé mi cabeza hasta sus senos y ella echo su cabeza hacia atrás mientras chupaba como un lactante con una fruición que dejaban escapar gemidos de su boca.
No tardé mas de 30 segundos en correrme, le avisé pero no me hizo caso, así que le sujeté la cabeza y comencé a follarle la boca hasta que sentí que le llenaba la boca con mi leche.
Como un amante tierno me lamía los jugos que se escurrían por mi culo y que poco antes me había inyectado dentro fue cuando voltie y le vi su enorme miembro me hacia cruces de como podía yo haber tenido dentro tan inmensa masa de carne, y eso sin contar que ya se le iba deshinchando.
Las chicas pasaron con nosotros dos espléndidas semanas, un día una al otro día otra ( siempre se quedaba una con su tía por pura prudencia) llegaron a conocer todos los maravillosos escondites que estas islas paradisíacas ocultan.
Cuando empezó a meterla sentí como si estuviera entrando un puño y no se como, pero entró hasta la base y empezó a meter y sacar repetidas veces hasta que la saco y un río de leche cayo sobre mi vientre, acompañado de un prolongado orgasmo de mi parte.
Todos sabrán a que te dedicas, si no lo han descubierto aún. Juan se corrió en mi boca al mismo tiempo que Alberto empezaba a penetrar mi culo totalmente enrojecido por los azotes.
De esa manera podíamos vernos perfectamente a nosotros mismos y a la otra pareja que había cambiado ligeramente su postura: podíamos ver el bamboleo de los pechos de ella ante las embestidas de su pareja, los gritos de ambos seguían llegando claramente por los altavoces y mi mujer empezó a moverse.
Mi nombre es Sabrina, tengo 20 años y desde hace uno mantengo relaciones sexuales con mi padrastro y mi madre, o mejor dicho follo con ellos, porque eso es lo que hacemos, follar como animales y la verdad es que nos encanta.
Lo animó a penetrar hasta el fondo y salir sin sacar del todo la punta, para volver a arremeter hasta juntar los huevos con su culo y el pubis contra el suyo hasta que el chico se corrió llenándole la vagina de semen, pero sin perder la erección.