Últimos relatos calientes:

Ellas decidían I

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La colocó de rodillas ante ella y le dijo: Abre la boca y bebe. Y abriéndose los labios vaginales comenzó a mear demostrando un gran dominio para dirigir el chorro del dorado licor a su objetivo. Celia bebía lo que podía y tragaba sin apartar la boca. Otra sorpresa de aquella recién conversa en zorra guarrona.

Lesbovampiras IV: El lado oscuro 1

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La jovencita se sorprendió un poco de si misma al soltarme el piropo, sin duda no sabia porque lo había hecho, pero yo si, era los efectos de nuestra aura seductora, su aroma sexual me estaba volviendo loca, así que decidí pedirla que se fuera antes de que mi apetito me hiciera meter la pata...

Javier y compañía I

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Yo no dejaba de mirar su cuerpo, el solo llevaba puesto un pequeño calzón que dejaba que se le notase el paquete. No podía sacar de mi cabeza la imagen de Enrique dándole por el culo, no podía dejar de pensar que allí delante de mí tenía una buena polla que llevarme a la boca, pero por otro lado era el padre de mi amigo, y además en cualquier momento podía venir su mujer.

Mi perro y yo

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Fido se me quedó viendo raro, se aproximó a mí a olfatearme, yo me asuste y entré en la casa pero Fido me siguió de pronto me percate de lo que pasaba, Fido había olido mis jugos vaginales y noté como su pene empezaba a crecer y crecer, hasta que la mayoría se le había salido...

Infidelidad consentida

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Estaba impresionante, llevaba una camiseta con un señor escote el cual dejaba a la imaginación muy poco dejando incluso a la vista una pequeña sombra de la aureola del pezón lo cual la hacia parecer muy potente...

El reconocimiento

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Tenía los cachetes del culo al rojo debido a los azotes que le habíamos dado. La doctora me dijo que siguiera empujando mientras el cuerpo de Pilar se contorneaba cada vez que recibía un centímetro más de polla, había dejado de gritar pero sin duda lo estaba pasando mal.

Confesiones de mi tia Clara

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Sin aceptar la invitación volví a mi lecho matrimonial donde mi marido distendido descansaba de las tensiones que ayer lo volcaron a la realidad, mirando por la ventana abierta los recuerdos de la semana fueron pasando por mi mente

Tiempo perdido I

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Me empezaba a masturbar mirándola, sin imaginar nada, sólo mirando su cuerpo, disfrutando de sus piernas y sus pechos abultados por estar durmiendo de lado. Me corría, lo limpiaba y me iba a la cama feliz.

El vendedor

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Un día aburrido, acude al centro de la ciudad... y pasa a una tienda a ver unos pantalones y unos zapatos que hace tiempo quería comprar, allí le atenderá muy amablemente el vendedor.
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