Él esperaba en el sillón, prisionero de un silencio que era su única obligación. Ella se acercó, con el sabor de otro hombre en la piel, para darle de cenar.
Basado en un juego llamado ‘cucaña’, que consiste en trepar por un poste vertical o inclinado que suele estar embadurnado con alguna sustancia resbaladiza para dificultar alcanzar el premio.
Una habitación de atmósfera cargada y sensaciones con aromas y texturas diversas. Piel, fluidos, aromas... Esta es la realidad del goce, no otra. Cuando el arte es puro y crudo fetichismo dibujado en la piel.
Verónica esta dispuesta a enseñarme que es una experta de la felación. Parece ser que una misteriosa amiga le a dado unas clases teóricas ahora las pone en practica conmigo.
Mi primera vez que hice el acto sexual con Verónica. Fue en un polígono Industrial, encima del capó del coche, en plena calle. Imprudente, sucio, placentero y muy, muy intenso.
Descubro quien es la mejor amiga de mi amante. La maestra que le enseña sobre el sensual arte del sexo, y que me da una clase particular de sexo.
Mi vida se complica poco a poco y no me doy cuenta del lío en el que me estoy metiendo con tanta lascivia a mi alrededor.
Esta es la historia de mi primera infidelidad, la juventud y el vivir con mi novia demasiado joven provocó una serie de relaciones fuera de la pareja, que acabó en una espiral de encuentros sexuales de diversa índole tanto con mi pareja como con otras mujeres. Verónica, fue de las más intensas.
Un matrimonio tradicional, conservador que viven con normalidad la devastadora mezcla entre asimetría, poder, religión y depravación. No hay artificios, no hay opciones. Es como es y con eso es suficiente y necesario.
Martina y Miguel se aman. La entrega, la pertenencia; saber el lugar que se ocupa para que la felicidad sea certeza y no promesa. Relato de pegging un día cualquiera.
Andrea tiene la vida que siempre soñó: un marido, dos hijas maravillosas y una casa. Pero tras meses crianza, su vida sexual es un desierto. Todo cambia en un ascensor.
Andrea tiene la vida que siempre soñó: un marido, dos hijas maravillosas y una casa. Pero tras años de crianza su vida sexual es un desierto. Todo cambia con un encuentro fortuito en el ascensor.
La decisión de querer dejar de estudiar y ponerse a trabajar hizo que una joven poco experta en el sexo, quedase cautivada por su jefa, una mujer lesbiana, muy dominante, que la inicia a probarlo.
Con mi pareja, nuestra primera visita a un club liberal.donde buscabamos ampliar nuestro dominio sexual y conocer nuestros limites, resulto ser una experiencia unica, que nos encantaria repetirla, agregando nuevas experiencias , con mas detalles,y situacianoes aun mas morbosas.
A pesar de tener 78 años, yo pensaba que las mujeres mayores pasaban del sexo pero me equivoqué totalmente... Las mujeres mayores todavía pueden hacerlo si encuentran la ocasión y disfrutan con ello.
Sara volvía a casa, su familia la esperaba. Giró la esquina, miró asombrada y quedó petrificada. Un ave de fuego, en la cima de aquel gran edificio, la miraba fijamente.