Un verano caliente

En la vista majestuosa del glaciar, mis ojos se llenaban de orgullo por sentir en esa belleza e imponente corteza de hielo, mi manera de gozar en la vida.

A la tarde, ya en el fogón de la cabaña, sentía que mi compañero, pensaba como yo , sexo, acostados los dos desnudos sobre un manto térmico, no tardo de penetrarme y gozar, acabar con tanta gente cerca de uno, no me pareció difícil.

Aproximadamente a las cuatro de la mañana, desperté sobresaltada, por no encontrar a mi compañero dentro del cobertor, sentí que alguien venia, no me dio tiempo a darme vuelta, sus dedos en mi cuello produjeron un desmayo, entredormida, me sentí violada, una y otra vez distintos penes entraban en mi vagina.

Me solté por completo, mi cuerpo y mi mente se esclavizaron en un desenfreno, cuando la primer verga entro en mi boca, pensé en morderla, un hilo de cordura, me indico en gozar de la situación y eso hice, cuatro fueron las mamadas que me trague, más de cinco los polvos en mi vagina y tres por lo menos que me acuerde en mi culo.

En los últimos polvos, mi posición de sumisa, paso al goce, el desenfreno de cada pija, me hacían sentir lo puta que era, en momento determinado los tres grandes orificios poseían un pene, era la posición que más de una vez hablamos entre amigas, «la reventada» me sentí satisfecha, no reconocía a quienes me hicieron enloquecer.

Todos eran chicos jóvenes entre 20 y 25, mi compañero de viaje no estaba, recién al mediodía siguiente apareció en la cabaña, sus grandes ojeras, denotaban que igual que yo había estado amando, su historia fue que fue al baño y una piba lo invito a fornicar, la vio linda y se fue tras ella, no era una eran tres , que lo tuvieron toda la noche.

Cuando pregunto por mi cara de cansada, le conté que alguien lo reemplazó y estuvo toda la noche.

No me extraño que una pareja de extranjeros en perfecto Ingles nos invitaran a un intercambio de parejas, eso hicimos.

Tampoco me extraño que no era uno solo (eran cuatro) , esta vez nos presentaron y el desenfreno fue formalizado.

Ese fue el verano más caliente que pase en el sur.