Se entrega al grupo de amigos de su marido mientras este duerme
Me llamo Amparo y soy una guarra, así de sencillo.
Tengo 30 años y soy casada con una hija de 15 años, de la cual me quedé preñada muy jovencita y la cual fue un morbazo endiñársela al imbécil de mi marido.
Mi marido estuvo enamorado de mí desde el colegio.
El sexo ha sido,es y será el motor de mi vida, por lo cual dedicó toda clase de sacrificios a mantenerlo atractivo.
Estoy superbuena, con enormes pechos de silicona, nariz retocada y labios artificiales, carnosos y morbosos
¿Y que?
Mis caderas de naturaleza son impresionantes, realzadas por mi estrecha cintura, agraciada con una liposucción y horas de gimnasio.
Mi culo es lo bastante bonito para no necesitar ayudas artificiales
¿Y que?
Que digan lo que quieran,siempre fui hembra despampanante y lo seguiré siendo, con ayudas o sin ellas.
Soy morena de pelo largo y piernas torneadas.
Mi trabajo me cuesta todo esto y no me privaré de presumir de ello.
Mi marido es vendedor y una noche llegué a casa y me lo encontré con cinco compañeros viendo un partido de fútbol.
Soy sádicamente sincera al decir que mi marido, pese a su inteligencia, siempre ha sido el tonto del grupo, y ahora no era diferente.
Había tonteado anteriormente con algunos de ellos por puro morbo, pero uno entre ellos había que me traía loca.
Sergio, un rubio impresionante, de pelo largo y rizado recogido siempre en un a coleta.
Con él solo miradas,pero sabía que le gustaba y el sabía que me gustaba.
-¡Cuánto chico guapo¡- saludé amigablemente.
-Cada día estás más buena Amparo – Contestó uno y todos rieron, incluido Andrés, mi marido, que no se molestaba por tales bromas.
Automáticamente me puse cachonda ante la situación ante tantos hombres que sabía me deseaban.
Vestía camisa blanca y vaqueros y notaba que me agobiaba tanta ropa.
La niña dormía fuera y mi mente comenzaba a fantasear.
Así soy yo.
-¿Os quedaréis mucho tiempo?
-El partido acaba de comenzar.
-Bien,os prepararé unas bebidas.
Me encantó hacerles de camarera y la situación se calentó en seguida, al cabo de unos cubatas.
Yo procuraba que así fuera, contoneando mi culo y procurando que mis tetas botaran al andar, siempre sin que se diera cuenta Andrés, al cual por cierto siempre añadía más alcohol.
Sabía que no lo aguantaba y caería.
Al cabo de un rato ya estaba bastante cargado y diciendo tonterías.
Tras el partido pusieron una película en el vídeo.
-Vamos Amparo, alegrarnos la vista – dijo uno.
El alcohol nos iba volviendo inhibidos.
-Ponte algo sexy- Acto seguido miró a Andrés
-Deja que al menos podamos mirarla,ya que no podemos tocarla.
Él accedió, como siempre.
La personalidad no es lo suyo.
A mí me encanto y accedí.
Tengo un armario lleno de ropa sexy y lencería.
Me puse una minifalda muy mini de vuelo, de tela negra finísima.
Acompañada por una ajustadísima blusa blanca de algodón, algo transparente, sin sujetador, un escándalo para mis pezones.
Casi me corro (es un decir) con tantos piropos.
En un momento me crucé en el pasillo con Sergio.
Yo llevaba unos vasos y él iba al aseo.
Me cedió el paso y yo restregué mi culo descaradamente en su entrepierna, mientras miraba hacia atrás a sus ojos y sonreía.
A partir de ahí, comenzó a subir la temperatura.
Andrés estaba bastante borracho ya y no se daba cuenta de cómo me metían mano.
Comenzó como no Sergio, acariciando mi culo.
Todos se fueron animando.
Yo procuraba dejar míos pechos al alcance cada vez que me inclinaba sobre la mesa, y me encantaba notar aquellas manos en mis tetas y mi culo como recompensa.
El cornudo de mi marido se hubiera quedado roque sin nada, pero aun así le ayudé.
Ya había fantaseado con algo así hablando con mi amiga Tere, que me facilitó dos pastillas de Rohipnol, un medicamento para dormir bastante fuerte.
Le mezclé las dos con la bebida y después de un rato interminable de asquerosa borrachera y decir tonterías, se quedó frito en la mecedora.
Después de asegurarme que no despertaría dándole unas fuertes bofetadas ante la risa de todos, hice un gesto indicándoles que mi cuerpo estaba a disposición de todos ellos.
Ni se lo creían muchos.
Sergio me tomó en brazos y sentó en sus rodillas, morreándome.
-¡Tócame las tetas¡
-Supliqué
-¡Tócame las tetas,por favor¡
-Me encanta esa caricia,y estaba loca por sentir sus manos plenamente en ellas
-Llevo mucho tiempo deseándolo.
No se hizo de rogar, sobándomelas a conciencia y desabrochando los botones de mi camisa.
Yo me quería morir.
-Levanta-me dijo y obedecí, mostrando mis tetas a todos.
Se desabrochó la bragueta y sacó su ansiada polla.
Yo sola me arrodillé ante ella, procurando demostrar reverencia.
Me cogió por el cuello y me dijo morbosamente:
-¡Come rabo¡
Comencé a mamar como una posesa y comenzó el desfile de pollas por mis agujeros.
Fue morbosísimo.
A veces pasaba las pollas por la cara y boca del imbécil de Andrés, llegando a meterlas en su boca (me encanta humillarlo).
-A ver.
Conozco a los hombres y se que cuando empecéis a ver como os corréis en mi boca no querréis besarme muchos.
Así pués,primero os follaré de uno en un o como queráis
-Estaba dispuesta a entregarles lo que quisieran.
Folle con dos en el dormitorio,con uno en la mesa de las cocina,otro en la del salón (Sergio) delante de Andrés y uno en la cama de la niña.
Nada había sagrado.
Después vino la orgía general.
En medio de ella me pidieron el álbum de fotos y lo saqué.
Grandes risas a costa del cornudo de mi marido y mi la muy puta de mi suegra.
Pero el morbo vino con las fotos de la niña.Realmente es una belleza a sus 15 años y me pidieron más.
Ni ahí me frené y saqué unas en bañador en la piscina del bloque.
Comenzaron a preguntarme impertinencias y a mi me ponían a mil, que si era virgen que como eran sus pezones,si tenía el coño rubio (gracioso,ni yo ni mi marido somos rubios¡porque será?ja,ja,ja) y un sin fin más, contestandoles sinceramente siempre que quedaba dentro de mis conocimientos.
En el colmo del arrebato les saque unas fotos del último verano en topless.
Se encantaron y dos se pajearon con ellas.
Finalmente mis agujeros quedaron escocidos ambos y hubieron de terminar todos en mi boca.
Continuaré con esta aventura.