Ella esperaba que la suspendieran pero tal fue la sorpresa cuando su profesor le da unas pequeñas palmaditas bien dadas en sus nalgas, para que aprenda que no se debe copiar lo que le produce muchísimo placer.
El lugar y el momento eran los menos adecuados para enfrascarme en una disquisición acerca de los alcances de su nombre: era nuestra primera entrevista, en el salón de reuniones, y ella representaba la "otra parte", por decirlo de alguna manera. Venía de Argentina a auditar la empresa de la que yo era Auditor Interno y esa era nuestra entrevista preliminar, para definir los alcances la revisión.
Entró a la habitación de ella y se metió a su cama dispuesto a hacerle el amor. Se quitó el pijama, levantó el camisón de la bella durmiente y la penetró desde atrás sin despertarla. Pero no se percató de que era a su hermana Evelyn a la que estaba metiéndole su protuberante pene.
Aproveché ese momento para hablarle de lo que habíamos iniciado y de lo que habíamos conversado en la noche anterior. Le expliqué que esta situación debíamos mantenerla en secreto toda vez que la sociedad castiga este tipo de relación, aunque seamos mayores de edad. Asimismo, le dije que yo lo amaba profundamente y no me sentía inmoral y al mismo tiempo, sí esperaba lógico que él un día conociera alguna mujer y formara un hogar con ella
Ello no obstó para que Javier quedara prendado del güero, que lo trató con la punta del pie durante los dos meses en los que le fue infiel, lo sometía a cosas nuevas sin ninguna ternura y lo hacía pagar por su propia no aceptación de su ser homosexual.
La verdad es que Cristina había despertado mi libido en varias ocasiones pues suele utilizar ropa con transparencias, zapatos de tacón fino y sobretodo faldas cortas, minifaldas algunas veces. Sabe sacar partido a su cuerpo pues resulta llamativa y hasta que ocurrieron estos hechos que hoy cuento no comprendía como no tenía novio, pues es amable, jovial y simpática.
Los asientos de los vagones están dispuestos en grupos de cuatro, enfrentados dos a dos con un pasillo estrecho entre cada grupo, son cómodos y acogedores. Me senté en uno de ellos, solo. La verdad es que solo había dos personas mas en el vagón, en el grupo contiguo una chica a la que veía solo de espaldas, y al otro extremo un hombre negro de proporciones gigantescas leyendo el periódico.
La idea al principio me dio un poco de risa, pero después ella dijo que cuando los hombres lo hacen por primera vez son tremendamente dóciles y hacen todo lo que tu les digas, y además tienen una gran energía para realizar cualquier actividad sexual, termino la charla de café y me fui a mi casa y estuve pensando en lo que esta mujer había dicho y que me había dejado tan intrigada.
Estando en la playa un compañero de estudios me avisó que me faltaba por entregar una de las instancias para las asignaturas opcionales del siguiente curso, y el plazo vencía dos días después. Tuve que tomar el tren urgentemente y regresar a la ciudad por la mañana temprano.
Lo primero que hice fue hacer que se masturbara, para que estuviera mas receptiva, entonces yo tome un poco de gel y lo unte en uno de mis dedos, acercándolo a su ano entonces le dije te voy a meter un dedo tu me dices hasta donde aguantas, entonces coloque mi dedo en la entrada de su botoncito y empuje suavemente ella de momento hizo un movimiento de malestar, pero mi dedo ya estaba un poco adentro, me sorprendí al ver lo estrecho de su ano, y proseguí a meterselo poco a poco