Mi educación como sumisa XX

Capítulo 20

Mi dueño y yo estábamos en una habitación, acabábamos de llegar, se sentó en el borde de la cama y me dijo «desnúdate, poco a poco», me puse en frente de él y empecé a quitarme la ropa, poco a poco, despacio, primero la camisa, me desabrochó el pantalón y antes de bajármelo me doy la vuelta para que vea mi culo mientras me agachó para quitarme el pantalón, pero antes de volver a seguirme, le pido a mi señor » no vas a dar un azote a tu sumisa?» Le noto que se levanta y se acerca a mí, primero acaricia mi culo, me sube las tiras del tanga y a continuación me da un azote, para a continuación decirme, «apóyate en la mesa y empieza a contar» seguido de otro azote y otro mientras yo les iba contando , » uno, dos, tres, cuatro….» Hasta que se separó de mi y decirme ,» sigue desnudandote», me quite el tanga de espaldas a él para después darme la vuelta y quitarme el sujetador, y darme cuenta que mi señor tenía varios juguetes en la mano, primero me dio el arnés y me le mando poner, a lo que yo obedecí, también tenía el collar y me lo puso, las esposas y el antifaz, mientras iba poniéndome todo, me iba preguntando » quien es mi sumisa?» A lo que yo respondía » yo soy tu sumisa» yo ya no veía nada, estaba expuesta a lo que mi señor quisiera hacer conmigo, dispuesta a que mi dueño me tratase como su perrita y me humillase, me dirigió a la cama y me tumbo boca arriba poniéndome las manos atadas por encima de mi cabeza, le noté encima de mi, me susurro al oído «ni se te ocurra moverte» sus manos empezaron a jugar con mis pezones para a continuación seguir jugando con su boca, mientras una de sus manos iba bajando hacia mi clítoris, me dio un azote en él, cosa que me hizo dar un respingo por lo que me movió a repetir » ni se te ocurra moverte» y paso a jugar con sus dedos, comprobando lo mojada que estaba, su boca fue bajando hasta llegar donde jugaban sus dedos y así empezar a jugar también, yo no sabía lo que iba a pasar, no sabía lo que mi señor tenía pensado hacerme, solo disfrutaba de ser su sumisa y estar expuesta para él, cuando estaba a punto de llegar al orgasmo mi señor paró y me dijo , » de momento mi sumisa no tiene permiso para correrse» me tiró del collar para hacerme levantar de la cama, » ahora es momento de que mi perrita, me pida permiso para comer» a lo que yo me puse de rodillas y dije » mi señor da permiso para que su perrita coma?» Me respondió » abre la boca» abrí mi boca, subió mi barbilla para que mirara hacia arriba y noté como me escupía en ella «no tragues y empieza a comer» y me metió su pene en la boca para que empezara a comer, seguí comiendo pero también quería comerle los huevos a mí señor, así que le volví a pedir permiso » mi señor me da permiso para comerle también los huevos?» A lo que mi señor accedió así que empecé a comer, chupar y jugar con mi lengua haciendo que mi señor disfrutará, noté que me cogía de un pezón y me separó de él «es suficiente» dijo, tirando del collar me volvió a poner de pie y me volvió a poner en la cama está vez a cuatro, notaba a mí señor detrás de mí, acariciando mi culo, dándome varios azotes hasta que note algo frío, era el plug de cola, me lo puso, y dijo » ahora sí eres mi perrita» tiro del collar para levantarme, volvió a jugar con mis tetas y pezones mientras me besaba el cuello, una de sus manos volvió a bajar a mi clítoris, volvió a darme varios azotes en él y me recordó que tenía prohibido correrme, me volvió a poner a cuatro y empezó a follarme a la vez que jugaba con la cola, cuando noto que estaba a punto de correrme paró, me quito la cola, puso más lubricante y empezó a follarme el culo, mientras me preguntaba si me gustaba, si me gustaba que me hiciera sentir como la perrita que soy a lo que yo le respondía, que me gustaba que mi señor me follara el culo, que me gustaba que me hiciera sentir su perrita, que me gustaba que me humillara de esa forma, que me expusiera ante el así, me gustaba todo lo que me hacía y como me hacía sentir, mi señor me siguió follando hasta que se corrió, se separó de mi, me dio la vuelta poniéndome boca arriba y dijo » ahora es el turno de que mi perrita se corra» y empezó a chupar, succionar y jugar con su lengua hasta que me corrí en su boca.