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Mi amiga la juez

Mi amiga la juez

Esto me ocurrió hace unos meses, por cuestiones de trabajo, llegue a conocer a una juez, llamada Brígida, aunque todos la conocen como Vicky, es una señora de 40 años, muy bien conservada, es delgada, tez blanca, espigada, de tetas medianas, firmes y bien puestas, tiene un culito bien parado.

Es una mujer muy cachonda, pues siempre viste con elegancia y su trato es muy cordial.

Durante algún tiempo tuve contacto con ella pues las cuestiones laborales así lo requirieron, durante estos encuentros fuimos platicando sobre mas cosas, de nuestras familias y nuestros objetivos, en fin cosas extra laborales.

Supe que estaba separada, aunque su esposo de vez en cuando la visitaba, al parecer era un tipo que no vale la pena mencionarlo.

Me platicó que tenia 2 hijos, un hombre y una mujer, 15 y 18 años, ya que se caso muy joven.

Con el tiempo fui descubriendo su sensualidad y comencé a verla con otros ojos, me encantaba verla caminar, por que sus senos se bamboleaban rítmicamente, intentaba imaginar como serian y como se verían debajo de la blusa.

De vez en vez cuando cruzaba las piernas mi mirada las recorría de arriba a abajo, y tenia una erección.

Cuando se arreglaba el pelo, que lo tiene hasta abajo de los hombros despedía un perfume riquísimo con aroma a Kenzo.

En una ocasión tuve que llevarle unos documentos hasta su casa, y salió a recibírmelos con una bata muy escotada, tenia un circulo en el centro y se le notaba casi la mitad de los senos, me dijo que me apurara pues vendría su ex marido a visitarla y se iba a bañar.

Esa imagen me provoco que mi miembro se pusiera duro como una roca, y note que ella se dio cuenta, pues no quitaba los ojos de encima.

Paso el tiempo y cada vez penaba mas en aquellas tetas y en aquel culo, un día se me hizo tarde para entregarle unos papeles y cuando llegue a su oficina ya no la encontré, así que le llame al celular y me dijo que estaría fuera, que se los podía llevar a su casa pero ya tarde como a las 11:00 de la noche pues a esa hora regresaría.

A mi me excito pensar en irla a ver a su casa, pues era un a oportunidad de volver a verla en ropa de baño.

Llegue puntualmente, y observe que su carro ya estaba en la cochera, toque el timbre y pasado un rato se escucho un grito:

– ¿Quien?

– Yo, Javier

– ¡Ah, esta bien! , te aviento las llaves y abre por favor.

Acto seguido, me lanzo las llaves y abrí. Una vez dentro escuche,

– Espérame me estoy bañando, fue un día muy pesado y necesito relajarme. Ponte cómodo en seguida bajo.

Pude ver su casa, me gusto su decoración.

Se percibía un aroma muy excitante, tal vez por la flores y plantas que tenia dentro de la casa, además era una noche calurosa.

Estaba absorto en mi pensamientos, que no me di cuenta cuando bajo.

– Hola Javier, como estas?

Voltee y la descubrí, agrandando lo ojos, estaba radiante, su cara sin maquillaje era divina, traía puesta solo una bata y pelo mojado la hacia verla mas cachonda que nunca.

– Disculpa, pero es que mis hijos no están, Sofia, mi hija, se fue con sus abuelos y Jorge a un campamento. El cabrón de mi ex marido apenas se fue hoy en la tarde, según por negocios, pero conociéndolo se ha de ver ido de folklor nocturno., ese ya no regresa hasta dentro de un mes.

– ¿Te sirvo algo? ¿ya cenaste?

– No gracias. Mira te traigo los papeles que se necesitan para continuar con el juicio. Como no voy a estar la próxima semana, te los tuve que traer hoy a fuerzas.

– Esta bien, pero no tan de prisa, déjamelos y quédate a cenar.

– Ehhh, mmm bueno. (esto me ponía nervioso, pues las cosas iban mejor de lo que pensé)

Nos dirigimos a su cocina, preparo unos sándwiches y café. Comenzamos a platicar sobre cualquier cosa, poco a poco al calor de la charla, fueron surgiendo temas mas íntimos. De vez en vez cuando se agachaba podía ver parte de sus melones y esto me excitaba

– Te queda muy bien esa bata y sin maquillaje te ves mejor.

– ¿Te gusta?

– Si. Oye, pues me disculparas pero la verdad que tu exmarido no supo apreciar tu belleza

– Bahh, ese guey es un pendejo, prefirió andar de calenturiento con otra viejas y se lo perdió. Y tu ¿eres casado, soltero o que?

– Pues ando de novio, pero nada formal. Me gusta divertirme y estoy bien así, solterito.

– Esta bien disfrútalo. Por cierto ¿Practicas algún deporte?

– Si.

– Se nota, tienes un buen cuerpo Puedo tocar tus brazos.

Me acerque y los toco, gracias al gimnasio tengo buen físico.

Para estas alturas mi erección estaba en su máximo esplendor, mi cerebro solo pensaba en tocar aquel delicioso cuerpo.

Ella se dio cuenta y cuando pase a su lado con el brazo me rozo disimuladamente la verga. Pensé, es mi oportunidad, así que decidí lanzarme con todo

Al ayudarla a recoger las cosas, rocé con el brazo sus pechos y los puede sentir firmes y duros…

Sin mayor preámbulo, me lancé sobre ella y tomándola por la cintura bese sus labios, tuvo un momento de resistencia, pero accedió rápidamente a mis caricias.

Comencé a besarle el cuello y a deslizar mis dedos por su ensortijado pelo. Ella por su parte ya había bajado las mano buscando desesperadamente mi fierro, paso sus suaves manos por él, encima del pantalón y exclamo:

– Uhhhmmm… que buen juguetito… como a mi me gustan

Esto me provoco un mayor excitación.

Desabroche su bata y por fin pude ver esos senos que tanto había deseado, su cuerpo era exquisito, se conservaba muy bien… morena clara, sus tetas era firmes y duras como melones maduros, con unos pezones café oscuro… su cintura delgada, sus caderas suaves y firmes…las recorrí sintiendo cada parte de su piel, que se puso chinita como carne de gallina por la excitación.

Fui besándola toda desde el cuello hasta su vientre, cuando llegue a su intimidad pude oler el perfume que se había puesto en sus pelitos ensortijados… mmmm Kenzo… y cuando dirigí mis labios a la entrada de su cuevita el olor era mas intenso… metí mi lengua y comencé a recorrer su clítoris, con lengüetazos primero lentos que se fueron haciendo mas rápidos, utilice una técnica que nunca me ha fallado, el abecedario… empecé a describir las letras del alfabeto con la lengua dentro de su culito, y cuando iba en la m… tuvo su primer gran orgasmo, sentí como su cuerpo se convulsiono y gimió..

– ¡Cuánto lo necesitaba…, sigue, sigue no pares… me gusta, mas, maaaassss…!

Pase un rato entres besar sus senos y lamer su culito, hasta que ella me dijo ahora quiero probar esa polla… con su ayuda me quite la ropa y se dirigió a mi verga que qua un fierro candente… 17 cm de carne al rojo vivo, un largo y ancho banano, listo para comerse, rematado por una cabecita brillosa… ella comenzó a mamarlo, de abajo hacia arriba, de vez en vez se detenía en mis bolas y ronroneaba… succionaba muy sabroso… mamo y mamo, yo la tomaba de su cabello… sus lengüetazos fueron un acicate que no pude resistirlo… ¡me vine en su boca… la leche escurría por sus labios… se trago todo, todo…! y limpio mi polla hasta que quedo libre de todo residuo de semen.

Nos tiramos el piso… volví a acariciarla… y ella comenzó a besarme todo, poco a poco me hicieron poner duro otra vez…mientras masajeaba sus senos, ella se puso encima de mi, y con gran habilidad deslizo mi pene dentro de su vagina, que estaba completamente lubricada….

Cabalgo sobre mi verga, su cuerpo se contoneaba rítmicamente, era todo una hembra… una potranca desbocada por el sexo y la lujuria, me excitaba ver sus senos bamboleantes brincar de un lado a otro en cada arremetida…

Pude sentir como se corría otra vez, sus jugos escurrían por mi sexo… la tome por la cintura y cambiamos de posición, parados estando de frente la penetre… ¡ que sensación tan exquisita ! con sus piernas alrededor de mis caderas logre arremeter con toda mi fuerza… cada sacudida cimbraba la casa… estábamos mas calientes que nunca…

– ¡Así, papacito, así..! métemela toda… cabrón hace gozar como nunca

– ¡Si, Vicky… te le meto toda! eres una cabrona caliente, me gusta como coges

– ¡Si…. soy una hembra caliente, muy caliente…!

Nos vinimos casi simultáneamente, mi semen chocaba con la paredes de sus entrañas y se confundía con sus jugos, caímos totalmente exhaustos, eran la 2 de la mañana.

Pasados unos minutos, nuestros cuerpos resintieron el frío de la madrugada, pues una ligera lluvia refresco la noche.

Nos fuimos a su recamara, donde volvimos a hacer el amor.. esta vez la penetre por atrás, mientras con mis manos tocaba sus tetas, mi verga hacia su trabajo dentro de su culito.

Estábamos otra vez tan excitados, que me pido que la cogiera por el culo, puse mis dedos en su ano, poco a poco lo fui abriendo, se dilato, hasta que acerque mi verga, punzante, caliente y dura, hasta la entrada de su orificio, lubricado por mi saliva, la empecé a meter, dio un grito cuando se la empuje de un solo jalón…

¡Mi pinche marido nunca me cogió por ahí… cuanto te deseaba…!

Arremetí con fuerza, en cada empujón se oían sus gritos de placer… sus lagrimas brotaban, pero era por la felicidad que sentía al tener mi verga adentro de su culo, un nuevo orgasmo la sacudió… mis huevos chocaban con sus nalgas, que agachadas parecían de doble tamaño…que culo tan rico…duro y firme.

Finalmente me vine dentro de ella, mi leche escurría por todo su culo Volvimos a caer rendidos y relajados, nos dormimos…eran las 3 de la mañana.

Me desperté sobresaltado, vi la hora y me metí a bañar, cual fue mi sorpresa que ella se metió conmigo al baño, y volvimos a coger… ¡que mujer, tenia una condición enorme¡ yo prácticamente acabe seco.

Me confeso, has ido una noche maravillosa, que desde hace tiempo tenia ganas de hacer el amor conmigo… pero hasta hoy se presento la oportunidad y que oportunidad.

Nos besamos y me vestí, eran las 5 de la mañana…

Me despedí con un largo beso, no sin antes decirle que nos volveríamos a ver. Ella dijo

– Por supuesto… estoy pensando escaparnos un fin de semana y alquilar un cabaña en la montaña…

Pero esa es otra historia.

¿Qué te ha parecido el relato?


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