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Mi amiga la juez

Paso el tiempo y cada vez penaba mas en aquellas tetas y en aquel culo, un día se me hizo tarde para entregarle unos papeles y cuando llegue a su oficina ya no la encontré, así que le llame al celular y me dijo que estaría fuera, que se los podía llevar a su casa pero ya tarde como a las 11:00 de la noche pues a esa hora regresaría.

Alicia

Baje su bombacha y pude sentir los vellos de su intimidad, mojados por el agua y el sudor, unos vellos negros azabache, crispados y revueltos... introduje mi dedo índice y pude sentir su calor, intenso, comenzaban los jugó a fluir... mi cerebro no pensaba en otra cosa que en ese monumento de mujer llamado Alicia...