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Mi cuñadita es un Rocio I

Mi cuñadita es un Rocio (I)

Tengo 28 años y estoy casado desde hace siete años con una mujer excelente, no me puedo quejar, pero el asunto es que su hermanita de 18 añitos me tiene loco.

Todo empieza hace tres o cuatro años, el cuerpecito de mi cuñadita fue tomando una forma que no mas de recordarlo se me pone duro, ella es de piel blanca y de cuerpo juvenil, tetas firmes de tamaño normal, unas nalguitas paraditas y su carita, esa carita angelical que la hace parecer una inocente criaturita.

Cómo les decía yo conozco a mi cuñadita desde que ella tenia unos 10 años, claro que en ese entonces me parecía una niña adorable y nada mas, ni quien pensara que me fuera a inquietar como lo hace ahora, cuando menos acorde la niña se había convertido en una mujercita muy buena, yo aprovechaba cada ocasión para abrazarla o pegarme a su cuerpecito tan suave mmm con ese aroma tan rico, pero el hecho de que fuera mi cuñada me tenia limitado, como podía pensar en llegar a algo con ella si además ella nunca había tenido novio, como hacerle?

Bueno tenia que tener mucho cuidado con lo que llegara a proponerme, la idea era ver como reaccionaba ella con mis insinuaciones, trate de ganarme su confianza hablaba mas con ella en fin lo básico, un día que ella no estaba en casa de sus padres tuve la oportunidad de entrar a su cuarto y anduve viendo sus cosas, principalmente su ropita interior, guau que cositas mas lindas y excitantes tenía, y yo pensando que era una santurrona pero aquellas tanguitas que encontré me decían lo contrario, no conforme con ver su ropita limpia, me puse a buscar en el cesto de ropa sucia a ver que encontraba, que suerte encontré dos braguitas una amarilla y una roja, rápidamente me las guarde y me dirigí al baño tenia que calmar mis ansias ya que sentía que mis huevos iban a explotar si no los descargaba de inmediato, ya una vez en la tranquilidad del baño me di a la tarea de examinar a conciencia cada prenda y pude comprobar que tenían una mancha blanca en el área donde va la vagina, eso me hizo ponerme a 100 y me empecé a frotar la verga y pude saborear los juguitos de mi cuñada mmm que delicia era tan excitantes me embriague de su aroma y bastaron tres minutos para que descargara toda mi leche en el inodoro ya que no quería manchar aquellas prendas, la mancha en las prendas me hizo suponer que mi cuñada se masturbaba cosa que después pude confirmar.

Me encontraba ya mas relajado cuando en eso escucho el ruido de un auto que llegaba me asomo y eran mis suegros, rápidamente me dirigí al cuarto de mi cuñada y guarde en el cesto solo una prenda y la otra me la guarde, salí a recibir a mis suegros y no paso nada.

Hoy en día aun conservo esa tanguita amarilla y la guardo como un tesoro, de vez en cuando la saco y me masturbo oliéndola e imaginando como se le vera puesta a mi cuñadita.

En otra ocasión llegue a la casa de mis suegros y no había nadie pensé yo ya que estaba todo muy tranquilo sin hacer ruido me dirigí al cuarto de mi cuñada que queda hasta el fondo pero al llegar vi la puerta cerrada y escuche quejidos muy leves me acerque para oír bien y me imagine que era mi cuñada, me temblaba la mano pero la calentura pudo mas y me arme de valor y comencé a abrir lentamente la puerta pues no quería que me descubrieran, cuando al fin pude ver lo que sucedía no lo podía creer, estaba mi cuñadita recostada en su cama vestida solo con su ropa interior abiertas de piernas y con su mano justo dentro de su tanguita y con la otra se acariciaba sus pechos, me quede como de piedra viendo aquel espectáculo para mis ojos y mis sentidos y mi herramienta empezó a despertar y me dieron ganas de irme sobre de ella y hacerla mía por las buenas o por las malas pero me contuve y no lo hice solo me limite a observar como lo hacia, de pronto corrió su tanguita hacia un lado sin quitársela para poder tocarse a mayor placer y fue cuando pude ver en todo su esplendor esa panochita tan deliciosa, la tenia cerradita como una niña de su edad que aun conserva su virginidad.

En eso estaba cuando de repente mi cuñadita empezó a arquear su espalda y a gemir mas fuerte ya que le estaba viniendo su orgasmo yo mientras no dejaba de frotarme mi verga por encima del pantalón fue tan placentero ver como se estremecía a cada caricia que se hacia, cuantas ganas de que esas manos que recorrían su cuerpecito fueran las mías pero solo podía imaginármelo ya que aun no era el momento oportuno ya que de un momento a otro llegaría mi esposa, empareje nuevamente la puerta tal como estaba y me dirigí hacia el baño sin hacer ningún ruido ya estando ahí me saque la verga y casi me la quería arrancar de los jalones que le di hasta que salió mi leche disparada hacia el inodoro uffff que alivio no me podía quitar la imagen de mi cuñadita recostada en su cama semidesnuda acariciándose su panochita, cuando salí del baño me encontré con mi cuñada y se asusto un poco ya que pensaba que no había nadie, la salude y me preguntó si ya tenia rato que había llegado y le mentí le dije que no que acababa de llegar pero que tenia un poco de prisa señalando hacia el baño ella se río y en un ratito mas llego mi esposa.

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