Capítulo 14
El viernes por la mañana, me desperté tarde, pero cuando abrí los ojos sorpresa: Alex había usado su llave y se había acostado a mi lado, mirándome con ternura.
- Yo: que maravilla de despertar, así cada día
- Alex: tienes una cara de ángel, cuando duermes, que es como estar en el cielo
Alex, me comentó, mientras estábamos acurrucados y nos acariciábamos tiernamente y nos besábamos, que mi padre y los de él, habían acordado en la fiesta del Club, que vendría el domingo por la mañana con ellos, lo acompañarían y de paso haríamos una barbacoa en casa, con varios amigos más (incluidos los malévolos sicarios de Satán: Andrés y Manuel, entre otros). Me pareció fantástico, así de esa forma la madre de Alex, vería donde estará su hijo todo el verano y como se lleva muy bien, también con mi madre, se quedaría más tranquila, al ver que Alex, estaría controlado (santa inocencia)
Yo, tenía que alistarme, para pasar por el despacho, para formalizar los correos corporativos en mi ordenador portátil y recoger el móvil de empresa y luego salir, ya con mi padre hacia Cadaqués, había que hacer mercado y preparar todo lo necesario para la barbacoa del domingo que, según mi padre, seríamos aproximadamente unas veinte o veinticinco personas
Luego de hacer el amor maravillosa, deliciosa y apasionadamente, nos marchamos, pues Alex, también tenía que irse con su madre a unas compras de último momento, de lo que necesitaría en Cadaqués.
La vida desde luego da muchas vueltas y sorpresas, sobre la una del mediodía, casi llegando a Cadaqués, me llamó Alex al coche
- Alex: hola amor, ¿el viaje bien?, si, muy bien ¿y tú cielo mío? Bien, mi madre se ha empeñado en comprarme ropa y me ha tenido toda la mañana tienda arriba y tienda abajo. Ahora para compensarme dice: te invito a comer en el Club, vaya castaña y aquí estamos, yo me he separado un poco para llamarte, necesito hablar contigo, vaya mierda
- Yo: prendaaaa, se me hará larga la espera, hasta el domingo
- Alex: y a mí también. Por cierto ¿a qué no sabes quien está en una mesa cercana en el restaurante?
- Yo: no me fastidies: Irene
- Alex: correctoooooo, está con otras dos y no para de mirarme, yo creo, que se está mojando, solo de verme, la muy zorra
- Yo: que sufra, ahí con tu madre no se atreverá a decirte nada
- Alex: no sé si se atreverá, pero la muy puta no deja de mirarme, guiñarme el ojo y meterse la mano en el escote. Yo creo que las dos que están con ella se han dado cuenta, pues ríen y se hablan entre sí.
- Yo: ¿Cómo son las otras dos? Alex, me las describió, una era Carmen y la otra Lola, solo falta la tercera en discordia: Patricia, vaya cuadrilla
- Alex: espera, acaba de llegar una rubia, yo le respondí a Alex: esa es Patricia. Pues está rebuena, además ha venido con una falda abierta, y una blusa, que a poco que se siente mal, se le ve todo y eso, que se ha sentado toda recatada, pero lo que yo te diga, tiene una cara de señora puta reprimida que se ve a la legua.
- Yo: si se te da la ocasión putéala, a esta te doy permiso por primera vez, para que le hagas lo que quieras, es a la que más odio, así que dale
- Alex: no me lo puedo creer, que digas esto, debes odiarla a muerte
- Yo: es la que siempre me ha criticado más, es idiota, la odio
- No sé el por qué, pero te tiene que haber fastidiado muchísimo la tipa.
- Ni te lo imaginas, ya te contaré.
- Ahora dales caña.
Alex, me contó, más tarde, mientras su madre, no dejaba de decirle lo que tenía y podía hacer en Cadaqués, que fuera respetuoso en casa ajena, si salía, no llegara tarde, que no quería escuchar ni una sola queja de él, etc. etc. Qué si bien su madre hablaba y hablaba, se dio cuenta que esas cuatro, no paraban de hablar y de mirarlo, por lo que supuso que Irene les había hablado de él. Me molestó mucho esto, no por mí, sino por Alex, por qué si sus padres se enteraban, podría tener graves problemas. Cuando me llamó de nuevo, le dije:
- Yo: cielo, eso ha sido la bocazas de Irene, pues siempre ha presumido de sus ligues; tienes que darle a Irene una lección, al igual que a las otras, que no se vayan de la lengua.
- Alex: deja lo pienso y a ver que hago, luego te cuento
El domingo, durante la barbacoa, Alex, nos contó a nosotros (Andrés y Manuel), como le fue detalladamente y alucinamos, además viendo la grabación, que luego por supuesto borró
Alex nos contó: en un momento en que mi madre fue a hablar con un matrimonio que conocía. pero que estaban comiendo dentro, aproveché para echarles, una sonrisas a las cuatro putas, que, por supuesto me devolvieron, sobre todo Irene, saludándome efusivamente las cuatro.
- Alex: me levanté, me fui hacia ellas y saludé primero a Irene, con dos besos fríos en las mejillas, luego a la tal Carmen y a Lola, de igual forma, pero al llegar a Patricia y besarla en las mejillas, muy cerca de la comisura de sus labios, aproveché y le metí la lengua en la boca en cada beso, mientras disimuladamente le tocaba una teta. La tipa, aguantó el tipo, pero, no solo no dijo nada, sino que en el segundo beso me metió la lengua ella, vaya bicho, a esta habrá que darle tratamiento especial; hablé un rato manteniéndome de pie junto a su mesa, hasta que regresó mi madre a la mesa y me disculpe.
Mi madre pagó la cuenta y salimos, sin embargo, noté que la zorra de Patricia, buscó una excusa para levantarse e ir al servicio, en lugar de esto, nos siguió, acortando en camino, para pasar al lado del coche de mi madre, que iba hablando por teléfono con mi padre, no se dio cuenta cuando dejó caer un papel y me indicó con la mirada qué lo recogiera y así lo hice.
Esa tarde-noche del viernes, sobre las nueve, agarré el telf. y la llamé directamente
- Patricia: si, dígame, Patricia al habla, ¿quién es?
- Alex: quien quieres que sea, soy Alex tonta
- P: hay perdona, pensé que no habías visto el papel
- Alex: ¿cómo piensas que no iba a llamar a la tía más buena del Club de Polo?
- P: jajaja, qué tonterías dices, cariño
- Alex: déjate de tonterías, te espero en Plaza Bonanova en diez minutos, si no estás, no esperaré. Ponte el mismo conjunto de hoy, estabas de muerte, dile a tu marido qué llegarás tarde invéntate lo que quieras y no seas bocazas como Irene, que ya sé que os lo ha contado ¿de acuerdo? (de hecho, lo supuse, pero con la certeza que Irene se había ido de la boca)
- P: por supuesto no diré nada, me cambio y salgo
No tardó ni nueve minutos, y me tocó la bocina: sube me dijo
- Alex: hola bombón, menudo buga gastas, (Maserati Gran Sport), es brutal, más nivel que el de Irene sin duda, esto es el Top Top. Directamente sin mediar palabra, le di un morreo y metí la mano dentro de su vestido a la altura del pecho, apretando fuerte.
- Patricia: ¿Dónde quieres qué vayamos?, le he dicho a mi marido, que me iba a ver a mi madre, y que me quedaré a dormir en su casa, que no se encuentra muy bien, así que tengo todo el tiempo del mundo para ti
- Alex: de puta madre, así me gusta, guapa, espectacular y decidida.
Mientras le metía mano, le arranqué las bragas (esta si llevaba el coño afeitadito, como una bebé) y le metí todos los dedos en su coño y se los daba a chupar; mientras jadeaba, me decía: madre mía, Irene se ha quedado corta, ¡qué gustazo!, estaba encendida totalmente.
- Me encanta lo buena que estás y lo puta que eres, eres una re-puta fantástica. Yo te haré ver las estrellas, ya verás; pero a partir de ahora tienes que ser obediente y obedecer en todo, luego te explico
Estuvimos dando vueltas mientras la seguía calentando tanto, que tuvo un orgasmo soberbio y le explicaba:
- Si quieres descubrir otro mundo, no el de pija e idiota en el que vives, me harás caso en todo
- Nunca me dirás: no
- Estarás siempre disponible, para hacer, e ir donde yo te diga y lo que yo te diga, si no lo haces te castigaré
- Nunca más te pondrás ropa interior y siempre llevarás como ahora, por ejemplo, ropa que sea de fácil acceso, para meter la mano o lo que sea
- Si estás en cualquier sitio y alguien te toca, te aguantas y lo disfrutas, eso sí, con señorío y elegancia, sin dar la nota en público
- Si la cagas o te vas de la boca de chivata como Irene (que ya me las veré con ella, dije), aparte de castigarte, te mandaré a la mierda, porque me puedes meter un marrón con mis padres, gordo, además de meterte tú, en uno más grande, pues soy menor todavía. Tú verás
- Patricia: por supuesto, haré todo lo que quieras, te haré caso siempre cariño, pero no pares, por favor, sigue imploraba, mientras le metía los dedos una y otra vez y me la morreaba descaradamente en cada semáforo, con la envidia de los coches parados al lado
No sabía si avisar a los de la gasolinera o a los de seguridad, pero siguiendo las instrucciones de xxx y pesar de tener su permiso, decidí que la convertiría en una puta a mi servicio, para putearla más.
Recordé, qué, cuando vamos al fútbol, a veces nos tomamos algo al salir, en alguno de los bares qué hay en esa zona y le indiqué hacia donde teníamos qué ir y mientras no dejaba de acariciarle, tanto su cabello (por cierto: impecable la melena larga de rubio natural. Patricia es alta y delgada, muy bien definida). Vamos la típica mujer que no pasa desapercibida y ella lo sabe, muy segura de sí misma y cree que lo controla todo
Cuando llegamos, estaba bastante lleno y tuvimos que esperar un poco a que nos dieran mesa, mientras todas las miradas de los hombres y también de las mujeres, estaban dirigidas a ella, cuando nos dieron mesa fuera nos sentamos:
- Alex: ¿qué tomamos? ¿has cenado?
- Patricia: no he cenado con las prisas jajaja, pero no importa
- Alex: pues comamos algo, le expliqué que veníamos a ese lugar, con mi padre a picar algo al salir del fútbol
Pedimos, un surtido de embutidos ibéricos y uno de quesos, conversábamos animadamente, me preguntó para reafirmar su ego (que es enorme), como era que me había fijado en ella, si podía ser mi madre
- Alex: nos ha jodido, ya lo sabes, porque estás muy buena y porque eres como pocas mujeres. Noté qué se le aceleraba la respiración un poco (buena señal) ¿y tú en mí? Sé sincera, empecemos bien siempre con sinceridad
- P: me parece perfecto, (dando muestras de que controlaría la conversación), como puedes imaginar, Irene es una gran amiga nuestra y nos contó muy confidencialmente lo que has hecho, que nunca se había sentido igual (me dió la sensación de que Irene omitió algunos de los detalles)
Mientras hablábamos y comíamos, ya que estábamos sentados uno al lado del otro, de espaldas a la calle, pero de cara al bar y los tíos que pasaban se giraban a mirarla, aparte de los que estaban dentro del bar y fuera en las mesas, aproveché para acariciarle la pierna, primero por encima de la falda y luego abriéndola, la carne directamente y se iba acelerando poco a poco, estoy seguro que nadie la había tocado en público tan descaradamente jamás.
Le fui preguntando sobre su vida, que casi es para escribir una enciclopedia, pero disfrutaba haciéndolo, alimentando su ego, aparte de que se excitaba por mis manoseos, ya descarados, de los que pocos en el bar se perdían detalle. Nos bebimos una sangría de cava, que sentó de maravilla, simplemente nos alegró. Relató que estaba casada, que tenía una hija de mi edad, que había tenido dos amantes fijos, amigos de su marido y uno ocasional de los socios de Polo (ahí estaba la clave), que le gustaba como a toda mujer que la miraran; simulando disimulo, pero mirando a los parroquianos (en esa zona, a esa hora, es un barrio obrero), le desabroché un par de botones de su blusa, de forma que se le veían los pezones, le metí la mano y le estampé un morreo, qué, si bien la sorprendió y no rechazó, me dijo: nos están mirando. ¿y qué? Respondí, las obras de arte, hay que mirarlas y de nuevo nos besamos, con mi mano en su entrepierna
Paga y vámonos le dije. Nos dirigimos hacia el coche, con mi mano en su culo y escuché: “dale chaval a esa jaca”
- Patricia: me gustas mucho Alex.
- Alex: y tú a mí, me pones un montón, me encanta que seas así: una verdadera zorra, has gozado como nunca, mientras te metía la mano
- Patricia: nunca me había hecho esto nadie, es una sensación de placer y al mismo tiempo miedo, es genial; mientras continuábamos besándonos, puso su mano sobre mi pantalón, mi polla estaba totalmente erecta y exclamó: mi niño, es enorme
- Alex: va a ser para ti, si la quieres, pero te quiero, que estés a cien por hora, para que la tengas; de momento chúpamela y si lo haces bien haremos muchas cosas divertidas y descubrirás mundos nuevos, pero tienes que hacerme caso en todo, sin rechistar. Me desabroché el pantalón y saqué mi trompa, que estaba a medio levantamiento: madre mía, que grande y gorda, nunca había visto nada así y se lanzó sobre mi polla dentro del mismo coche, a la vista de algunos parroquianos, le daba igual; rápidamente mi polla reaccionó, alcanzando su máximo tamaño (joder qué hambre tenía la paisana y como la chupaba, menuda comepollas está hecha) la paré en seco y le dije: Ahora arranca y vamos hacia un hotel, durante el trayecto, ni la toqué, solo le acariciaba el cabello y la nuca y le dije: antes qué lleguemos donde sea, hay una serie de condiciones qué tienes qué aceptar, si no, nada
- Se acabaron tus andanzas con cualquiera, sin que yo te de permiso y menos con nadie vinculado a tu marido, pues la puedes cagar bien cagada y te cuesta el matrimonio. ¿Idiota, o es qué no lo ves?
- Siempre que te avise, sea cuando sea y donde estés, lo dejas y vienes a buscarme
- Nunca llevarás ropa interior y siempre vestidos o faldas, jamás pantalones, tienes un cuerpo divino, aprovéchalo ahora, no cuando seas vieja y decrépita
- Si me haces caso en todo y sin negarte a nada, conocerás el verdadero placer del sexo, nada parecido a lo que has hecho hasta ahora
- Nunca repetirás de polla, la polla que entre dentro de ti, nunca más lo hará, aparte de la mía
- Alex: si estás de acuerdo en todo, sigamos adelante ¿Qué dices?
- Patricia: si, si, haré todo lo que me digas, lo que tú quieras
- Alex: pues vamos allá zorra
Hay un motel, cerca de la gasolinera de la Cruz de Pedralbes, me dijo Patricia que había ido con un amigo de su marido. Llegamos pidió una habitación y entramos.
Se me abalanzó como una loba, pero la frené en seco: así no, no a tu manera, sino a la mía, ya vengo. Salí a recepción y le pedí al portero, si tenía alguna utensilios para la ocasión, me dijo: claro, tenemos algunos instrumentos para ciertos casos para la gente que viene; elige chaval que te lo vas a pasar de muerte con esa puta zorra pija, le hago el cargo en su tarjeta por complementos, ahora te traigo una botella de cava. Escogí una cuerda, unas bolas chinas, y un dildo grande, se iba a enterar, pues la tenía a mi disposición y entregada totalmente
Me fui a la habitación y estaba tan nerviosa y excitada, que no se había movido de donde la dejé. La abracé, besé muy lentamente, acariciándola, tierna pero consistentemente, en ese momento, llamó el portero a la puerta y entró, para dejar el cava con unas copas en la mesa, cuando dejo la botella y las copas le dije: espérate un momento; desnudé a Patricia, delante del portero, que alucinaba con su cuerpo y cuando iba a salir lo detuve y le dije: espera y tú Patricia, dale una propina ¿no?, ella sacó un billete de cincuenta euros y se lo dio, ¿solo eso?, dale al hombre un buen morreo y déjale que la meta mano, bien metida, anda; dicho y hecho lo hizo y el hombre aprovechó bien, me la calentó aún más, le apretujaba los pechos fuertemente y le metió la mano en el coño chorreante, disfrutando de lo lindo.
Cuando salió, le pregunté: ¿alguna vez has hecho un striptease?, no respondió, nunca ¿por qué? Me harás uno a mi ahora, por cada prenda qué te quites tú, yo me quito otra, así que empieza. Tomé mi móvil y disimuladamente comencé a grabar. Comenzó a sacarse lentamente la ropa (hay que reconocer que tiene un cuerpo de muerte), yo también, se tocaba y le dije: no te toques, esto no es un teatro; hasta que nos quedamos totalmente desnudos, la recosté sobre la cama y ahí comenzó la fiesta.
Nos pegamos un morreo de época, estaba totalmente entregada, la até bien atada y puse sus piernas sobre mis hombros y me metí toda mi polla de golpe dentro, aunque sé que no era virgen, no estaba muy abierta para mí, pero entró bien hasta el fondo y empecé a bombearla duro, mientras la insultaba y golpeaba, gritaba, gemía de placer y vicio: madre mía te siento dentro, me encanta, qué sueño, qué maravilla, rómpeme mi niño, soy tuya. Tuvo los dos mejores orgasmos de su vida, os lo aseguro. Mientras le iba abriendo el culo con mis dedos mojados en su culo elevando su placer, y le metí un dildo de más o menos unos tres centímetros de diámetro.
- Nunca lo he hecho por detrás, pero no me importa, es tuyo, soy tuya.
- No zorra, le respondí, eres más que mía, entérate y harás siempre lo que yo te diga; le metí, las bolas chinas después de correrme y acompasé el movimiento de las bolas con el dildo, mientras me la chupaba, me la puso a tono rápidamente, le saqué el dildo y se la metí en el culo de golpe sin miramientos, costó al principio, pero al final la metí hasta el fondo, pegando un grito escandaloso, ahh, me encanta, nunca había sentido algo así, me rompes, me llenas, me siento llena, cuando me corrí en su culo abundantemente; tuvo una serie de orgasmos a cual mejor, se derrumbó sobre la cama: que maravilla mi niño, eres fantástico, soy tuya para siempre, te lo juro haré lo que me digas siempre
- Alex: pues espera, vamos a comprobarlo, te vas a follar al portero, quédate, así como estás y no te muevas
Me duché rápidamente, me vestí y salí a recepción, le dije al portero: te ha llegado el relevo por un rato, ven
Entramos en la habitación y le dije: anda que quiere follarte a ti ahora, aprovecha ¿verdad Patricia?
- Si, respondió ella, fóllame, fóllame
El tío se echó sobre ella y se la metió en el coño a la primera, yo mientras salí, no fuera que llegara algún cliente al motel, cuando regresé se la estaba chupando, él se corrió en su cara impregnándole cara, cabello y cuerpo, disfrutando el tío, del que posiblemente era el mejor polvo de su vida.
Estuvo un rato reposando, le dije: venga lávate bien y arréglate, qué nos vamos ya. Cuando se lavó bien, se vistió, parecía de nuevo la digna señora, que no había roto un plato en su vida, salimos a recoger su coche y le dije: dame mil pavos para el portero, por sus favores; me los dio, baje y entré a darle al portero quinientos y el resto pal nene por su trabajo y para invitar a mi chica a cenar
De camino, acaramelada, me decía:
- Patricia: Alex, te prometo que nunca había estado con un hombre, que me hiciera sentir así, veo que, hasta ahora, solo ha sido echar un polvo y vale, ni por asomo hubiera imaginado todo esto. Irene se quedó corta cuando nos lo explicó, que maravilla
- Alex: te dije que tu vida, si me hacías caso iba a cambiar, pero también es claro que tienes que cumplir unas normas, si lo haces, tu vida social será exactamente igual, pero tu vida interior y tu satisfacción personal, alcanzarán cotas que no tienen límite. Además, para que veas lo que me gustas y te valoro, eres la única, repito la única mujer con la que me he acostado a parte de mi novia, que es el amor de mi vida, ella lo sabe, pues le he pedido permiso para poder follar contigo, pues nunca lo hago y me lo dió. Cuando uno tiene un dueño, como yo con mi novia, ella es mi dueña, y ahora tú conmigo, yo soy tu dueño, los acuerdos se respetan, si respetas nuestro acuerdo, te llevaré por un camino que conduce al paraíso, probarás todas las sensaciones y placeres del mundo
- Patricia: Dios mío eres la tentación en persona, pero adoro esa tentación, haré todo lo que tú me mandes desde ahora y no haré nada sin qué tú me des permiso
- Alex: en cuanto a Irene, imagino lo que te ha contado, pero por discreción no quiero que me expliques nada y tampoco que tú expliques nada de lo de esta noche a nadie; eso siempre queda entre tú y yo. ¿está claro?, además seguro que esa bocazas de Irene, lo que no te ha dicho es que no me la follé, a ti te he follado, porque me atraes muchísimo y quizás algún día repitamos
Me acercó hasta casa y quedamos que nos llamaríamos, para charlar y tomar algo, me repitió hasta la saciedad, que a partir de ese momento yo era su amo absoluto y que no haría nada que yo le dijera. Me besó con mucha ternura y pasión, pidiéndome que si me la podía chupar antes de que me bajara.
Me la chupó intensamente, como si se comiera el mejor de los dulces y no quisiera que se acabara. Me corrí en su boca y se lo tragó todo, no dejó caer ni una gota. Me abrazo y me beso apasionadamente, tan solo me dijo: gracias es poco, de verdad y me fui a casa
Al llegar, le envié un mensaje a mi vida, diciéndole simplemente: “misión cumplida” ya te contaré. Te amoooo