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Estrenando primo

En medio de la platica el me pregunto que si estava caliente a lo que respondi que si y yo le regrese la pregunto y el contesto que tambien y que la tenia super parada, obiamente yo dirigi mi mirada hasia su bulto y mire como su miembro comenzava a creser y sin darme cuenta solo puse una mano sobre su vulto.

Mi gran amor II

Empiezo con decirles que lo relatado es real. Yo nunca he estado de acuerdo con esta incestuosa relación que hemos mantenido durante tantos años, pero debo aceptar que me he acostumbrado a ser mujer de mi hermano, sobre todo después de casarme, que recibo sus visitas dos veces por semana.

El señor del mar IV

Con extrema suavidad, la verga fue penetrándola, hasta quedar atrapada por completo en la húmeda caverna de su ardiente sexo. Una oleada de placer sacudió a Miriam que, frenéticamente, cabalgó sobre el miembro de SeaLord, enloquecida, poseída por un deseo desmedido que aniquiló sus miedos y complejos.

El viejo de la estación me lleva a su casa

No se le pasó desapercibido al viejo, mi estado de empalme y la calentura que llevaba encima. Joder cómo estás, andas bien salido me decía, acariciándome la polla y huevos a la vez que me estrujaba los cachetes del culo. Si quieres luego vamos y te llevo a mi casa, que me gustaría meterte en mi cama y quitarte esta calentura. Bu bueno le dije tartamudeando, pero déjame mear que así no puedo hacerlo.

Lo mejor de ambos mundos

Lucía una minifalda espectacular y un top que dejaba ver su ombligo y su vientre liso, pude observar con más proximidad el volumen de sus pechos, qué maravilla, estaban operados, sin duda, pero qué preciosidad, tan alta como yo, en este momento lo pude comprobar y con unas sandalias de tacón corto que realzaban aun más su figura y su cuerpo de pecado.

La historia real de como me follé a la mujer de mi empleado

La cogí por detrás, pegándome a ella y diciéndole que la deseaba al oído, en ese momento ella me aparto me dijo que no podía, lo siento, me pareces atractivo pero., yo no podía aguantar mas, estaba ardiendo, la cogí por la cintura y la pegué a mi, intente besarla y ella se aparto, la idea de que se resistiera me estaba poniendo mas cachondo en ese momento mi paquete estaba muy duro, le cogí su mano y se lo puse en mi paquete ella la aparto dijo que lo sentía.

Un buen tercero

No pasaron diez minutos cuando él asomó por la puerta y dijo que llegó para comentarnos que se había excitado mucho en el autobús en el que llegó a la ciudad porque un desconocido creyendo que él dormía le había acariciado la verga y nos mostró como su pantalón mostraba un bulto enorme que se advertía completamente duro.

Una noche doblemente buena

Supe que había conseguido mi propósito cuando pasé por delante de la portería y en efecto el portero no me quitó ojo además llevaba un tanga lo cual hacía que se notase un poco por lo ajustado del mono. En la puerta de mi casa estaban mis amigas, nos subimos al coche y salimos a quemar la noche.

Iniciado a los 17, iniciador a los 34

Yo estaba en el cielo, las sensaciones de mi ano eran maravillosas, nada que ver con las frías hortalizas. Sentir una polla caliente, viva en mi culo me hizo saber que yo había nacido para ser follado... Solo diré que me corrí sin tocarme siquiera, cuando noté como el descargaba su leche dentro de mí, mientras los dos gemíamos como locos.

Pisa el acelerador III

Aproveché para mirar para mi bota y ver una deportiva Nike inmaculadamente blanca con la marca en amarillo, me encantaba y mi polla debió llegar al límite de sus 17 cm. K empezó con su ritual de ahumarme, fingía interesarse por charlar conmigo para echarme todo el humo que podía en los ojos la nariz y la boca. Tosí y me froté los ojos en un par de ocasiones.

Sara II: Final

Elena se dedica a los testículos, como despertando al semen de su cuna y acariciándolo a través de la piel dura de los huevos. Yo me deleito sintiendo mi masculinidad acariciada, besada y contenida en todas sus partes, cuatro manos y dos bocas...

Iniciación I

Aquella mañana Tania subió a la azotea del edificio a tender la ropa y de paso se sentó a tomar el sol y leer una revista de modas que había encontrado cuando de repente una sombra se posó sobre ella, cuando Tania levantó la mirada vio a un hombre alto, parado justo detrás de ella, con la cara pálida, mirándola de fijo mientras se sobaba mecánicamente su "cosa" extraída del cierre del pantalón.

Primera experiencia lésbica

Fue bajando, por mi cuerpo lamiendo mis tetas y mis pezones, a la vez que sé los metía en la boca y los succionaba o mordisqueaba. Yo estaba paralizada, recibiendo un inmenso placer, el más rico que jamás ningún hombre me había hecho llegar.

En el estacionamiento

No pude hacer nada mas que emitir gemidos de protesta, y como pude, apoye mis pies en sus caderas, y empuje, tratando de sacar su herramienta de mi, pero el cabrón me jalo hacia el con fuerza, y me sostuvo mientras sentía que un liquido caliente me llenaba completamente mi vagina.

Esclava puta-cerda609. Mi historia I

Me llevaron a un ginecólogo chino clandestino, y en el sótano de un sucio restaurante me extirparon los ovarios, y con ello mi dignidad femenina. En pago a sus servicios, el "doctor" pudo despacharse a gusto conmigo antes de la operación. Pero esa historia la contaré más adelante.

Crónicas desde Lesbos IV

Lo que vino fue muy confuso. Los cirios se apagaron y entre gritos y jadeos fui follada por una sombra que empujaba brutalmente dentro de mi vagina, no sé si fue una o varias, o si me desmayé, la cosa es que sentía como era bombardeada por pequeños chorros de semen caliente que caían sobre mi cola.

Hermanito ideal

Mira hazme así con tu dedito y ejemplifique haciéndolo yo con mi dedo rápidamente aprendió y empecé tener las sensaciones más deliciosas que nunca había sentido, casi explotaba en un gran orgasmo, pero cuando casi lo conseguía se retiro un poco, se puso en medio de mis piernas, me las flexionó, tomo su pito con la mano y lo colocó en medio de mi panochita

El señor del mar III

Aparentaba cuarenta y pocos años. El nunca consistió decirle su edad. "El mar es intemporal", le escribió en uno de sus mensajes. De fuerte complexión, se adivinaban unos brazos poderosos bajo aquella camisa azul que vestía. El Señor del Mar. Miriam lo había imaginado muchas veces, pero la realidad no se parecía en absoluto a sus creaciones mentales sobre él.