Síguenos ahora en Telegram! y también en Twitter!

Sara I: Fin de semana apasionado con una desconocida

Tus jadeos comienzan a ser notorios y provocan en mí un efecto multiplicador del placer que, ya de por sí, estoy sintiendo... "Me corro, cariño" exclamo... y casi sin darme tiempo a añadir nada más, tú, como si eso hubiera sido la señal que esperabas: "Sííí, sigue... por favor... no pares... Aahh!! Ambos nos corremos casi al unísono y quedamos derrumbados sobre la encimera de la cocina... Siempre me han gustado estos "polvos mañaneros"...

Pisa el acelerador II

En un último toque de chulería me dijo ¡eres una cerdita! mientras entraba en el baño. Yo quería contestarle, pararle los pies, (eso era lo último que deseaba, mi fuente de fantasías para masturbaciones eran esos pies) para que eso no me quedara de mote, pero me excito un niñato tan chulo calificándome de cerdo y en femenino.

Ensalada de frutas

Esa bahía esta rodeada de montañas con mucha vegetación, mayormente compuesta por árboles inmensos, lo que le da un aire parecido a un bosque virgen, solo los pájaros lo habitan, también algunos patos que se encuentran en la orilla haciéndose un festín con los peces que osan pasar por allí.

Semana sexual I

Abrí casi sin poder creer lo que descubrí: era dulce, quien con una sonrisa me dijo, espero no molestarte, claro que no, le dije yo, sólo vengo por mi bolso, lo dejé en tu cocina, ojalá que aún esté ahí, le dije sonriendo, y ella me respondió con una sonrisa, que si bien no fue del todo espontánea, sí podría calificar sin problema alguno de hermosa.

Culpa y lujuria I

Yo la miré y la vi bastante borrachilla, por lo que le pedí a Miguel que también se encargase de ella y que durmiese también en su apartamento, pues dejarla sola no era plan. La verdad es que en ese momento no pensé en llevarlas a mi casa, porque no estaban mis padres y hubiésemos cabido todos, pero el alcohol no me dejaba pensar con fluidez.