Gracias a las cámaras de seguridad puede ver como dos compañeros practican sexo y gozan como animales
Trabajo como personal de seguridad en una importante empresa automovilística Argentina.
Como la empresa es muy importante contaba con un gran sistema de seguridad, guardias, cámaras en casi todas las oficinas, etc, etc.
Un día como cualquier otro me encontraba en el cuarto donde se encuentran los monitores realizando mi turno de noche, cuando vi algo que realmente me impactó.
En el monitor que muestra la oficina del vicepresidente de la empresa (un tal Rodolfo algo…) se observaba en un primer plano como este sentado en su silla recibía una mamada de su secretaria Susana.
Siempre se rumoreaba por los pasillos de la empresa que Rodolfo (32 años, pelo negro engominado hacia atrás, casado) se cogía a Susan, decían que cada viaje de negocios los dos lo hacían como animales cada día y a cada hora la verdad yo no lo creía hasta que lo pude comprobar con mis propios ojos.
No pude evitar ver lo que pasaba, quizás porque Susana estaba bárbara (es rubia, de aprox. 1, 70 de estatura, lo mejor sin duda son sus pechos 95, 100 no sé bien pero son muy grandes), quizás para alimentar mi morbo qué sé yo la cosa es que seguí viendo.
Así que con una palanquita que maneja el zoom me acerque un poco.
Rodolfo todavía tenía puesta la camisa y la corbata, Susana estaba arrodillada en el piso aun vestida, llevaba una pollera hasta los tobillos negra y una remera bordo híper ajustada.
La mamada que por las caras de Rodolfo debía ser muy buena, Susana la alternaba con chupadas a los huevos.
Rodolfo se saco la corbata y cuando se desabrocho la camisa Susana recorrió su torso con su lengua.
Rodolfo se paró, se sacó la camisa y levantando a Susana empezaron a intercambiar lengüetazos, mientras él le estrujaba su culito. Rodolfo (debo admitir que tenia buen estado físico) la dio vuelta y cuando ella le daba la espalda empezó a estrujarle las tetas.
Susana puso sus manos alrededor del cuello de Rodolfo, este le subió la remera dejando ver sus terribles pechos.
Dios sí que eran grandes, quizás por lo perfectos y firmes eran operados, cosa que no le disgustaba en lo más mínimo a Rodolfo ya que una vez que le saco la remera los besaba (jugando con los pezones) y los estrujaba sin parar.
Susana se sentó en el escritorio ya sin pollera (Rodolfo se la había desabrochado mientras le estrujaba los pechos).
Rodolfo le quitó delicadamente la bombacha y empezó a meter su lengua en su conchita.
Mientras Rodolfo se entretenía metiéndole la lengua, ella con una de sus manos acariciaba, le tiraba del pelo.
Luego él comenzó a meterle dos dedos en su conchita mientras a la vez continuaba pasándole la lengua.
Susana por las expresiones que ponía estaba gozando como loca.
Rodolfo se paro y de una metió su pene.
Su pene entraba y salía a gran velocidad una y otra vez.
En posición misionero duraron un par de minutos, Rodolfo se volvió a sentar en la silla y pasaron a realizar una montada inversa.
La verdad yo me moría de la envidia, ya que el tipo no solo se la estaba cogiendo sino que a la vez le estrujaba las tetas (doble satisfacción).
Más envidia me dio aun lo que siguió, él la llevó hacia el escritorio estando ella en posición perrito, lamió su conchita por unos instantes y luego se dirigió directamente al agujero de su culo.
Lo primero fue deslizar dos dedos y luego una terrible embestida de su pene una y otra vez, una y otra vez sin parar.
Rodolfo que por las caras que ponía el sexo anal era lo que más le gustaba le tiraba del pelo a Susan mientras embestía cada vez a más velocidad.
Después de un rato largo saco su pene y acabó regando su leche en las tetas de ella, que como una buena chica se la trago toda sin dejar ni una gota.
Luego se besaron, se cambiaron y abandonaron las instalaciones.
Jamás voy a saber si se percataron en algún momento de que había una cámara (quizá si, quizás no) lo que sé es que jamás los voy a ver de la misma manera.