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Luisin II

Yo tenía una cita con Marina, una culonita sabrosa que le gusta con sus enormes tetas satisfacer hasta la locura al igual que con su exquisita comida es Chef, de un restaurante muy lujoso y cocina y culea de maravilla, me vestí y después que besar a Luis y decirle que le llamaría, partí como un loco a ver a esa hembra.

Viaje con Joel

Cuando terminamos vi su cara de satisfacción y él vio mi verga que esta a mil, por lo que me dijo que como asistente no podía permitir que esa verga estuviera así por lo que sí tenía que descarga leche nuevamente que fuera en su culo o en su boca.

La estación de metro

Abrió el agua de la ducha nuevamente y tras ducharnos me llevó a una habitación que tenía en una cama enorme, pasándome un condón y el bote de vaselina, se puso de rodillas en el borde de la cama dejando su culo a mi disposición, me puse el condón, lo unté con vaselina y tras ponerle una poco en el ojete comencé la penetración.

Le atrajo su sonrisa, sus hoyuelos y poco a poco fue ganándose su confianza hasta que un día tuvo un encuentro muy excitante con él II

No volví a ver a Dave en toda la semana, ya que continuamente Dave se iba de viaje los martes por la noche y no volvía hasta el domingo, tenia unos compañeros suyos de Madrid, al norte de Florida, y siempre que podía se acercaba a verlos, esto hizo también que su novia se cansara de tanto viaje, así que Dave y su novia lo dejaron

Una tarde de cine

Cuando esto sucedió nunca había tenido una relación sexual completa, no había pasado de los magreos con chicas bailando y algún que otro morreo con una chica que por entonces nos gustábamos, y aunque no se podía decir que éramos novios, sí que más o menos salíamos, y de vez en cuando nos pegamos un buen lote, pero sin pasar de ahí. Nunca le había tocado el chocho a pelo, ni ella a mí la verga.

Pensaban que juntos pasarían un fin de semana muy romántico, pero no se imaginaban lo que allí iba a suceder

La verdad es que no sé qué me paso por la cabeza pero al cabo de una rato no pude aguantarlo más y me levante y empezó a meter mis 17 cm a punto de explotar de placer en su culo y cuando empecé a correrme dentro de él se la saco a Javier lo masturbó violentamente hasta que se corrió y me la metió entera en la boca para llenarme con toda su leche el estómago.

La señora I

Después de un buen desayuno y de mostrarme la que sería mi habitación, mi compañero me enseñó lo que sería mi lugar de trabajo o, al menos, dónde estaban mis herramientas. Debo reconocer que aluciné bastante en cuanto vi el parque móvil de la casa. Según Andrés vivía en ella una sola persona, pero tenía tres coches y... ¡dos motos!, eso sin contar el que se había llevado hoy mismo.

Un leve roce I

Estaba en la barra de una cafetería cuando noté un leve roce en el culo, un roce normal, si tenemos en cuenta la estrechez existente entre la barra y las mesas, pero para mi, no lo fue.