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Luisin II

Luisin II

Como recordarán había culeado a Luis vestido de mujer y continuaré con la historia.

Nos habíamos dormido, desperté sobresaltado sintiendo la mano de Luis sobre mi verga, vi la hora, las tres de la mañana, no pude dormir más, retiré suavemente la mano de Luis arropándome con la manta por el frío empecé a repasar todo lo que había pasado, había mamado la verga de un hombre y eso me asustaba pero al mismo tiempo me excitaba y trataba de alejar la idea de mi bisexualidad de mi atontado cerebro, era inútil, mi pene empezó a enderezarse volteé y vi con la tenue luz que ingresaba de la calle sus hermosas nalgas, enmarcadas con el portaligas y sin pensarlo empecé a acariciarlo pasaba mi dedo por la hendidura de sus nalgas sintiendo su rico ano mi dedo se hundió sin la menor resistencia y al contacto de mi dedo Luis se movió haciendo más punta su trasero y me entregó el KY, lo embadurné y mi verga se deslizó suavemente dentro de su acogedora calidez, mientras bombeaba mi verga en su recto besaba su espalda y acariciaba su pecho por sobre el sostén que lo cubría con un cariño especial mi mano bajaba hasta su verga ya erecta masturbándolo con amor y delicadeza, oía a Luis gemir muy quedo, metía mi verga hasta que mis huevos chocaban con sus nalgas y la sacaba toda, volvía a entrar y volvía a salir mi ritmo se convirtió en frenético y Luis sintiendo la inminencia de mi orgasmo retiró su culo dejando vi verga sin el acogedor trasero, traté de protestar pero Luis viró su cuerpo contra mí y me besó metiendo su lengua buscando de explorar toda mi boca, le correspondí y nos dedicamos eternos minutos en besarnos como dos enamorados mientras nuestras manos no estaban ociosas iban de las nalgas a la cara a los huevos a la verga a los muslos a la espalda no queríamos dejar un centímetro de piel sin tocar sin acariciar tiernamente.

Yo estaba recostado sobre mi lado derecho y Luis sobre su izquierdo, Levanta la cadera me dijo, lo hice y el metió su pierna derecha por debajo de ella, la otra sobre mi pierna izquierda haciendo una especie de tijera mi verga quedó entre las nalgas de mi amor, busqué su ano y deslicé mi verga dentro, su pene quedaba entre mi pubis y mi ombligo, en esa postura yo tenía la mano izquierda libre para acariciar su trasero y mi derecha apoyada en mi codo no podía hacer nada, mientras Luis tenía sus manos libres para acariciar mi espalda, mi trasero su boca buscaba la mía y mientras lo bombeaba nos besábamos como si el mundo se acabara, sentí algo que mojaba mi estómago y en mi verga las contracciones anales, Luis se estaba viniendo y al sentir esas contracciones regué la poca leche que quedaba en mis huevos inundándole su recto.

Luis movía su cadera contra mí ajustando su esfínter anal exprimiendo la verga que le había dado tanto placer, cuando terminé se zafó de mi verga y bajó su boca por mi pecho hasta llegar a mi ombligo que era un pegote de semen limpiándole con su lengua hasta que no quedó nada luego subió hasta llegar a mi boca traspasándome su propia leche, me sentí obligado con gusto a limpiar su pene y también dirigí mi boca hasta encontrarme con su casi flácido pene me lo metí en la boca para saborearlo buscando de dejarlo limpio, pero sentí que volvía a adquirir dureza y sus caderas empujaban culeándome la boca, lo deje hacer, mi boca recibía con sumo placer la erecta verga que la culeaba hasta que explotó dentro eran unas pocas gotas de leche que no me la tragué, quería que jugáramos con ella en nuestras boca y cuando termino de salir todo, subí y lo besé pasándole su propia leche, Luis entendió mis intenciones y me la devolvía mezclada con su saliva y yo la regresaba hasta que me la tragué mezclada con su saliva.

Abrazados felices y satisfechos volvimos a dormirnos.

Desperté, era muy entrada la mañana casi las 10, me levanté como una tromba buscando el baño sentía unas ganas enormes de defecar casi no llego, mientras Luis se pajeaba como un loco su leche se estrelló contra mi pecho y unas cuantas gotas cayeron en mis piernas, me limpié como pude y me lancé a la ducha nos duchamos juntos.

Yo tenía una cita con Marina, una culonita sabrosa que le gusta con sus enormes tetas satisfacer hasta la locura al igual que con su exquisita comida es Chef, de un restaurante muy lujoso y cocina y culea de maravilla, me vestí y después que besar a Luis y decirle que le llamaría, partí como un loco a ver a esa hembra.

Estaba enojada por mi tardanza y me reclamó el porqué no había contestado toda la noche y mañana sus llamadas, inventé un pueril excusa y después de comer opíparamente nos dedicamos a culear como dos desesperados, un palo en sus tetas y el segundo casi sin leche en su trasero que ve vuelve loco por lo redondito grandote y duro y para finalizar hermoso…

La dejé en su trabajo como a las seis y partí a mi departamento a cambiarme y darme un relajante baño de tina.

BRRR que frío me había dormido de cansancio metido en la tina salí tiritando de frío y me metí en la cama, desconecté el teléfono y me dormí.
Domingo 8 de la mañana tenía la verga como un cañón y había amanecido soñando en Luis, traté de ejercitar mi cuerpo para calmar esa idea pero pudo más mis ganas de estar con Luis me vestí y salí raudo en su busca.

Ringggggg, Ringggggg, hola, buscas a mi marido ???? SU ESPOSA! NO PODIA CREERLO, si tratamudeé, pasa, Llegué al comedor y Luis se acercó con su sonrisa mágica a recibirme me estrechó la mano una palmada en la espalda…

Que bien, ven desayunemos juntos, bueno creo que ya se conocen ella es Magda, creo que la recuerdas ?? si atiné a decir, es una hembra casi tan alta como yo, rubia natural, lo comprobé después, tenía puesta una batona de casa en color salmón y se adivinaba, mejor dicho se podía ver que no llevaba nada por dentro, me sirvió una taza de humeante café negro, y la conversación de rigor.. que haces en donde trabajas, que edad tienes… y etc..

Deja mi amor yo contesto, dijo Luis al oír el timbre del teléfono, Aló.. si… bien… ya … un momento….. Tapó la bocina Es la Sra. J, que pasó Sra. ha veamos…pues vaya rápido..si si ya llego y colgó.
Perdonen caballeros, pero la Sra. J.. rompió fuente y debo ir..

Sorpresa era médico y ginecóloga… Plop, la puerta y partió.

Luis se levantó tomó mi taza de café y la apartó de mí, se quitó el pantalón el calzoncillo, como montándome y posó su rico culo en donde antes había estado la taza de café se quitó los zapatos y los calcetines y apoyó sus desnudos pies muy cuidados y hasta me pareció que tenía las uñas pintadas de natural, yo sentado en la mesa su verga quedaba a la altura adecuada sin más empecé a mamarla mientras Luis no dejaba quietos sus pies, sobaba mi verga sobre el pantalón y trataba de bajar el cierre, entendí sus intenciones alcé un poco mi trasero de la silla y bajé mi ropa hasta los tobillos, sus pies comenzaron una danza alrededor de mi parada verga masturbándome deliciosamente, y yo, claro mamándolo como desesperado, aggghhhh no vayas a tragártela me dijo y soltó un abundante chorro de leche, llenó mi boca y seguí al pie de la letra su pedido, abrió sus ojos y con ellos me señaló, tenía mi verga aprisionada con los cuencos de sus pies, de tal forma que sus talones chocaban al igual que sus deditos cortitos hermosos sin nada de la tosquedad que normalmente se encuentra en los pies de un hombre, abrí mi boca y dejé caer su leche y saliva sobre el canal que formaban sus pies con mi verga, ahí empezó lo bueno, la leche actuaba como lubricante, empujaba un pie y recogía el otro dando un masaje formidable luego subía y bajaba sus pies juntos haciéndome una paja como no la recuerdo, y exploté mientras el la mantenía recta de tal forma que mi leche caía sobre mi glande, sus deditos y plantas, comenzó a mover las patitas embadurnándose de nuestra leche luego levantó su pie derecho y me lo puso en la boca, lo lamí y chupé cada dedito luego el otro pie hasta que los dejé reluciendo y sin rastro de semen.

Ahí pude darme cuenta que en realidad llevaba las uñas pintadas de un rosa pálido muy suave que por el color de su piel no se notaba mucho (creo yo), se bajó de la mesa se vistió trajo una toalla y me limpié mi pene y piernas.

Lo abracé besándolo y le dije, que se traían entre manos hoy con tu esposa??? DIMELO! por favor DIMELO!… se safó de mi y haciéndome señas me guió a una salón bastante apartado de la sala en donde había una gran cama el piso totalmente alfombrado una cámara de video sobre un trípode, un gran armario con mucha ropa femenina y todas las paredes tenían grandes espejos que llegaban casi hasta el suelo.

Pensábamos iniciarte hoy aquí. Qué! espeté, tu mujer sabe lo nuestro ???? Sí, Jorge, lo sabe, y no se fue a donde su mamá estuvo donde una “amiguita” suya, tu has sido mi primer hombre.

Pero tu trasero… Sí amor es ella quien me ha acostumbrado, es mi forma de gozar, vestido de mujer, ella me culea con un consolador a ella le encanta y me animó a besar a un hombre, pero quería que no tuviera experiencia y que sea una persona sana y limpia y desde que pediste la cita tu voz me derritió y tus ojos que me miraron fueron el detonante.

Gracias, termino diciendo.

Caminó hasta la pared y abrió unas puertas corredizas y apareció un enorme Tv. puso un video cassette y apareció su esposa ataviada con liguero rojo sus tetas al aire y un enorme consolador colgaba de su pubis con una correas, la siguiente toma mostraba a Luis en liguero negro zapatos de tacón un sostén negro en cuatro patas sobre la cama y unos dedos femeninos untaban lubricante en su rosado ano, luego lentamente la punta del consolador iba penetrando el ano de Luis que gemía de dolor, la penetración era lenta pero sin pausa hasta que entró totalmente, las caderas de su esposa empezaron un mete y saca fabuloso por algunos minutos hasta que las palabras de Luis indicaban que había tenido un soberbio orgasmo, el pene de caucho empezó a salir y algo de sangre se adivinaba en él, y en la punta algo de excremento había..

Mi amor, decía ella, no te pusiste el enema ??? te lo dije mira lo embarraste todo, Luis apagó la Tv.

Eso fue mi iniciación Jorge y desde ese día ya hace dos años lo hacemos regularmente bueno casi todos los días yo lo disfruto y Magda más que yo. Te animarías.. Quedé pensativo por un momento y le dije>> Sí, pero no con el consolador sino con tu verga y sin la presencia de ella (me daba vergüenza).

¿Cuándo? No lo sé…

Quedamos para el siguiente fin de semana.

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