relatos eróticos infidelidad

41 relatos

Un gran día para él, parecía que empezaba a cambiar su suerte y ella estaba dispuesta a colaborar en todo

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Enfrente al quincho había una pileta y yo me bañaba y nadaba. Como sé que caliento a las mujeres aprovechaba tener el torso desnudo para pasearme delante de ella. Iba por el jardín hasta donde estaba y me secaba cerca suyo para que me viera acariciándome la espalda lentamente y los músculos de los brazos. Me gusta ser lindo y saber que las tías se calientan conmigo. Una vez, en la pileta, me excite solo y cuando salí del agua estaba con mi polla dura y se levantaba todo el traje de baño.

Mi funda para el pene sale de casa

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Un día me contó de su fantasía de una doble penetración, así que le traje mi funda para que hiciera de segundo hombre, de modo que no me la puse en la polla sino que la coloqué sobre un tubo plástico para darle firmeza y se la metí en el coño mientras yo gozaba de su culo.

Días de sexo triple

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A mis treinta y seis años tenía dos amantes además de mi esposa, Liz. Me quería comer el mundo y pasaba todo el tiempo pensando en follarme a mis tres mujeres.

El olor de mi amante

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Cómo les decía Jude tiene un pequeño coño depilado y produce un manantial de rico fluido transparente que empapa mi pubis, mi boca, mis manos, es un olor agridulce muy agradable y muy difícil de quitar, más aún porque ni siquiera me baño antes de llegar a casa.

El día que provoqué a mi amante

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Mi objetivo era provocarle un orgasmo por el culo, a ella que siempre me lo había negado. ¡Y claro que lo logré! Me movía como un poseso, no solo de atrás a delante sino también en círculos, su culo, al principio apretado, se dilataba enormemente.

Vacaciones en pareja y excitantes infidelidades

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Se la metió en la boca hasta conseguir que la entrase toda hasta el final. La sacaba y la metía. Después de tamaña sesión de sexo y de lo que llevaba conteniéndome, yo no pude aguantar más y realicé otra descarga mayor que la anterior. Se tragó gran parte del semen que despidió mi polla, y otra parte la extendió por su cara y sus pechos.

Mi ginecólogo me explora muy adentro

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La relación con mi ginecólogo siempre había sido un poco especial, pues desde el principio me había dado cuenta que le gustaba y atraía como mujer, si bien nunca me había insinuado nada al respecto, pero eso es algo que las mujeres notamos enseguida en los hombres.

Cómo siempre

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Ser cornudo es todo un arte y un placer para nuestro protagonista que goza con la contemplación de la infidelidad de su esposa y siendo azotado entretanto por otra mujer, esposa del que se folla a la suya...

Un accidente de mucho placer

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Una caída fortuita hace que nuestro protagonista pueda serle infiel a su mujer con una hembra de bandera, con el pretexto de ayudarla a caminar la lleva a la casa de ella y en el salón le echa un estupendo polvo.