Sus ánimos eran un gran estímulo y ese culito era una delicia, apretaba mi polla con suma presión. Era un gusto rozarse con esas paredes y como poco a poco se iba abriendo al paso de mi polla. Macarena cada vez gemía más alto y subía y bajaba su cuerpo todo aquello que le dejaban sus ataduras.
Mordiendo la mano del camarero empezó a gemir fuertemente apretando al tiempo los músculos de su vagina y descubriendo lo que era correrse de la forma más extraña y placentera del mundo. Ángela tuvo uno de los orgasmos más largos y deliciosos de su vida
Pasé mis dedos entre sus labios vaginales recogiendo sus jugos y se los llevé a la boca. Eva chupó con devoción, los lamía con frenesí, con delicadeza, pero con absoluta lujuria.
el estudio cada vez descubre nuevos comportamientos
María vive una vida anodina, a sus más de cincuenta, encuentra que el sexo y la vida no son como ella creía
Me duché, y aunque antes me gustaba acariciarme en la ducha esta vez fue una autentica tortura notar la monstruosa deformidad de mi cuerpo. El culo seguía sin cerrarse y el coño me colgaba asquerosamente, luciendo las calvas que me había hecho aquel animal al arrancarme varios mechones de pelos.
En una intrascendente charla de café nuestro protagonista se da cuenta de que la camarera que la ha servido tantos cafés está ansiosa por probar las humillaciones y órdenes de un verdadero Amo.