Es curioso como puedes pasar conviviendo con compañeros de trabajo durante años y de pronto descubrir un buen día que te sientes atraída por ellos, o que te han sabido seducir.
Cenamos y luego los tres vimos una película, que en un momento tenía un par de escenas de sexo algo fuertes, el ambiente se calentó un poco, Raquel se abrazó mas a Jorge y noté su erección, yo me calenté un poco pero la película avanzó y terminamos de verla.
Ese fin de semana me fui a pasarlo a la costa, y me acompaño Miguel, con quien teníamos un tiempo de conocernos y me invito al viaje y acepté, él era muy agradable y atractivo, no es una relación seria, pero la pasamos bien juntos y nos vemos de vez en cuando para tener buen sexo y pasar un momento agradable, me sorprendió un poco al invitarme pero necesitaba relajarme un poco así que acepté con gusto.
Pase la mano por mi coñito, la llene toda y me comí los liquiditos, me encanta hacerlo, deje mi coñito sin nada, levante de nuevo las piernas y me saque el desodorante, lo metí un poco y lo metí fuerte de una vez, me folle el culo como una loca lo sacaba y lo metía con fuerza todo dentro.
El chofer se puso sobre mí, que me recosté en el sillón, y me clavó por la concha, su rica verga se deslizó fácil en mi concha toda mojada, y comenzó a cogerme fuerte y rápido, al tiempo que Laura estaba ahora en cuatro patas era clavada por el negro mientras le chupaba la verga al otro, yo seguía siendo cogida por el chofer que me daba duro, me hacía gozar, se puso sobre mi y chupaba mis tetas, mis pezones estaban duros, él los comía y mordía mientras no dejaba de clavarme fuerte, yo gemía fuerte de placer.
Ambas estábamos un poco cansadas y ella me dijo que tenía un buen remedio para eso, que una buena sesión en el gimnasio nos haría bien, dude un poco en aceptar pero no quise rechazarla, ella llamó por teléfono y arregló todo con su entrenador personal, nos fuimos y me dijo que estaba segura que iba a relajarme y disfrutar, no entendí muy bien que me quiso decir, pero seguro iba a averiguarlo.
Comencé besando sus senos, tenia unos pezones grandes y de color chocolate, para más tarde dirigirme a su chochito y se lo bese lentamente luego le metí mi lengua hasta lo más profundo posible.
Ahora me monté sobre David y cabalgaba su verga por mi concha, Enrique se paró junto a mí para que le chupara su verga, me cogieron así un rato hasta que tuve un nuevo orgasmo junto a David que ahora inundaba otra vez mi conchita.
Te bese en la boca, compartimos tu leche en tu boca, toda tu acabada sobre mí volvió a excitarme, pero mi concha ya no resistía una verga adentro, así que volví a sentarme sobre tu cara, refregaba mi concha sobre tu boca, enterraste tu lengua en ella, y yo me movía sobre tu cara, refregándome sobre tu lengua, mis jugos comenzaron a caer sobre tu boca, los bebías y me lamías más fuerte
El sábado, Lover nos pasó a buscar por mi casa, con Ana estábamos vestidas muy sensuales las dos, ella llevaba minifalda azul muy corta y ajustada y un top blanco sin sostén, yo llevaba un vestido negro ajustado al cuerpo, muy corto y tampoco llevaba sostén, llevaba una tanga negra, tipo hilo dental, igual que Ana.
Pasé a su oficina y me saludó muy amable, la única mención a la noche anterior fue preguntarme sí había sido una noche agradable, con mi respuesta de que lo había pasado muy bien, solo quedo ponernos a trabajar y así lo hicimos hasta la hora de almuerzo, entonces me invitó a almorzar, supuse que iríamos con Adriana, pero ella no podía acompañarnos ya que esperaba unas llamadas para Nelson, así que nos fuimos los dos solos, almorzamos en un restaurante cercano, fue muy agradable, Nelson era un hombre muy interesante y su compañía era placentera.
Comprendí sin entender su idioma lo que me pedía y comencé a desabrochar su pantalón vaquero que estaba a punto de reventar. Nunca había estado en una situación así y no sabía qué hacer. Mi vida sexual había sido bastante inocente. Sólo me había acostado con un chico, mi novio, con el que estuve saliendo cuatro años.