Se despidieron, el siguió viaje a la casa de sus padres, esa misma noche chatearon, el no dudo de pedir encontrarse el lunes, extrañaba ese falo potente, que no aflojaba y que reencarno las ganas sentidas en su juventud, del dialogo surgió el convencimiento de pasar la noche del domingo juntos..
No podía creer que mis deseos de poseer a mi sobrina de veinte años se fueran a hacer realidad en pocos momentos más, a raíz de un encuentro casual que nos llevó a la oscura sala de un cine donde no supimos de la película, entretenidos como estábamos descubriendo nuestros cuerpos con las manos y la boca, ansiosos el uno por el otro.
El estar rodeado de mujeres como muchos hombres desean a menudo es sinónimo de soledad en el amor, nunca estamos del todo contentos con lo que tenemos.
Una esclava es torturada y crucificada por negarse a cumplir los deseos sexuales de su amo.