Hola mis queridos seguidores, mil disculpas por la demora, ando con unos problemas pero nada de que preocuparse, hoy les traigo un viaje de trabajo, donde todo salió de maravilla y sobre todo caliente...
Mi vida desde que volví de mi luna de miel es como la de un programa de televisión: una casa estupenda, un marido con un buen trabajo, y a mí se me fueron abriendo oportunidades en el mundo laboral...
En la continuación del relato anterior, después de la aventura que tuve con Alan, me case con mi pareja y teníamos todo planeado para una luna de miel para el olvido….Lo que no imaginaba es que la luna de miel para el olvido la iba a tener sin mi marido..
Como les comente en la Introducción, hubo hechos en mi vida de lo que no me siento orgullosa, pero no me arrepiento, este relato fue mi primera infidelidad a mi novio, Alan un muchacho demasiado encantador y pícaro, me hizo dudar a días de mi boda y finalmente termine cayendo en sus manos….
Mi esposa se llama Carla y su apodo de mi esposa es Regalito, ella es una mujer hermosa, su piel es blanca, sus ojos son verdes, sus gruesos labios, sus grandes tetas y sus nalgas apetecibles, han sido el deleite de varios hombres, en este primer capítulo, ella asiste a un concierto.
No sé qué me pasó, estaba totalmente entregada a él, pero como dije que no diría no a nada, finalmente me metió su dedo en mi culo. Primero sentí dolor y molestia, se sentía muy raro, pero después empecé a excitarme con ese jueguito que me estaba proponiendo.
Una docente de 53 años de buen cuerpo pero con una rutinaria vida matrimonial conoce en una salida con amigas a un stripper de color que le devolverá su plenitud sexual.
Comenzamos la relación de noviazgo pero seguimos cogiendo cada vez que tenemos oportunidad con intensidad en aumento, sexo anal, corridas en la boca, en la cara, en las tetas, en el culo y cada día descubro lo puta que es
Anita me volvía loco en el instituto. Han pasado diez años y me la he vuelto a encontrar en las redes sociales. Creía que era mi momento, pero ahora creo que en realidad era el suyo.