Esa noche cuando nos disponíamos a dormir el calor era sofocante y decide tomar una ducha antes de dormir mis dos compañeros y yo nos peleábamos por bañarnos primero así que les gane entre primero al baño me desnude y bajo el chorro de agua comencé a disfrutar del baño, mis dos compañeros no se resignaron así que entraron al baño sorpresivamente.
En una página sobre juguetes sexuales, descubrió que existía un vibrador especial para el punto "G" que por extensión también era utilizado por muchos hombres como estimulador prostático.
Como ya te fui contando, cada vez que mi cuerpo necesita relajarse y sentir menos el cansancio de casi todo un día en el cole, tengo que estar a solas sí o sí, encerrándome donde sea y con una frenética sesión de placer íntimo antes de hacer la tarea o de dormir me puedo sentir una chica completa y bien satisfecha.
A veces ese juego lo hacía con mis primos, pero en vez de apoyarme en una mesa, silla o cama, lo hacíamos alternadamente sobre nuestros glúteos, esto sucedía cuando jugábamos al doctor, pero nunca nos penetramos.
Al alcanzar el día, piqué a mi propia puerta, esperando acoger mi cordial saludo, pero entonces, quise entenderlo todo, y comprendí que nada en absoluto te ama.
Voy a un colegio privado (uso ese uniforme que tanto calienta; falda azul tableada, camisa blanca como las medias, corbatita y zapatos) y aunque me masturbo casi a diario, todavía soy virgen (no quiero iniciarme yo misma ni con un chico cualquiera).
Vivo solo, tengo una profesión bastante estresante y al llegar la noche, para relajarme leo algún relato como he hecho esta misma noche, los leo totalmente desnudo y me encanta de vez en cuando al tiempo que leo mirar hacia abajo, y ver como mi pene va cogiendo tamaño sin tocarme
Esperando que apareca un algun amigo del net para hablar y cojer por la net. como no entro ninguno pero si dejaron mail, me tube que dar yo solita por mi conchita y culito.
Una de las tardes que estábamos solas en casa, nos metimos a mi baño y cerramos la puerta con cerrojo, como tales niñas que éramos nos gustaba ir juntas al baño y quedarnos allí un buen rato encerradas, hablando.
Los pelos de mi chochito, negros y fuertes, se estaban empapando de liquido blanco y pringoso, necesitaba masturbarme ya de la forma en que lo hacía siempre, pero aun quedaba un poco para eso.
A los treinta y ocho años en esa mañana de domingo la vista del jardín de la quinta (heredada de sus padres) a la media mañana, contemplando por la ventana el parque tan bien mantenido, lleno su mente de recuerdos, cayo como otras veces desde los 19 años en la autosatisfacción
En la ducha casi al mediodía , su goce de esa mañana lo rememoraba con el jabón dentro de su concha, la dilatación le hizo posible en pensar en los grandes falos , imaginándoselos dentro suyo , se puso el bikini partiendo a la quinta de su amiga Clara, la necesidad de tener adentro de ella algo verdaderamente grande, le hacia cerrar las piernas y apretar con sus dedos su vagina.
La botella se había roto en un juego de orgía al caer sobre un pie de bronce de una lampara, el nuevo amigo la reemplazo es un plástico quirúrgico que succionado deja pasar pequeñas cantidades de agua simulando semen, el manejo de sus labios y músculos del canal por varias sesiones previas estaban a pleno, acabar gozada fue el primer paso en busca de la aventura necesaria para calmar la tormenta en su sangre iniciada.
Pero Sonia permanecía con los ojos cerrados y frotando su raja, apretando los dientes mientras el caluroso roce de la ropa interior la encendía más y más hasta llegar irremediablemente a un delicioso orgasmo, que apagó entre pequeños gemidos. Según recuperaba la respiración contenida, jadeando silenciosamente, abría los ojos, sin apenas darse cuenta de que aquel miembro de goma le miraba directamente a la cara situado en el valle que formaban sus tetas.
Mi relación con Harold se limitaba a la ayuda que me prestaba con la clase de alemán. Con Klaus nunca había tratado mucho fuera de clases debido a que poco se juntaba con los de la clases porque sus actividades bomberiles que le quitaban mucho tiempo. Ya tienen una idea entonces de cómo serían mis compañeros de cuarto.
Cada habitación disponía de un amplio portón-ventanal, cerrado por unas puertas de madera, que daba a un pequeño balcón, desde el cuál casi se podía, observar todo lo que ocurría en la vivienda situada en frente, ya que tan sólo la separaban unos escasos 10 metros.
Sin embargo, como mi apetito sexual ha sido siempre considerable, de alguna forma tenía que aliviarme, y para eso recurría a la tradicional paja, puñeta o como quieran llamarla. Lo cierto es que desde que tenía 10 años, tenía que hacerlo 2 ó 3 veces casi a diario y cuando pasé de los 15, incluso lo tenía que hacer hasta 7 u 8 veces.
Pase la mano por mi coñito, la llene toda y me comí los liquiditos, me encanta hacerlo, deje mi coñito sin nada, levante de nuevo las piernas y me saque el desodorante, lo metí un poco y lo metí fuerte de una vez, me folle el culo como una loca lo sacaba y lo metía con fuerza todo dentro.
Deje dentro de culo los cuatro rotuladores y pase la mano por mi coñito para coger todos mis liquiditos estaba muy mojada, pase la mano la llene toda y me la comí, lo hice un par de veces hasta comérmelo todo, me gusta mucho hacerlo.
El viernes te llamé y no te conseguí. Hablé con Greg. Es una lástima que no estuvieras, pues la razón por la que te llamaba era que estaba caliente y me estaba masturbando y quería que me escucharas cuando me viniera.
Cuando el agua cubrió por completo mis tetas, tuve que darme la vuelta porque me arriesgaba a ahogarme si me quedaba en esa posición, aunque lo resentí pues estaba gozando como nunca.
Notaba como con los suspiritos y pequeños escalofríos de excitación mi ano se contraía levemente. En uno de esos momentos aproveché para meter el primer dedo, que proseguiría en un trabajo circular hasta poder meter suavemente, sin esfuerzo, el otro, y así hasta tres.