Una pareja de novios va incrementando la calentura de sus actividades sexuales.
Un hombre relata su primer encuentro homosexual con lo que el llama su princesita travesti.
Un joven descubre el placer de usar tanga y de formar un grupo follando a la novia de su amigo y comiendo su polla.
Un hombre consigue convencer a su mujer de que haga el amor con otro hombre al que encuentra en un local de copas y luego le cuente cómo le fue.
Nuestro autor disfruta del sexo prohibido con su hermana menor a la que "obliga" a satisfacer sus bajos instintos. Enterada su abuela, tendrá también que pagar su silencio con carne...
La sobrina se une a la práctica del esquí y, sin haberlo planeado previamente, a los juegos de cama que se desarrollan en el apartamento de montaña entre el tío y su hermano.
Tío y sobrino comparten un apartamento en unas vacaciones. Y tras ver una película de sexo suave, comparten placeres homosexuales.
La fiesta continúa, la sucesión de orgasmos en constante y el desenfreno se apodera de los tres.
La llegada del travesti cambia el ritmo de la situación. Los tres se lanzan a gozar, quedando la vecina empalada por ambos extremos y siendo visitado su culo por segunda vez en el mismo día.
Tras un breve pero intenso encuentro con su vecina y una amiga que resultó ser un travesti, nuestro protagonista propone a la chica que se vean nuevamente los tres. Mientras llega la amiga travesti ellos se van calentando hasta que el empieza a follarla y le rompe su culito virgen.