Como estaba de rodillas entre las dos literas no podía oponerme de ninguna forma a la violenta penetración que me infligieron desde atrás, a traición. Aunque a esas alturas estaba ya bastante húmeda sentí un gran dolor mientras su larga espada rasgaba la frágil barrera de mi virginidad.
Cuando por fin eyaculó, abundantemente, después de haberme hecho alcanzar un par de orgasmos, yo estaba ya dispuesta a identificarme por fin, para que pararan de una vez sus amigos con sus rudos sobeteos, pues ya me dolían bastante mis pobres pechos debido a la brutal violencia con que me los pellizcaban y amasaban, como si quisieran ordeñarme.
Me dio el tiempo justo de poner el viejo jarrón delante mío antes de que saliera la foto, así que espero que no se vean las osadas manos que aprovecharon esos últimos segundos para introducirse por debajo del top y pellizcarme los pezones sin piedad, dejándome amoratado todo el seno.
Sonó el teléfono, eran los amigos que llamaban para ir al cine. Él les contó la situación, pero mi cuñada lo alentó a ir. Ella se pensaba tomar una infusión con limón y miel y el medicamento recetado por el médico y guardaría cama. Yo me ofrecí a preparar su petición y le dije a mi hermano que cuidaría de ella, que la atendería en todo lo que pidiese.
Asistíamos mi mujer y yo a una boda en una gran casa que hay en el mismo Barcelona, después de la cena me percate que mi cuñado estaba hablando en un lugar discreto del jardín con María, vi claramente como ella se quitaba las bragas y se la daba a él. Se besaron y volvieron con el grupo familiar.
Alquile un chale en la costa durante quince días, busque a través de contactos de Juan a cinco tipos bien dotados y con aspecto de brutos, así como el mayordomo de Juan, un corpulento negro que tenia una verga como nunca había visto.
No me costó mucho obsequiarte con una meada, saliendo una gran chorro, tu le veras caer a la perfección y también sentirás su calor, intente entre cortarlo pero no lo conseguí, mis músculos no responden, ah mismo y en la misma postura empecé a acariciarme mientras miraba el pantalón empapado en el suelo.
Pero fue su otra mano, la que introdujo dentro de mis bragas, para explorar mi todavía virginal cueva, la principal culpable de que me corriera como nunca antes lo había hecho, mientras mordía mis manos para amortiguar los escandalosos jadeos que emitía.
Un día que fui a su casa me impresionó al verla en unos shorts que dejaban ver sus lindas piernas doradas, la razón por la cual fui era que necesitaba unos libros que mi tía poseía le di un beso cerca de la boca como sin intención le dije a mi tía que si prestaba los libros, ella me respondió que por supuesto que como no se los iba a prestar los libros a su sobrino preferido, mi tía desde un tiempo para acá me traía loco y en ese momento tenia toda la verga erecta me presto los libros