Quería volver a probarla y en una de esas preciosas calas la deje bajar e instalarse sola. Fue cuestión de segundos para que se le pegaran varios mirones eso si ella hacía ya afán de mucha experiencia y los calentaba de mala manera, agachándose mostrando bien su culo, untando la crema bronceadora , pero no pasó de eso.
Después dé haber leído como dos pollas entraban y salían de mi cuerpo y de cómo las manos de mi amor y alguna otra me tocaban estos pechos que ahora estaban tan duros y ansiosos, de que los chuparan, tocaran y pellizcaran, de cómo esos dedos maravillosos me penetraban y me hacían gozar hasta tal punto que solo de imaginarlo ahora siento que me vuelvo a poner cachonda.
Johana se acercó a su armario y saco un látigo no imagine para que era cuando de repente sentí un latigazo en mis nalgas fue muy doloroso y di un grito ayyyyy... porque me pegaste mis nalgas me ardían me di vuelta y pude ver la marca del látigo en mi culo; me dijo pediste una verga y te la traje así que no es el momento de arrepentimientos dejaras que Albert de folle, me dio temor puesto que si no aceptaba Johana me podría dar otros latigazos
Todo transcurría con normalidad. Llegamos, nos instalamos en la casa en la playa, cada uno tenía una habitación ya que la casa era inmensa. Como era el mediodía almorzamos algo y nos dispusimos a bajar a la playa.
Y de pinga, el carajo se terminó de quitar toda la ropa, comencé a pasársela por la cabeza hasta que no le quedó ningún pelo, paramos un rato, nos servimos otra birra, lo jodí porque parecía una vaina rara y seguimos, todo esto en el baño de su cuarto...
Baje su bombacha y pude sentir los vellos de su intimidad, mojados por el agua y el sudor, unos vellos negros azabache, crispados y revueltos... introduje mi dedo índice y pude sentir su calor, intenso, comenzaban los jugó a fluir... mi cerebro no pensaba en otra cosa que en ese monumento de mujer llamado Alicia...
La similitud era clara, el beso de él la dejó estupefacta, nunca lo había hecho en público, era toda una declaración de amor, de juramento de amor eterno, el departamento estaba esperándolos, era la primera vez que pasarían varios días juntos, lejos del servicio doméstico, lejos de los amigos, lejos de la sociedad que sabían no podrían comprender nada de esa relación.
Acto seguido el dueño de la casa se quitó el pantalón y con la polla tiesa se tumbó en el suelo, el tio que se cepillaba la tía, la obligó a que se montara sobre el aparato, cosa que logró entre palabras y balbuceos de borrachera, al lograrlo el tío de la casa empezó a moverse como loco dentro de la tía, pero el otro tio no contento aún, apunto su polla hacia el culo de la tía y la introdujo su polla dentro, por lo que la tía respondió con un grito.
Luego, poco a poco, las letras de la marca también fueron desapareciendo. Cuando la mitad del bote estaban dentro del intestino de mi chica, los chavales estaban con un empalme inaguantable. Tan inaguantable que Mar la agarró del brazo y la dio un tirón, mientras Tito intentaba taparla la boca para acallar los gritos de placer.
Así no la pasamos todo el tiempo que duró el partido, mi mujer muy junto a él y yo mirándolos de reojo, de vez en cuando se lanzaban caricias ahí acostados , pero pensé que era normal porque se habían hecho muy amigos.