Cuando estuve junto a la cama sentí que sus manos se deslizaban sobre mi cintura y que su verga se me apoyaba en las nalgas. Percibí el bulto, ya estaba en su máxima erección, no había vuelta atrás, me iba rendir ante esa pija parada en mi homenaje y dejé de lado mis escrúpulos y mi fidelidad y todo el resto.
La volví a subir en el mármol del lavabo y con sus piernas abiertas comencé a follármela mientras veía como sus tetas se movían arriba y abajo al compás de mi cintura. Lo conseguí, me estaba follando a mi compañera tetona. Qué gusto me daba.
Esto paso hace varios años, estábamos en un albergue y yo me escape por la noche para ir a follar, fui preguntando cuanto valía el completo y a la puta mas barata la pille, era una puta fea, pero tenia unas buenas tetonas, pero en ese momento tenia la regla y la tuve que dar por el culo sin parar, ella se corría de gusto como un puta zorra.
El hombre, haciendo gala de su fuerza, la tomó en vilo y, apoyándola contra la pared, reanudó las embestidas. Nuria, con las piernas cruzadas en el culo de aquel desconocido, notaba la fuerza de las penetraciones y cómo chocaban contra ella los huevos. Los gemidos de Nuria eran eclipsados por los aullidos que soltaba la otra chica al alcanzar el orgasmo. No tardó mucho más Nuria en correrse con aquel gorila.
Un corte en la energía eléctrica nos conecto a nuestras propias energías.
Nunca le conté esto a mi marido, porque no sabía cual podía ser su reacción, a pesar de que él es bueno y comprensivo, un pan de Dios, en fin que fue lo que me cautivó de el, siempre con buen talante para todas las situaciones.
Viuda es sorprendida por ciertas coincidencias.
Ella encontraba mis movimientos abalanzando sus caderas contra mi pelvis, yo no pude resistir mas, ella mucho menos, sentí como su raja se inundaba con su nuevo orgasmo, y sin mas me derrame dentro de ella.
Me levanté del silloncito y me pasé a la cama. Los tomé de las manos a los dos y le dije a Mario: "mi vida, dale un minuto para ajustarse, por favor" Me levanté y fui a servir vino para los tres. Regresé a la cama, les di sus copas. Hubo un momento de silencio pesado, Hilda seguramente estaba pensando que lo había arruinado y que ahí se terminaba todo.
Mi tía le dijo que si ya tenia novia, y mama le dijo que aun no. Mi tía se rio y le dijo que seguro yo ya me hacia pajas, mama le dijo que si y que ella ya me había gozado en la cama, que yo tenia una pija grande y gruesa, que cualquier mujer quisiera sentir.