Una relación por e-mail se convierte en mucho mas

Hace un año que mantengo una relación con una amiga por correo electrónico.

Ella me escribe y me cuenta sus cosas y yo le cuento las mías…

Las cartas se hicieron mas largas y más profundas.

Mara, que así le vamos a llamar, tiene 17 años y yo tengo cuarenta.

Hace un mes me cuenta que se enamoro y como es virgen estaba muy nerviosa…

Su novio no era de la ciudad así que se veían esporádicamente y no tenían tiempo para cabildeos.

Ella me pidió consejo y yo se lo di. Le dije que si lo quería y se sentía segura de él se entregue con todo el amor y confianza que tenga…

Supongo que el novio debe estar agradecido por mi consejo y así fue que la siguiente vez que se encontraron ellos se acostaron…

Yo seguía con entusiasmo esta relación y me sentía un mirón cibernético.

Mara me contaba cada paso de su relaciones sexuales y eso me excitaba mucho y confieso que me he hecho varias pajas leyendo sus relatos, sus ingenuas preguntas y sus reflexiones.

Yo sentía que su búsqueda era cada vez más osada y las fantasías eran cada vez más intensas.

Hace una semana abro el correo y me encuentro con mail suyo en el cual me invita a una fiesta al día siguiente… mejor dicho a la noche siguiente.

Que era informal y que no necesitaba llevar nada… seria una reunión pequeña.

Le contesto que iré, sin pensar en lo que pudiera pasar…

Todos adolescentes y yo un viejo triste… No era lo que soñaba para un fin de semana pero tenia ganas de conocerla.

Al otro ida cuando llegue a la dirección que me había dado era un barrio muy lindo de la ciudad, de clase media acomodada.

Toque el portero eléctrico y ella me atenido diciendo ya bajo.

Unos instantes después ella abrió la puerta.

Era bajita pero bien distribuida.

Su forma de vestir era moderna y yo me sentí mas viejo de lo que soy.

Entramos al departamento y para mi sorpresa sólo había un invitado…

– ¿Llegue temprano?

– No justo a tiempo

El invitado resulto ser su novio, que rápidamente se acerco y me invito con una lata de cerveza bien fría.

Nos sentamos en los sillones de la sala y nos pusimos a conversa.

El tiempo pasaba y no llegaban mas invitados…

Yo no sabia si preguntar por ellos o callarme, no hay nada mas ingrato que no asistan a tu fiesta.

Pero Mara y Luciano estaban de lo mas contentos…

Parecía que yo les caía bien, la conversación se fue trasladando a los temas sexuales un poco por el alcohol y otro por la osadía de Mara.

Una cosa era que me escribiera y otra era que lo haga en persona.

– Pensar que cuando yo te conocí eras virgen y ahora sos toda una mujer experimentada… dijo como para hacerme el gracioso.

– Si no fuera por tus consejos yo estaría todavía velando santos… y es por eso que se hizo esta reunión.

Con Luciano tenemos una fantasía cada uno e hicimos un sorteo y gane yo así que probaremos primero mi fantasía y luego haremos la de él.

– Yo vendría a ser el juez de este contrato…

– No, dijo Luciano, Vos venís a ser nuestro invitado… siempre que aceptes ser parte de este juego.

– ¿Y cuál es el juego?

Mara tomó la palabra y explico las reglas:

Se trata de que yo soñé estar con dos hombres a la vez y Luciano con estar con dos mujeres a la vez…

Como vos sos un poco nuestro padrino de sexo, quisimos que fueras vos quien participe de esta fiesta.

No sabia que decir ni que hacer, ellos eran tan jovencitos y yo nunca había estado en una cama múltiple… debo admitir que la situación me excito mucho.

– Me toman de improviso… yo no sé bien que decir… Por un lado me gusta que hayan pensado en mi, pero por el otro, me parece que debe haber normas mas estrictas,

– Es que hay mas reglas… La primera es que en mi fantasía yo mando y todos hacen lo que yo quiero.

Todo lo que yo quiero ¿se entiende?… Si vos querés poner alguna objeción es tu momento una vez iniciada la contienda la que mando soy yo. Esto dura hasta las diez de la mañana… Luciano ya aceptó ahora te toca a vos.

– Como invitado quiero hacer dos objeciones… la primera es que yo también quiero satisfacer mis fantasías y la segunda es que me tengo que ir a las ocho ya que mañana voy a comer a la quinta de unos amigos y me pasan a buscar a las 10.

– Yo no tengo problema ¿y vos Mara?

– Yo tampoco ¿Y cuál es tu fantasía?

– No sé, demen tiempo para pensarla, les mandaré un mails haciendo una sita e invitarlos a relizarla…

Todos estuvimos de acuerdo y Mara tomo las riendas de la velada.

Nos propuso ir a su cuarto que era muy naif pero con una cama enorme, dos plazas y media, calculo.

Entramos los tres y ella se trepó a Luciano que mediría un metro, ochenta y se dieron un beso apasionado, luego se acercó hasta mi y repitió la escena.

Su lengua se introdujo en mi boca sin dejarme reaccionar luego descolgó una mano de mi cuello y le hizo una señal a Luciano para que se acercara, nos besaba intermitentemente hasta que terminamos en un beso con nuestras tres lenguas jugueteando.

Nos empezó a sacar las camisas y rápidamente nos tocaba sin darse cuenta de quien era cada segmento de piel que frotaba…

Todos estábamos muy excitados pero yo no sabia si iba a poder aguantar el juego…

Mara le pidió ayuda a Luciano para despojarme del pantalón y quede en calzoncillos con la verga parada como un soldado…

Entre los dos me lo bajaron y quedaron mirándolo a penas a unos centímetros.

Se besaron allí frente a mi polla y ya quería que lo interrumpieran para que ella se lo coma entero… pero no pasó.

Ahora yo estaba desnudando al muchacho y la historia se repitió…

Ella me beso frente a su falo y yo no pude concentrarme en otra cosa que no fuera el olor que sea pija emanaba.

Basta de juegos – Dijo Mara – Esta es mi fantasía y no la de ustedes… así que póngase a trabajar. Levantó sus brazos y se dejo desvestir entre mimos y besos…

Mientras yo pensaba que estaba tan excitado por Mara como por Luciano.

No me molestaba cuando nuestras manos se mezclaban al desvestirla, ni sus roces en mi cuerpo.

Fue en ese momento que deje que Mara haga lo que quiera con nosotros yo ya estaba pensando en mi fantasía.

La penetramos por todos sus orificios con cuanto tuvimos y quedamos exhausto para la media noche… Dormitamos un poco y el olor a coito nos fue adormilando.

Serian las tres de la mañana cuando desperté con unas ganas tremendas de ir al baño…

Cuando volví a la habitación, vi que Mara estaba acurrucada en un almohadón a unos metros de la cama y Luciano se desparramaba boca arriba en el gigante colchón. La luz del baño me dejó verlo desnudo, sin miedo.

Luego la apague y me volví a acostar en la cama, junto a él.

Bajé mi mano hasta llegar a su pene que permanecía volcado.

Primero lo toque y luego empece a masturbarlo, rápidamente empezó a crecer en mi mano.

Yo sospechaba que se había despertado pero no me importó. Me di vuelta acerque mi cabeza hacia él.

Lo olí, su olor era una mixtura de hombre y de mujer, de leche, vagina y culo…

No me resistí mas y lo introduje en mi boca… Fue cuando sentí que el se apoderaba de mi verga y me imitaba…

Hicimos por un rato el 69 cuando el me empezó a lamer el culo… y unos segundos después introdujo sus dedos lubricándome el canal con saliva…

Acabé sobre su pecho.

Él No tardo en recoger mi leche con su mano y lo utilizo para lubricarme aun más mi culo.

Se incorporó sin hacer ruido…

No sea cosa que Mara se despierte…

Y apoyó mis piernas en su pecho…

Me beso en la boca e inició la penetración.

Atine a decirle que fuera despacio y así lo hizo, me fue penetrando y sintiendo como se abría, cada centímetro de mi canal.

Paraba y seguía avanzando… Yo no podía mas del dolor y de la excitación.

No quería gritar pero cuando sentí toda la verga dentro de mi ano grite…

Los dos nos quedamos petrificados cuando nos dimos cuenta que Mara nos estaba mirando…

– No paren, veo que estuvieron haciendo la tarea mientras yo descansaba.

Se acercó a la cama y se sentó sobre mi boca…

– Esto es para que no despiertes a los vecinos… Chupamela que yo también quiero acabar con ustedes…

Restos de nuestro semen, aun corrían por la vagina de ella…

Luciano empezó a bombear…

Casi la sacaba y la volvía a meter, cada vez con mas fuerza y cada vez con mas ritmo.

Una lluvia caliente invadió mi cuerpo haciéndome acabar otra vez…

Luciano se besaba con Mara y yo sentía como poco a poco su vagina hacías espasmos en mi boca…

En otra oportunidad les contare como fueron las otras fantasías de Mara, Luciano y mías…

Hubo muchas mas…