Capítulo 1

Capítulos de la serie:

Trabajo y placer I

Ese día me llamó mi jefa Laura y me comunico que teníamos una empresa interesada en hacer una campaña publicitaria importante en Latinoamérica, el trato estaba casi cerrado así que debíamos viajar a México para entrevistarnos con el Gerente y presentarle la campaña y cerrar el contrato definitivo.

La reunión estaba prevista para el viernes, así que Laura decidió que podíamos aprovechar de paso también para descansar un par de días, así que el jueves por la mañana llegamos a México, teníamos el día como para ultimar los detalles del trabajo y después de la reunión nos íbamos a quedar a pasar el fin de semana y regresar el lunes.

Ya instaladas en el hotel, ambas compartíamos la habitación, lo primero fue darse una ducha para luego ponernos a trabajar y por supuesto lo hicimos juntas ya que con Laura habíamos compartido muchas cosas (sino lo leyeron, lean mis relatos Mi nueva jefa I y Mi nueva jefa II y sabrán a que me refiero), nos desnudamos una a la otra y nos metimos a la tina, nos acariciábamos y nos bañábamos, nuestras bocas se unían en un beso apasionado, nos pusimos bajo la ducha y nuestros cuerpos ardientes eran cubiertos por el agua, el jabón corría en nuestras manos, recorriendo el cuerpo de la otra, nuestros dedos invadían nuestros agujeros calientes y húmedos.

Nos enjuagamos y salimos de la ducha ambas mojadas, desnudas y muy calientes, nos tiramos en la cama y empezamos un 69 intenso, ardiente, las lenguas invadían profundo el sexo mojado de cada una, brindándonos mutuo placer, con las lenguas hundidas en nuestros sexos y los dedos que recorrían y penetraban nuestros culitos, todo era besos, caricias y placer, así nos llevó a un orgasmo simultaneo, intenso, estremecedor, nuestras conchas explotaron en ríos de jugos de placer, que llenaban nuestras bocas, que bebíamos con deleite, nos entregamos por completo y seguimos unidas hasta que nuestros cuerpos dejaron de convulsionarse por el orgasmo. Así unidas y abrazadas, nos dormimos ambas, no fue mucho tiempo y nos levantamos y comenzamos el trabajo, pero ahora muy complacidas y satisfechas.

Para la noche estaba todo terminado ya que la reunión era al otro día temprano, así que cenamos algo ligero y luego nos fuimos a dormir, lo hicimos juntas, pero sin sexo esta vez, era algo importante lo del día siguiente y debíamos estar muy bien, ya habría tiempo para mas después.

A la mañana siguiente nos levantamos temprano y empezamos a vestirnos, las dos elegimos algo muy elegante y sexy, queríamos vernos muy bien, dar una buena impresión, Laura se puso ropa interior blanca de sostén y tanguita, con una blusa ajustada que marcaba sus pechos medianos pero firmes, con un pantalón ajustado que realzaba muy bien su cola grande y redonda e incluso dejaba notar su tanguita que moría entre sus nalgas, con una chaqueta por encima.

Yo me puse ropa interior azul, sostén y tanguita también pequeña y metida entre las nalgas como siempre uso, una falda corta y ajustada marcando muy bien mi cola parada y dura y un suéter arriba, ajustado dejando notar mis grandes pechos duros, colocándome encima un saco liviano. Sí queríamos dar una buena impresión no podíamos estar mejor, así que terminamos de maquillarnos y arreglarnos y salimos a la reunión.

Al llegar nos atendió la secretaria del gerente y enseguida nos hizo pasar, al entrar enseguida notamos que el hombre se sorprendió un poco la vernos, creo que nuestro primer objetivo estaba cumplido, pero también nosotras notamos a ese hombre cuando se levantó a saludarnos, se presentó y nos dijo que lo llamáramos Alberto, era un hombre bastante atractivo, alto como de 1.80, morocho, con un cuerpo se veía formado por el gimnasio y estimo como de mi edad, unos 30 años, sí bien nosotras lo habíamos impactado, el también nos cayo muy bien a nosotras, ya que noté como Laura también lo admiraba.

Comenzamos la reunión, fue bastante larga y trabajosa, se hizo la hora de almorzar y Alberto nos invitó a las dos, fuimos a un lugar cercano y no muy especial, ya que debíamos continuar después, el almuerzo fue agradable, nos sirvió para descansar un poco y darnos cuenta que Alberto era muy simpático y encantador. Volvimos a la oficina y seguimos trabajando un par de horas más.

Al final termínanos y llegamos a un acuerdo, el contrato estaba cerrado, Alberto nos preguntó entonces sí volvíamos a nuestro país, le dijimos que pensábamos pasar el fin de semana en México, entonces nos dijo que para compensar el pobre almuerzo y darnos a dos damas como nosotras lo que merecemos, nos invitó a pasar esos días en su casa de fin de semana, e incluso nos invitaba a una cena esa misma noche, no dudamos en aceptar, a ambas nos encantaba su compañía. Entonces regresamos al hotel y un auto nos pasaría a buscar por la noche para llevarnos a su casa.

Con Laura nos preparamos, son bañamos y nos pusimos las dos un vestido de noche, él mío era negro tipo minifalda, ajustado y escotado, no me puse sostén así que mis pechos resaltaban en el vestido que apenas los contenía y Laura se puso uno de color rojo, un poco mas largo de falda, no tan escotado adelante, pero sí en la espalda, y tampoco se puso sostén.

Estábamos vestidas para matar, al llegar el auto y bajar sentíamos como todos los hombres nos miraban al pasar en el hotel.

Subimos al auto, el chofer no puedo evitar ver nuestros cuerpos y nuestras piernas al sentarnos.

Teníamos una media hora de viaje por delante, así que mientras íbamos con Laura charlamos sobre Alberto, sobre cuanto que nos gustaba y que las dos queríamos tener sexo con él y sabíamos que íbamos a tener la oportunidad esa noche, ambas reímos y nos preparamos para disfrutar de una buena noche.

Al llegar Alberto estaba esperándonos, llevaba un pantalón y una remera que permitía apreciar muy bien su cuerpo fornido y atlético, se veía muy bien y al vernos bajar, se quedo admirado, nos elogió la belleza a ambas y nos recibió con una copa de champagne, definitivamente era todo un caballero y un seductor.

Luego cenamos, y Alberto desplegó todo su encanto y simpatía, en verdad nos conquistó a las dos, luego de cenar nos sentamos y tomamos algo mas de champagne y finalmente nos preguntó sí habíamos traído traje de baño, dijimos que sí ya que nos había avisado que tenía piscina en la casa y nos invitó a nadar con él, aceptamos gustosas y nos fuimos a cambiar los tres.

Las dos nos pusimos unas tangas bastantes pequeñas, que dejaba ver muy bien nuestros grandes culos y fuimos a la piscina, al llegar Alberto ya estaba, se quedo apreciando las dos tremendas hembras que tenía enfrente, él llevaba puesto un pequeño bañador, de esos tipo slip que usan los nadadores, tenía un cuerpo hermoso y debajo del bañador se apreciaba un bulto de tamaño bastante grande.

Entramos a la piscina, jugábamos, nos divertíamos haciendo bromas y de vez en cuando nuestros cuerpos se rozaban, en un momento entre las dos nos juntamos sobre Alberto hundiéndolo en el agua, en el ajetreo, nuestras tetas ya excitadas y con los pezones duros como se podía ver, lo rozaron por todos lados, y sus manos recorrieron buena parte de nuestro cuerpo, esto fue evidente cuando al salir del agua, el bulto de Alberto había crecido considerablemente, ninguna de las dos pude evitar mirarlo, él se dio cuenta y se sentó frente a nosotras y comenzó a acariciarlo, y nos dijo, esto es por su culpa creo que deberían hacer algo al respecto.

Ninguna de las dos lo dudo y nos abalanzamos sobre él, nos arrodillamos una a cada lado y Laura bajó su bañador, frente a nosotras saltó una verga formidable, erecta, dura, larga como de unos 23 cm y gruesa, con sus venas marcadas, era hermosa y se veía apetitosa, enseguida nuestras lenguas comenzaron a recorrerla toda, no dejábamos ni un solo centímetro sin lamer, alternábamos con pequeñas chupadas de cada una, Laura bajo con su lengua hasta sus huevos y yo la metí en mi boca, la chupe profundo, casi hasta la mitad, era gruesa y me llenaba la boca, la chupe fuerte, mojándola bien, para tragármela mas todavía, Alberto gemía de placer, Laura seguía chupando sus bolas y yo cada vez tragaba mas su verga, hasta que la tuve toda en mi boca, me llegaba a la garganta y abría mi boca al máximo.

La chupé varias veces metiéndola y sacándola toda de mi boca, luego hizo lo mismo Laura, aunque ella no pudo tragársela completa, así lo lamimos y chupamos un buen rato, hasta que Laura se montó sobre él, clavándose en su verga y cabalgándolo, yo me puse detrás de ella y lamía los huevos de Alberto y al mismo tiempo su concha y la verga cuando salía de ella, Laura gemía fuerte de placer montada en esa enorme verga y aumentado por mis lamidas, así alcanzó un orgasmo fuerte, su concha chorreaba y yo bebía sus jugos, luego de su orgasmo yo ocupé su lugar sobre esa verga y comprendí el placer de Laura, esa verga llenaba por completo mi concha, la abría al máximo estimulándome toda, cabalgue fuerte esa verga tremenda, metiéndomela y sacándola entera de mi concha, mientras Laura ponía su concha mojada en la boca de Alberto que le hundía su lengua, yo seguí montada y sentí como mi orgasmo estaba cerca, y la verga de Alberto muy hinchada anunciaba el de él, así que aceleré mis movimientos subiendo y bajando muy fuerte por todo el largo de su verga y clavándomela hasta el fondo, estallé de placer, el orgasmo me llegó intenso y fuerte, al mismo tiempo que Alberto explotaba en mi interior, sentí su abundante leche derramarse en mi concha, llenándola toda y desbordando por mis labios, corriendo entre mis piernas mezclada con mis jugos.

Entonces nos fuimos a la habitación, me acosté en la cama boca arriba y Laura comenzó a chupar mi concha en posición de cuatro patas, eso permitió que él la mamara también a ella, hasta que tuvo su verga dura de nuevo y empezó a cogerla desde atrás por su concha, la tomaba por la cintura y la embestía fuerte, Laura gozaba y con cada embestida hundía mas su boca en mi concha dándome mucho placer, seguimos así hasta que Laura tuvo un nuevo orgasmo, entonces ella se puso sobre mi en un 69 y Alberto se dirigió a mi concha y me fue clavando con su verga bien dura, yo lamía la concha de Laura y estaba a punto de acabar ya que la lengua de Laura antes y la verga de Alberto ahora me llevaban al éxtasis total, no tardé en acabar fuerte, dando gritos de placer, Alberto me continuaba cogiendo y Laura lamía mi clítoris mientras se prolongaba mi orgasmo, él gimió fuerte y a punto de acabar sacó su verga de mi concha y la metió en la boca de Laura y lanzó toda se descarga en su boca, se notaba abundante y tardó en terminar, entonces Laura se dio vuelta, por sus labios desbordaba leche, y se puso sobre mi boca y abriendo la suya dejo caer una gran cantidad de la leche de Alberto dentro de mi boca, la bebí con gusto y luego nos besamos y con nuestras lenguas degustamos la leche de ese macho que nos llenó de placer.

Parece que el espectáculo de compartir su leche volvió a calentar a Alberto, porque la verlo estaba con su verga ya rígida de nuevo y lista para más y nosotras también.

Así que me puse en cuatro patas y Alberto empezó a cogerme ahora lo hacía despacio, disfrutando mi concha, que empezó a mojarse toda, cambiaba sus movimientos, haciéndolos rápidos y lentos, me hacía gozar mucho, entonces Laura se puso sobre mis nalgas y comenzó a lamer mi culito, metió un dedo en él y luego dos, que abrían mi culito al tiempo que Alberto no dejaba de cogerme rico.

Laura ya tenía tres dedos en mi culito y con la verga de Alberto hasta el fondo de mi concha no pude evitar estallar en otro orgasmo, mientras me duraba lo miré a Alberto y le pedí que me cogiera por el culo, entonces sacó su verga y la mojo bien con los jugos de mi concha, y la puso sobre mi culito, Laura abrió bien mis nalgas y entonces Alberto empujó y metió su cabeza en mi culo, sentí un poco de ardor y dolor, pero él lo hizo suave, fue dejando que mi culito se adaptara a esa enorme verga, la fue metiendo lento y poco a poco, Laura estimulaba mi concha con sus dedos y eso hacía relajar mas mi culo, Alberto siguió empujando mas y mas lentamente su verga se abría paso en mi culo que lo iba aceptando cada vez mejor, el dolor era fuerte pero también el placer que cada vez aumentaba mas, hasta que sentí como sus huevos chocaban contra mis nalgas, lo que indicaba que mi culito se había tragado toda su verga, y se fue adaptando a ella, Alberto comenzó a meterla y sacarla despacio, lo que dio paso a mas placer y casi olvidé el dolor.

Sus movimientos fueron cada vez más intensos y fuertes mi culito se adaptó por completo a esa verga y yo gozaba como loca, le pedía mas y más que me cogiera mas fuerte, así lo hizo, él gemía fuerte, disfrutaba de mi culito apretado, sentí su verga hincharse en mi culo y explotó, llenándomelo de su lecha caliente, yo también exploté al mismo tiempo en un orgasmo bestial, mi concha chorreaba jugos que corrían por la mano de Laura, la verga de Alberto no dejaba de lanzar chorros de leche que golpeaban mi interior, fue una acabada abundante, Laura se encargó de lamer mi concha y la verga de Alberto cuando la sacó de mi culo limpiándosela toda.

Entonces ella se puso sobre mí con su concha en mi cara, se la lamí y chupé fuerte, metí dos dedos en su culito y chupaba su clítoris, hundí mi lengua en su concha y ella explotó en un orgasmo, sus jugos corrían por mi boca y mi cara, la seguí chupando y bebí todos sus jugos, Laura estaba tan excitada que al terminar su orgasmo, me dijo que tenía algo mas para mí y de inmediato sentí un chorro caliente sobre mi cara, me estaba meando encima, caía sobre mi boca y mi cara, mi excitación hizo que bebiera su meada y siguiera lamiendo su concha, cuando sentí otro chorro mas sobre mis tetas, mire y vi como Alberto estaba meando sobre Laura, y caía sobre mis cuerpo, él le meaba directo en la cara y fue bajando con su chorro por su cuerpo y llegó hasta su concha y sobre mi cara y allí estaba yo bebiendo la meada de los dos, hasta que se descargaron por completo.

Así quedamos los tres exhaustos y caímos rendidos sobre la cama, yo me abrasé a Laura y Alberto por detrás me abrazó a mí, sentí su verga blanda contra mis nalgas y me dormí, sintiendo el cuerpo aún abrazado por tanto placer, pero sabiendo que todavía quedaba mucho más por sentir.

Continuara…

Continúa la serie