La noche, es peligrosa, para muchos, pero para mí es encantadora, esconde, muchas cosas y deja al descubierto, siempre, los instintos sexuales de hombres y mujeres, ese verano, yo recién había cumplido 17 años, un grupo de amigas (cuatros) fuimos de vacaciones al departamento de mi padre, salimos fuimos a Constitución (un barrio de la ciudad) y nos fuimos a bailar entre nosotras, sentada en un momento, se acercó...
Comprendí sin entender su idioma lo que me pedía y comencé a desabrochar su pantalón vaquero que estaba a punto de reventar. Nunca había estado en una situación así y no sabía qué hacer. Mi vida sexual había sido bastante inocente. Sólo me había acostado con un chico, mi novio, con el que estuve saliendo cuatro años.
La acomodé al lado de Lily en posición de cuatro y empecé a besarle todo su trasero mi lengua recorría primero su culo y luego su vagina la cual ya estaba totalmente lubricada, mientras así esto mi mano no dejaba de acariciar las tetas de Lily quien pacientemente esperaba su turno, la verdad que sólo quería cogerme a la madre.
Aún nos quedaban dos años más para terminar la carrera, pero aquel no era el momento para pararse a pensar en ello. La cuestión es que desde prácticamente el medio día habíamos empezado a beber y evidentemente cada vez estábamos más "pedo".
Ella se me acercó y comenzamos a besarnos, comencé a acariciar su espalda hasta llegar a sus nalgas, ella se estremeció cuando las sintió y se excitó más cuando mis dedos comenzaron a buscar su culito.
Decidí sentarme en el sillón del sofá a ver una película porno en mi videocinta y saque mi consolador de mi armario ya que no tenía un hombre a mi lado decidí jugar yo sola y viendo la película fui poniéndome un poco arrecha, con el consolador hacia lo mismo que las chicas de la película
Volví a subir al baño para apresurarlas y cuál fue mi sorpresa que estaban ambas en el suelo haciéndose un 69. Eso hizo que me calentara y las viera durante un rato, Nubia le metía un dedo en el culo a Lety mientras ella mamaba su vagina con fuerza; eso hizo que comenzara a acariciarme mi vagina encima de mi ropa y al poco tiempo ya estaba mojada
Yo abrí mis nalgas con mis manos lo más que pude para permitir la entrada del consolador pues quería ganarme la más grande, preciosa y deliciosa polla, de pronto sentí como lamían mi culo esto me electrizo
Dos amigas van a ver una "peli", cuatro machos sentados detrás de ellas, desatan a una de las chicas el morbo de la gente alrededor. Otra noche repitieron en su casa, esta vez se anima su amiga.
Los tres tipos hicieron a mi mujer tener orgasmos, dos de ellos penetrándola y el otro lamió a mi mujer en gran forma logrando que ella tuviera el tercer orgasmo en más o menos una hora que ocurrió todo esto.
Su vida continuó con la misma rutina de siempre. Bueno, exactamente igual no. Ahora se había vuelto más presumida, más coqueta. Sabía que podía gustar. Sabía que había gustado por lo que podía volver a gustar a los hombres.
Maruja era la conserja del instituto del barrio. Era una mujer de cerca de cuarenta años de edad. Con unos hijos adolescentes y con un marido aburrido. Con este panorama sin horizontes su vida era cada vez más amarga.
Nuestra protagonista regresa a su país. Desea encontrar una nueva casa y debe ser convincente con el director de la inmobiliaria para conseguir un buen precio. Para celebrarlo se marcha a bailar con unas amigas y practicar la caza y el goce de sementales.
Un hombre corre a reunirse en el chalet de la playa con su esposa y la hermana de ella. Al llegar se encuentra con un tórrido cuadro en la cama del dormitorio.
Un ejecutivo descubre, tras una noche de juerga, que dos inmigrantes, dos jovencitas negras, se esconden en su urbanización de la policía. Las acoge en su casa, en un acto de solidaridad que es fogosamente agradecido.
Una mujer revive su pasado junto a un antiguo novio con el que tuvo la experiencia de convertirse en una verdadera puta. Ahora, ya casada, su camino de perdición continúa.
Un joven que tiene que pasar unos días solo en Salamanca hasta que llegue su novia observa a una pareja que no para de jugar y que le mantiene despierto y excitado con los ruidos de sexo que provienen de su habitación.
Los tres hombre van de compras con su híper caliente amiga, para elegir bañadores. La chica pide la "ayuda" de una dependienta que termina siendo penetrada por todos, y después de mamar sus vergas recibe una lluvia dorada de los cuatro.
Estaban todos como locos, les encantaba el sexo. Mientras las dos chicas planeaban una nueva orgía para otro día, sus maridos que habían ido por provisiones las telefoneaba para llevarles una excitante sorpresa.
Después que termina la cogida a cuatro la esposa toma un baño y vuelve al salón, su amiga le comenta sus inclinaciones lésbicas y al final se une a la fiesta el marido. Los tres montan un lindo trío, que será cuarteto al día siguiente al juntarse las dos parejas en la cama.
Casi terminando la fiesta de Nochebuena, la esposa hace una buena mamada a su marido que queda exhausto y dormido y luego atiende simultáneamente a los tres invitados que restan en casa, llenando todas sus entradas.